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୨ৎ ─ 𝑮𝑬𝑴𝑰𝑵𝑰 :
Tres meses después.
Me apoyé en la mesa del comedor. Mis hermanos, mi primo y yo la habíamos ocupado. Love estaba sentada en un rincón, escuchando también mientras escribía en su teléfono. Como siempre, no tenía ni idea de lo que estaba tramando, pero levantó la vista y me sonrió, haciéndome sacudir la cabeza.
Ella tenía muchos secretos.
Un día le preguntaria sobre ellos, pero dudaba que Love me contara algo. Después de todo, era una Norawit. Se nos daba bien mantener la boca cerrada. Me froté el dolor en la parte superior del brazo. Más tarde, necesitaría un baño y algunos medicamentos para el dolor, pero Fourth me ayudaría con ambas cosas y me gritaría si intentaba hacer algo por mi cuenta. La sonrisa que se dibujó en mi rostro se ocultó rápidamente. Me gustaba que mi chico cuidara de mí.
— ¿Así que crees que esto fue más grande que Book? – preguntó Phuwin.
Me sacudí para volver a la realidad y dejé de pensar en él. Estaba pasando el rato con mi madre y mi abuela en la cocina, donde lo habían arrastrado para enseñarle otra vieja receta familiar que insistían en que sería fácil de hacer. Había pedido ayuda, pero dejé que se lo llevaran mientras me miraba con odio.
Más tarde se pondrá como un niño por eso.
— Gemini, presta atención. – gimió Phuwin. – Estoy intentando de ponerme al día aquí y tú estás soñando despierto con tu novio.
Me aclaré la garganta. — Cierto, sí creo que esto fue más grande que Book. Mark pudo investigar un poco y parece que la misma gente estaba manipulando nuestros almacenes.Los hombres de la casa y uno que capturó hace unos días tenían todos estos tatuajes.
Les mostré el papel que había mandado imprimir con una calavera y huesos cruzados. Una serpiente atravesaba la parte superior de la cabeza de la calavera, con la boca abierta la lengua fuera como si estuviera jadeando.
— Me resulta familiar. – dijo Winny con el ceño fruncido. – Pero no puedo ubicarlo. Déjame ver si encuentro algo en Internet.
Sus dedos volaron sobre la pantalla y yo asentí. Si alguien podía encontrar algo, era él. Al igual que mi primo, tenía la impresión de haber visto ese tatuaje antes, pero me quedaba en blanco cada vez que intentaba ubicarlo. Pero confiaba en que él haría lo posible por averiguar con quién estábamos tratando.
— Lo de siempre, además de comprobar esto. – dije mientras dejaba la foto en el suelo. – Dunk se asegurará de que nuestro comercio sexual esté bien cerrado y que todas las trabajadoras estén a salvo. Recibimos un porcentaje porque las protegemos. Si no lo hacemos, las perdemos.
