La Llegada a Japón

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Nos encontramos en la sala de reuniones de la prestigiosa escuela de héroes de Japón, la UA. Todo el personal se encontraba reunido por petición del director, se preguntaban porque los había reunido a un mes del examen de ingreso para los de primer año, aunque si era honestos con Nezu se podían esperar cualquier cosa.

— ¿Para qué creen nos haya reunido el director? — Rompió el silencio la heroína clasificación R Midnight, curiosa del motivo de tener está reunión cuando tenían que preparar las cosas para el examen de ingreso.

— Yo solo espero que no sea nada problemático, esa rata siempre que planea algo no es nada bueno — Los murmullos de fastidio del héroe clandestino Eraserhead no se hicieron esperar, este solo quería volver a la sala de profesores por su café.

— Vamos Sho! No seas un amargado! Seguro es algo interesante — Intento dar optimismo el héroe de la voz Present Mic a su mejor amigo.

— Mic esta en lo correcto, esta reunión es mínimamente interesante en mi opinión — Abriendo las puertas de la sala entro el director, con su clásica taza de té en sus pequeñas patas caminando hacia su lugar correspondiente en la sala.

Silencio y una aura de intriga inundo el lugar mientras se escuchaban los pequeños pasos, una vez este llego a su lugar sonrió de tal manera que el personal pudo llegar a una conclusión unánime "Esta planeando y no es bueno", a tal conclusión el héroe borrador suspiro de forma pesada con el presentimiento de que seria de los más afectado con los planes del director.

— Bueno antes de empezar alguno de ustedes les suena ¿Equestria? — Ante esa pregunta todo el personal miro sin comprender el porque les preguntaba sobre la nación más aislada del mundo, donde apenas eran conocidos dos grupos de héroes originarios de ahí eran conocidos en todo el mundo.

— ¿Hay algo que debamos saber sobre ella señor director? — Hablo primero el símbolo de la paz en su forma esquelética, intrigado por saber más.

— No demasiado, solo que conseguí que 6 chicas de ese lugar vengan a estudiar en esta institución — Le dio un pequeño sorbo a su té el pequeño director en espera que su personal reaccionar a la bomba que había soltado sin preocupaciones.

Una vez cada uno terminó de procesar aquella información en casi una coordinación casi perfecta se escuchó el grito en unión de todos "QUE?!", causando un caos en aquel lugar con cada uno gritando y preguntando mil cosas en busca de respuestas, excepto dos personas siendo el héroe clandestino y el símbolo de la paz, miraban en intriga al director.

Sin decir y fajando su taza de té en la mesa con suma delicadeza, el lugar quedó en silencio una vez la taza tocó la mesa. Todos miraron al director en busca de respuestas sin gritar como antes.

Antes de cualquier pregunta quiero presentarles dos amistades mías que me ayudaron en mi cometido — Con dichas palabras la puerta de la sala se abrió dejando ver a dos jóvenes adultas entrando al lugar.

La primera en entrar fue una mujer bastante alta, con piel pálida como la nieve misma, ojos rosados brillantes pero al mismo reflejados con sabiduría, un largo cabello hasta su la mitad de sus muslos, colorido como un arcoiris solo que en tonos pasteles. Un vestido blanco y sedoso cubría su cuerpo resaltando su figura bien distribuida, una tiara vikinga dorada con pequeños rubis sobre su cabeza y unos tacones bajos dorados con un diseño muy peculiar, pero sin duda lo más llamativo eran sus imponentes alas blancas junto un cuerno salir de su frente. El aura de respeto y poder no se podía negar, era como si estuvieran enfrente de una deidad misma, aunque su semblante era cálido con una pequeña sonrisa adornando sus labios.

Las chicas de intercambio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora