Multiversos Viendo Universos

Multiversos Viendo Universos| Capítulo: Prólogo| El Llamado

Prologo.

En incontables universos, asimismo, en las infinitas líneas espacio-temporales de la creación cósmica, el curso de los eventos y sucesos de la historia personal de cada realidad ligada a un universo, junto a sus igualmente únicas e incalculables ramificaciones paralelas y alternas que a estos componen; seguían su actividad con total normalidad, de acuerdo a los parámetros predefinidos a la historia de cada mundo.

En esencia, todo operaba correctamente, en términos simples, todo era perfecto, tal como un sistema utópico carente de toda perturbación anómala de cualquier naturaleza, que presente la propiedad de poder alterar, así como perturbar negativamente el curso natural de los eventos preestablecidos en cada historia por el denominado "destino", que obra fundamentalmente como herramienta del "Gran mecanismo colectivo universal", nombre simbólico por el que tenía preferencia el Eterno Espectador de la gran biblioteca cósmica, al referirse al infinito sistema que todo lo gestiona, controla, administra y mantiene todos, y cada uno de los megaversos, multiversos, universos, mundos, realidades alternas como paralelas, seguros y en regla; todo ello, bajo la atenta vigía del Eterno Espectador y guardián de los mundos existentes, y por existir, quien diligente en su deber, observaba todo ciertamente satisfecho por el equilibrio creado, pero, también sumamente frustrado por alguna razón.

Ante su atenta mirada, todo lo juzgaba. Al contemplar el basto sistema de la creación, sólo veía perfección, un escenario hermoso imposible de negar, pero que, a la vez, era carente de esencia... Desconocía de razones lógicas, simplemente no podía cambiar su enfoque con relación al panorama atestiguado. La vista era deprimente. El sentimiento que le sucedía era desagradable, mas la carencia de respuestas para dar sentido a su sentir actual, era peor.

No lo podía explicar, simplemente al observar tanto equilibrio, y la tranquilidad que esta trae consigo, extrañamente su ser era abrumado por el aburrimiento, lo cual representa un hecho insólito en sí mismo; pero ¿Por qué? ¿Acaso no debería sentirse feliz o complacido, así sea a un grado mínimo por crear un perfecto equilibrio en la creación que desde siempre fue regido por la ley del caos perpetuo? Habiendo logrado esto ¿Por qué ahora se siente, aún más vacío?

Por mucho tiempo, reflexionó entorno a tales incógnitas personales, no dejando de cargar, en ningún instante, este sentimiento persistente que sólo lo hundía en una depresión aún más profunda. Este hecho fue cierto, al menos, hasta el momento en que encontró la anhelada respuesta que mitigaría su sentir. Irónicamente, la encontró en el lugar que menos hubiera imaginado, no siendo en realidad un lugar, sino un concepto que alguna vez fue un objetivo a alcanzar entorno a la creación, siendo la "perfección", su respuesta.

Era una ironía que ni remotamente había considerado que podría existir, pues su existencia, encarna una contradicción que rosa la incoherencia del concepto de la causa real de este problema. Quién podría imaginar que la propia cualidad conceptual del término "Perfección", por consecuencia, sea "Imperfecto". Era simplemente confuso y sin sentido. Por eones no lo pudo comprender, hasta que profundizó en su ser y cuestionó todo, incluso la racionalidad propia de su personalidad para poder comprender todo sin las ataduras de la razón.

Un entorno conceptualmente perfecto, aunque provisto de lo mejor y desprovisto de todo lo indeseable, en teoría, no es el más emocionante, si el idóneo para los obsesionados con la consecución tal concepto, pero, si el más carente de esencia y emoción, y, por tanto, belleza. Al final, el sistema una vez perfecto ante sus ojos, dejó serlo.

Con la revelación, el aburrimiento nació con la ausencia de propósito, y la emoción de cumplir con tal. Era el infierno. La ausencia estímulos externos, es la miseria; la carencia de propósito, la muerte, y no cualquier muerte, siendo la peor de ellas, la muerte del alma y el espíritu, la muerte en vida, si tales conceptos como alma, espíritu y vida se aplicaran a él de igual forma como los seres inferiores, sin embargo, el sentimiento es casi el mismo. Un hecho compartido entre tan distintos seres, difiriendo sólo en intensidad. La existencia por sí sola, es una condenada, en especial, para aquellos seres condenados a la eternidad del existir por el mero hecho de ser uno, y, a la vez, un todo unificado con la naturaleza de lo que existe, existió y siempre existirá como parte integral del concepto indefinido del "Todo" y su esencia.