☄️ Prólogo ☄️

78 15 2
                                    


"Hermana, despierta. Mantén los ojos abiertos."

Un niño abrazaba a una mujer ensangrentada, suplicando. La mujer, escupiendo sangre por la boca, abrió la boca con dificultad.

"Chaeyoon... Tengo un deseo..."


"¿Un deseo?"


"Siempre quise cumplirlo si salía de aquí, pero parece imposible ahora. ¿Podrías cumplirlo por mí...?"


"......"


El chico llamado Chaeyoon frunció el ceño abiertamente. Desde que la palabra 'deseo' salió de la boca de la mujer, la desesperación del niño se desvaneció un poco.


"¡Cos, cos! Chaeyoon... Mi último deseo..."


"Llamaré al Sr. Sangtae."


"Oh, no. Chaeyoon. Debes ser tú..."


"Dije que cuado saliera moriría, que me suicidaría. ¿Por qué todos insisten en esto? Está Sangtae, está Hyung Alex, está Hyung Kangjin. Hay mucha gente, ¿por qué todos vienen a mí?"


"Dicen que los deseos de los vivos se cumplen, ¿por qué no los de los muertos?"


"Parece que algo ha cambiado en eso."


"Cosg, Cosg. ¡Jah, jah!"


La expresión del chico se volvió cada vez más fría. La fuerza se escapaba de la mano de la mujer que agarraba su brazo. El chico maldijo entre dientes.


"Entendido. ¿Cuál es tu deseo? Si puedo cumplirlo, lo haré."


La mujer habló como si hubiera estado esperando.


"3,000,000 sentadillas, 5,000 carreras. Eso es todo lo que necesito..."


El chico se quedó sin palabras. La mujer, aparentemente satisfecha, cerró los ojos como si hubiera agotado toda su energía y dejó de respirar. Sus compañeros lloraban mientras la llamaban por su nombre. El chico, el 218º destinatario de las absurdas últimas voluntades que debía resolver, estaba tan indignado que estaba a punto de explotar.

Debido a su testamento, su muerte se ha pospuesto por el momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora