Un simple error

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-Te vuelvo a repetir la pregunta, ¿te gustaría unirte a los Fatui?- me pregunta la mujer-

-No- logro que la palabra salga de mi boca, quisiera hablar más, pero apenas y pude decir esa simple palabra, después de todo, el aura que desprende la mujer que tengo al frente es muy densa e intimidante-

Mis dedos juegan con los bolsillos de mi pantalón para intentar calmar mis nervios, pero es en vano, cada vez que trato de distraerme, mis ojos vuelven a posarse en el rostro de la hermosa y letal mujer frente a mí. Lo único que puedo hacer es mantener una expresión seria y neutra, y siento que estoy fallando en eso.

Por otro lado, como si La Signora quisiera burlarse de mí, cada vez su aura se vuelve más densa y siento que se me dificulta respirar. Tiene una sonrisa de labios cerrados en su bello rostro y siento que su mirada llega hasta lo más profundo de mi ser.

-Debo admitir que no me esperaba una respuesta tan directa- vuelve a hablar luego de lo que me pareció una eternidad, pero probablemente solo fueron unos segundos- Déjame decirlo de otra forma, Seiru Abyssus, estás obligado a unirte a los Fatui-

¿Qué?

Parece que mi asombro y confusión están plasmados en mi cara porque ella vuelve a abrir su boca.

-Verás, hace un tiempo le robaron un Engaño a un Senescal que había fallecido pocos días antes, luego ese mismo artilugio fue robado otra vez y como si el destino se hubiese querido reír en nuestra cara, nos lo volvieron a robar y para agravar la situación, el objeto fue robado una cuarta vez- caigo en cuenta de lo que me quiere decir y trago en seco- Parece que ya te diste cuenta, siempre supe que, en el fondo, eras un muchacho inteligente, pero soy una mujer ocupada así que iré directo al grano- de una gaveta de un estante cercano saca un pedazo de papel que creo que tiene algo escrito- Seiru Abyssus, se te declara culpable por robar un objeto catalogado como sagrado, siendo este acto vandálico considerado una ofensa hacia su majestad la Zarina y el pueblo de Snezhnaya en general-

-¿Q-qué no hace falta un juicio o-o algo así?- pregunto con la voz temblorosa y siento como todo mi cuerpo se tensa aún más-

Ahora que lo pienso con profundidad, los Engaños al ser creados por la Arconte Cryo, tiene sentido que sean considerados objetos sagrados, por ejemplo, la Lira Sagrada, Der Himmel, por el simple hecho de haber sido usada por Barbatos, entra en dicha categoría.

-Los Heraldos tenemos muchas ventajas, y ya los otros ladrones recibieron su debido castigo, no te preocupes, de hecho yo estoy aquí para decirte el tuyo-

Me preparo para sacar mi lanza en caso de que sea necesario, aunque sé que será inútil, apenas puedo moverme por el miedo que me da La Signora y en un combate ella ganaría sin esfuerzo alguno. Incluso si lograra huir, sería perseguido por una de las organizaciones más peligrosas de Teyvat.

La Signora nota como me preparo, pero no dice nada, solo se limita a reír levemente.

-No te preocupes, no te voy a matar y tampoco irás a la cárcel- ni que eso me fuera a calmar, siento que será algo peor que eso- Solo tienes que quedarte aquí, en Mondstadt, como Caballero Honorario de Favonius e informarme, a través de los Fatui que queden aquí, sobre todos los movimientos que haga la Gran Maestra Intendente, fácil, ¿verdad?-

Al terminar de hablar siento una presión en mi pecho que llega al punto de ser dolorosa. No hay forma de que llegue a aceptar esto, para empezar me arruinaría todos mis planes en lo que acompañar a Aether se refiere, y si acepto y me descubren, sería una enorme traición, no únicamente a los Caballeros de Favonius, sino a toda Mondstadt. Además, el simple hecho de unirme a los Fatui es una idea que se me hace repulsiva, no sólo por su merecida mala fama, sino también porque sus altos mandos, los Once Heraldos y el creador de la organización, van desde un sujeto que ama pelear- Tartaglia, el Onceavo Heraldo- hasta un doctor lunático y sádico que le fascina torturar- Dottore, el Segundo Heraldo- eso sin mencionar a otros miembros como una marioneta con emociones y un sombrero comicamente grande o a un hombre asquerosamente rico que colabora con el doctor sádico.

Estoy en Genshin Impact, pero soy un ¡Hilichurl!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora