✨capitulo 7✨

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-En cuanto termino de limpiarlos los saco del agua, lavándolos ahora con agua fría del grifo. Coloco cada chupete en un pequeño frasco transparente sobre la encimera y empiezo a hacerle leche, bueno al menos creo que lo estoy haciendo correctamente.

Le meto la leche dentro y luego lo llevo al microondas, poniéndolo a calentar durante 35 segundos. Aprovecho este tiempo y desde el banco miro hacia la habitación, desde el banco puedo ver un poco de la habitación. La veo sentada en el mismo lugar donde la dejaré, abrazando a la mariposa y alisando el pelo rizado de la muñeca. ¡Involuntariamente dejé escapar una sonrisa de satisfacción de que le haya gustado!

Salgo de mis ensoñaciones con el pitido del microondas, lo abro, tomo el biberón con la leche dentro y le pongo dos cucharadas de leche con chocolate dentro, pero antes de cerrar el biberón para agitar y mezclar la leche con chocolate con la leche, coloco una tapa poco profunda y transparente en la parte superior del biberón y luego pongo la tapa con la tetina, agitando el biberón y mezclando los ingredientes, hago todo este proceso molesto ya que la cuchara no entra en el biberón. Hago todo lo que Henrique me explicó, incluso probar la temperatura de la leche en el dorso de mi mano, y solo entonces regreso a la habitación.

Cuando llego frente a ella y ve el biberón en mis manos, inmediatamente extiende sus bracitos, y la levanto estilo novia, dándole el biberón en su boca, que pronto comienza a succionar desesperadamente, lo que hace que me duela el corazón. imaginarla teniendo hambre y no saber cómo pedírmelo.

-Despacio, ángel...- digo suavemente, mirándola con cariño, y noto cuando empieza a chupar lentamente.- ¡Hermosa! - Besé su mejilla y subí a mi habitación.

Me acuesto con élla en mi cama y, mientras la veo beber su leche, me pregunto cómo llegué aquí. Cómo este angelito me hizo cambiar por completo mis acciones, mis pensamientos, mis sentimientos...

Hago cosas por ella que nunca serían inimaginables para mí. Ella tiene este poder contra mí, no puedo evitar pensar en ella, ella siempre invade mis pensamientos. Ella está en cada rincón. Temo que no seré suficiente para ella, especialmente ahora con la noticia de la muerte de sus padres, la dejará aún más devastada. ¿Cómo le diré esto? Ella es tan frágil. Tengo miedo de lastimarla... Eres un hombre

Temperamental, explosiva, temo terminar desahogando mis frustraciones de todos modos. No, no, nunca la atacaría físicamente, pero sí psicológicamente, que sigue siendo diferente.....

Los problemas de Mafia que tengo que resolver a menudo me dejan estresado, y mi única manera de solucionarlo es teniendo "buen" sexo con las putas de la familia. Lo cual desde hace unos días no ayuda mucho, ni siquiera beber. Incluso consideré la idea de dejarla en casa de Henrique y Ellie, pero descarté esa idea inmediatamente, mi angelito no es un objeto que se pueda llevar de un lado a otro. Haré todo lo posible para que esté cómoda en mi casa.

Me despierto con la brillante luz del sol en mi cara, y un peso abrazando mi cintura y un agradable olor a madera, miro hacia abajo y veo un fuerte brazo tatuado alrededor de mi cintura poniéndome nerviosa y teniendo que soltarme de su agarre, que está en Se van, haciendo que me acerque más a él, y siento el pecho de quien sea, pero no puedo evitar sentir un poco de calor en mi cuerpo y una buena sensación de comodidad. Si no puedo liberarme de su agarre, giro mi cuerpo hacia sus brazos, quedando cara a cara con él... Y... Leonardol...

- Leonardo...-susurro, sorprendida al no recordar cómo aparecí en sus brazos.

Miro su rostro tan sereno y no puedo evitar llevar mi mano a su rostro, acariciándolo ligeramente, y puedo jurar que escucho un ronroneo proveniente de él. Acaricio su mejilla y mi mirada se posa en sus labios rosados ​​y carnosos, dándome un deseo inmenso de besarlos. Me alejo, o lo intento, cuando veo que sus ojos se abren, dejándome avergonzado. Miro hacia abajo tratando de no sentirme aún más avergonzada, pero no funciona cuando miro hacia abajo y veo su pecho tallado por los dioses y siento aún más calor, y miro a un lado de su rostro, pero específicamente a la pared. , cuando me doy cuenta que mis manos siguen en su mejilla, acariciándola, trato de quitársela pero él pronto la retira, llevándola hacia su boca, dejando allí, en el dorso de mi mano, un beso, que deja yo con la piel de gallina...

- ¡Buenos días ángel! - Me sorprende el apodo y la mirada.

-¡¿Angelito?!...- Pregunto, confundida y avergonzada al mismo tiempo.

Él se ríe y se acomoda en la cama, apoyando su cabeza en su mano, mientras la otra continúa sosteniendo mi cintura.

- ¡¿No me vas a desear un buen día?! - Veo un atisbo de sonrisa en sus labios, pero vuelvo a apartar la mirada de ellos.

- ¡Lo siento, buenos días! - y luego empiezo a preguntarme, ¿cómo llegué a pagar aquí? - ¿Cómo llegué aquí?... ¿Dónde estoy? - Intento nuevamente soltarme de sus brazos, esta vez lo logro y me siento en la cama.

Me doy cuenta que estoy vestida con la misma ropa... la misma ropa que cuando mi madre me sacó de casa... Y entonces empiezo a recordar todo, ella afirmando que mi padre la traicionaría y ella... . sus malas palabras hacia mí... Entonces me doy cuenta de que estoy llorando suavemente cuando siento las manos de Leonardo en mi cara, secándome las lágrimas, o intentándolo, porque cuanto más lo intenta, más recuerdo sus palabras... Ella. era a quien llamaba madre, a quien amaba tanto que no cabía en mi corazoncito...

- ¡No, no llores, Ángel Mío! Está bien... siento que me atrae hacia sus brazos, abrazándome, y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello, ocultando mi rostro allí. - Todo estará bien... con tus manos acariciando mi espalda, poco a poco puedo calmarme.

- ¿Qué pasó?...- logro preguntar, apartando mi rostro de su cuello y mirándolo.

- Cálmate, ¿vale? - Me alisa las mejillas, secándolas. - Resulta que tendrás que quedarte conmigo por un tiempo... No dejaré que termines confundido.

- Pero... pero ¿por qué? ¡¿Y mi padre?! Mi madre... ¡¿Qué pasó?! Quiero saber: me bajo de su regazo y de la cama, me pongo de pie y lo miro. - Responder

- Sólo te pido que te calmes, angelito... Por favor... - se levanta también, deteniéndose frente a mí. - Está bien, tu padre solo me pidió que te llevara a mi casa a salvo mientras él y tu madre arreglan las cosas... No es seguro que te quedes allí por un tiempo... - dice sin mirarme a los ojos , sino más bien por mi pelo, que se alisa mientras habla.

- ¿Por qué no me miras a los ojos?...- Pregunto confuso y un poco más tranquilo. ¡¿Eso es verdad?!

- ¿No creas en mi? - Eso creo, ¿verdad? Porque no lo creería, es el subjefe de la MAFIA RUSA, mi padre no me confiaría a alguien que no conoce.

-Yo lo creo-digo con cierta desconfianza, pero que pronto desaparece cuando veo una amorosa sonrisa en su rostro.

Continua .....

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¿Por qué Leo no le dijo la verdad?

Tener puesto...

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un Angel en mi vida(Luana)(pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora