La noche había llegado, cubriendo el cielo con nubes grises y algunas estrellas que aún se podían ver a la distancia y en una casa abandonada cerca del muelle se alzaba una gran fiesta.
Las sombras danzaban en las paredes agrietadas, mientras la música resonaba en los pasillos vacíos, creando un ambiente misterioso y cautivador.
En medio de la oscuridad, las luces titilantes iluminaban la escena, revelando siluetas de figuras enmascaradas y vestidas con atuendos extravagantes, moviéndose al compás de la música que parecía que en cualquier momento reventaría oídos, mientras los invitados disfrutaban en este lugar olvidado por el tiempo.
El lugar era bastante interesante, había almohadas por todos lados, alfombras con colores llamativas, un escenario con luces e instrumentos musicales, también había una barra de bebidas y una mesa llena de bocadillos.
Las personas se acercaban a Kai para felicitarlo y el parecía estar satisfecho con todo el lugar y mostraba una gran seguridad ya que era el protagonista de la noche recibió muchos halagos por la gran fiesta que había organizado.
Kai el hijo de Jafar, era un chico alto, de pelo negro y apuesto, vestía unos Jens azules rasgados en la rodilla, y con mucha pedrería y adornos metálicos, tenia una camisa negra de puntos blancos. Sin duda su atuendo llamativo casi gritaba yo soy el diamante de la noche.
Mientras en la fiesta todos se divertían y se la pasaban bien a una distancia corta se encontraban cuatro chicos sonriendo maliciosamente, esperando el momento indicado para hacer su gran entrada.
[.......]
En uno de los extremos de la isla existía un castillo que era aterrador a simple vista en el habitaba nada mas y nada menos que la temible Maléfica, después de ser desterrada se apodero de uno de los pocos lugares habitables que existían nadie puso resistencia a ello después de todo quien se atrevería a contradecirla no solo era la villana mas cruel de todos los tiempos pertenecía a la realeza y todavía tenía seguidores y súbditos que le eran leales.
Maléfica se encontraba sentada en un pequeño estudio donde se la pasaba la mayoría del tiempo mirando atea vez de la ventana viendo como personas iban y venían de un lado al otro cuando alguien llamo a la puerta.
—Adelante—dijo con una voz tranquila pero que daban escalofríos. Vio entrar a uno de sus sirvientes con un sobre en las manos y con un semblante serio.
—Lamento importunarla, hay un asunto importante, vera el asunto es que...—el hombre parecía nervioso y pensativo, quería hablar pero dudaba.
—Quieres dejar de darle vueltas o puedes largarte— maléfica odiaba que le hicieran perder su tiempo, no es como si tuviera algo mejor que hacer, pero odiaba que la molestaran, odiaba hablar con las personas, ella odiaba a las personas, ella odiaba todo.
—Llego una carta, es una invitación del castillo— dijo por fin el hombre.
—Por una estúpida invitación te atreves a molestarme—dijo con una mirada fría iba a decir algo, pero no alcanzó a mencionar otra palabra por lo que aquel hombre dijo.
—No mi señora, no me explique bien, es una invitación enviada desde el castillo por su majestad el príncipe y futuro Rey de Rosanthea para el joven amo—el hombre procedió a abrir la carta y leerla.
Joven Jimin:
Yo el príncipe Jungkook hijo de los Reyes conocidos como la Bella y la Bestia he decidido como mi primera proclama real, como futuro Rey de Rosanthea, me complace anunciar la apertura del programa que busca brindar una oportunidad a los jóvenes de todos los reinos para acudir con una beca a la Academia Real de Rosanthea.
ESTÁS LEYENDO
Decendientes
FanfictionEn el majestuoso reino de Rosanthea donde la magia y la oscuridad danzan en un equilibrio que amenaza con desmoronarse dos jóvenes están destinados a entrelazar sus destinos en un juego de poder y redención. Jimin, hijo de la temible Maléfica encerr...