8.Paseo

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Caminamos por el estacionamiento hasta que llegamos a un Mazda tres color azul marino . Demián me abre la puerta y yo sopeso mis opciones de salir corriendo de allí . El pelinegro al ver mis intenciones dice :

‐ Ni lo pienses , si haces algo estúpido recuerda que siempre puedo volver al Ring y terminar lo que empecé

Lo fulmine con la mirada

‐ No te atreverías

- ¿ Quieres apostar ? - levantó una ceja

No queriendo probar mi suerte vote un suspiro de pesar y entre al maldito auto . Ya estando dentro un olor a menta y madera me envolvieron despertando todos mis sentidos . Debería ser ilegal que un detestable monstruo huela tan bien , estoy segura que de esta manera atraia a las presas a una muerte segura sin retorno .

Y yo acabo de estar en la lista de las presas al interceptar mi vida con la suya .

Dios me salve .

Demián entro en el auto con su suéter negro y los pantalones cortos deportivos de color rojo . Su labio inferior se encontraba partido debido a la pelea , y un hilo de sangre corría por el manchando el cuero de su asiento

Saque un pañuelo de mi pequeño bolso

- Toma , tienes el labio partido

‐ ¿ Preocupada por mi cariño ?

Solté una risa sarcástica.

- Ya quisieras , solo estoy preocupada por manchar el bello auto - solté

- No me importa que mi auto se manche con sangre. Es más , cada gota es un recuerdo de lo bien que me lo pasé

- Estas enfermo

- Si enfermo te refieres a triunfar sobre los demás , me quedo en el papel . Ahora ponte el cinturón de seguridad

De mala manera me lo abroche . Sabía que al hacer eso estaban sentenciado mi muerte

-No te preocupes, no te voy a morder. -Se limpia la sangre , manchándola aún más por toda su boca antes de hacer que desaparezca.  -Todavía.

Enciende el auto y me sobresalto cuando soy empujada físicamente hacia atrás contra el asiento mientras él acelera hacia adelante. Mi mente corre con un sinfín de posibilidades sobre adónde diablos me está llevando mientras me asujeto al cinturón de seguridad como si fuera mi vida.

Lógicamente, el lado norte de la isla no es tan grande. Además de los dos campus, está el centro de la ciudad, tiendas, unos pubs , una biblioteca y algunos restaurantes y puntos de acceso que frecuentan los estudiantes.

Así que no puede secuestrarme y matarme por aquí.

Sin embargo, todavía no es un pensamiento tranquilizador.

Cuando veo el velocímetro de velocidad mis ojos casi caen de sus cuencas

- Vamos demasiado rápido

Él no se inmuta .

‐ No te preocupes , soy un excelente conductor

Resisto el impulso de poner mis ojos en blanco .

- Estoy segura a que lo eres . Apuesto que eres bueno en todo - Alardo

- Algo así , pero solo en lo que me interesa

- ¿ Y que te interesa ? - trato de sonar indiferente para pasar desapercibida

Por qué estoy cambiando de estrategia.

No puedo seguir siendo sorprendida por él y arrojada como una muñeca indefensa. Necesito de alguna manera anteponerme a sus pensamientos y dar el primer paso.

El monstruo de mi vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora