¿Se odian, o de verdad se aman?
Solo Lee Felix y Hwang Hyunjin tienen esa respuesta.
੭୧ : Hyunlix.
੭୧ : Solo es ficción, no busco inrespetar ni mucho menos sexualizar a los Idols mencionados.
੭୧ : Contenido +18
੭୧ : Mención de otros...
Bufo-Y entonces... ¿donde quedo ese odio, eh?-dijo Minho riéndose junto a Changbin.
-Callate, mierda.-se seco el cabello con su toalla-Aún ni estoy seguro de lo que quiero y siento.
Changbin miro curioso a Hyunjin-¿Y si te conoces con otros chicos? tengo varios, que me han contado que estan interesados en ti.
-No, gracias Binnie... estoy bien así.-tiró su toalla directo al casillero que le pertenece y miro a Changbin con una sonrisa.
-Hyun...-dijo Minho mirando a este-¿Cuando piensas decirles?
Encarnó una ceja-¿Decir... que cosa? más bien ¿decirle que a quiénes?
Minho se cruzó de brazos cerrando su casillero detrás de él-Decirle a tus padres... sobre tu sexualidad, Hyunjin.
Hyunjin cambio su semblante a algo desconcertado, tornando esto el ambiente un poco pesado e incómodo.
El pelinegro solo miro a sus dos amigos quiénes lo miraban confundidos.
Antes de que Hyunjin pudiera decir algo el entrenador junto con sus demás compañeros entraron a los bañadores charlando y riendo.
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Cada paso que daba hacía que el nerviosismo sobre su cuerpo avanzará, aquella pregunta que le había hecho Minho hace horas, resonaba en su cabeza. ¿Seria buena idea decirles? ¿arruinaria de peor forma la relación que tenía con sus padres? ¿lo aceptarían? miles de preguntas se hacía al respecto y ninguna le encontraba respuesta, a menos que se arriesgue y le diga a sus padres.
De por si la relación entre él y sus padres no era nada buena que digamos, nunca han podido convivir juntos como una "familia" gracias a que siempre ponen sus trabajos por encima de él y su pequeño hermano Seungmin.
Salió de sus pensamientos al percatarse que ya había llegado a lo que se le llamaba "hogar", para él era todo menos un hogar, no se sentía como uno.
Ingresó por la gran puerta sintiendo ya el ambiente pesado que rodeaba toda la casa. Escucho como sus padres conversaban en el comedor.
—Ya llegué.—dijo con un tono neutro logrando que su voz se escuchará perfectamente.
No escucho ninguna respuesta de parte de sus padres así que se dirigió a su habitación dejando sus cosas y cambiándose con algo de ropa cómoda, para así después bajar a comer.
Bajando ya las escaleras se encontró con su adorable hermano de ya 15 años.
—¡Hyun!—este lo abrazo, a lo que Hyunjin solo correspondió el abrazo con una sonrisa. Por lo menos tenía una bonita relación con su hermano, lo amaba tanto.
—¿Como te fue? ¿que tal todo?—le preguntó Hyunjin apartándose un poco y mirando a su hermano con una sonrisa.
—¡Muy bien! hicimos hoy diferentes actividades en la escuela...—rio un poco—Al menos no fue tan aburrida como las otras veces.
—Me alegra que haya sido así, eh... quisiera ser tú.—Hyunjin solo saco una corta carcajada.
Seungmin frucio el ceño a notar lo cortante y desanimado que estaba su hermano—¿Hyunjin, todo bien?—encarnó su ceja.
El pelinegro le dio pequeñas palmadas sobre sus hombros—Todo bien, Minmin, tranquilo.—sonrió—Mejor ve rápido a cambiarte, ya casí van a servir el almuerzo.
Seungmin solo asintió algo confunso y para nada convencido, subió las escaleras dejando así a Hyunjin en medio de estas todavía algo desconcertado.
El pelinegro rasco su nuca y fue hacía el comedor, encontrándose así con la mirada de sus padres. Saludo con una pequeña reverencia y se sento en el comedor.
—¿Como te fue hoy en las prácticas—pregunto su padre mientras ahora miraba su móvil.
Aclaró su garganta—Muy bien... algo cansado, como siempre.—sonrió nervioso mientras miraba el mantel, como si fuese lo más entretenido que hubiera—Posiblemente empezemos lo campeonatos el próximo mes... ¿iran a verme?—pregunto ilusionado, quería que sus padres fueran, nunca antes habían ido desde que se ha dedicado a el basquet.
Dejó su móvil a un lado y miro con seriedad a el pelinegro—Ya hablamos de esto, Hyunjin, sabés que no tenemos tiempo.—etrelazo sus manos sobre la mesa.
—Tu padre tiene razón, Hyunjin, es complicado, hijo...—dijo la señora Hwang, trató de que el ambiente no se volviera tan pesado.
Bufo—Como sea, esta bien.—miro a sus padres—Nunca tienen tiempo para nosotros.—se cruzó de brazos.
Se apoyó sobre la mesa sonando esto algo fuerte—No nos faltes el respeto, Hyunjin.
Rodo lo ojos—Saben... siempre es la misma excusa, que el trabajo esto, que el trabajo aquello.—se levantó de su silla—Siempre es la misma puta mierda con ustedes... nunca tienen un bendito tiempo para nosotros ¿al menos y recuerdan cuando es nuestro cumpleaños?—froto su frente—Siempre hemos sido solo Seungmin y yo, porque parece que ni unos putos padres tenemos.
Lagrimas de ira y dolor empezaron a caer por su mejilla, sentía como en cualquier momento podría ir y darle una buena cachetada a su propio padre, estaba cansado de la misma rutina de siempre... solo quería sentir un poco lo que es el amor de sus padres.
Observo como su padre se levantaba de su asiento y para nada neutral, se le notaba enojado, demasiado, no pudo reaccionar hasta sentir como la palmada de el señor Hwang iba directo hacía su cachete.
Sintió esa gran y dolorosa cachetada sobre él, después de tanto tiempo su padre nuevamente volvio a agredirlo, le sorprendió y no pudo evitar llorar.
Miró fijamente a su padre con sus ojos lagrimosos—¿No te basta con solo pegarle a mamá, verdad, hijo de perra?—dijo con un tono de voz alto y desafiante.
—Hwang Hyunjin, no le faltes el respeto a tu padre.—se levantó la señora Hwang y fue directo hacía donde se encontraban para tratar de detener la discusión.
Bufo—Y tú que lo defiendes... no jodas.—miro a su madre con semblante serio—¿De verdad dejas que este idio-
Sintió otra cachetada, pero, esta vez aún mas fuerte, logrando que su mejilla quedara roja y con algo de sangre.
—¡Ya detenganse!—gritó su madre poniéndose en medio de el señor Hwang mirándolo seriamente.
Sollozo—Jodanse...—con su mano aún en la mejilla se fue casi corriendo hacía afuera de la casa, en medio de esto vio como su hermano se encontraba llorando en la escalera observando la escena, se sintió terrible, pero, salió de ahí, cerrando así la puerta con fuerza.
Estando ya afuera solo se tiró al piso sin fuerzas a llorar y acariciando su mejilla. ¿Por qué es así? ¿tan malo hijo es? se preguntaba, sintiéndose terrible por todo lo que ha estado pasando siempre en su familia. Estaba cansado de lo mismo, de ver como su papá maltrata a su mamá y ella no hace absolutamente nada.
Sin ánimos y mientras seguía ahogándose en sus propias lágrimas tomó su celular que se encontraba en el bolsillo y marcó a la primera persona que pensó que podria hacerlo sentir mejor en un momento como este.
—¿Mmh? ¿Holaa, Hyunjin?—desde la otra línea pudo escuchar la calida voz de esa persona.
Con su voz temblorosa y aún llorando trato de contestarle—Felix... ¿puedo verte? quiero abrazarte... te necesito, por favor.
