La Sombra de los Shane

Capítulo 22

Han pasado algunos meses desde que mi hijo se fue para empezar su entrenamiento con Shinai, mismo tiempo en que yo me hice responsable de Bajoterra y de la Banda de Shane. Había pensado que seria un cambio drástico, pero no lo fue, me era normal dar indicaciones al equipo durante misiones o patrullajes, seguíamos compartiendo desayunos, almuerzos y cenas agradables, aun se mantenía la dinámica de que cada uno en lo suyo y cosas por el estilo. Mi asignación como líder no cambio mi relación con el equipo, agradecía eso porque no hacia las cosas incomodas. Pero con las personas externas fue diferente, se habían acostumbrado a ver a Eli y cuando miraban que llegaba yo se incomodaban, y en consecuencia, yo también me ponía incomoda, eso solo hizo que la comunicación fuera tensa y poco eficiente.

Por otro lado, la ausencia de Eli me golpeo fuerte, fue difícil vivir sin poder verlo, y aunque nos hemo visto en estos meses, no ha sido lo mismo. Todo mejoro cuando tomé al chico Billy como alumno, tenia que tener algo que exigiera constantemente mi atención y Billy tenía potencial de ser un buen lanzador, entonces le ofrecí ser mi aprendiz.

Empecé su entrenamiento por mejorar su actitud, era arrogante e impulsivo, no se daba la oportunidad de pensar o siquiera de analizar la situación, eso y que no tuviera los valores correctos hacía que fuera un lanzador mediocre.

Al principio fue necio conmigo, no me escuchaba o seguía mis instrucciones, decía que sabia que era lo mejor para él, que no tenía por qué escucharme. Yo me mantuve siempre tranquila ante su descaro, deje que hablase para luego decirle algunas de sus verdades, después de eso fue más dócil, empezó a escucharme y a seguirme, pero seguía siendo arrogante y necio con las demás personas, supongo que era lo mejor que podía conseguir por el momento.

Hacíamos yoga junto con las babosas en las mañanas, plantábamos plantas y flores las tardes del martes, miércoles y jueves, hacíamos nuestros propios patrullajes y pequeños mandados de algunas cavernas, todo eso para que limpiara su ser y comenzara a aprender los principales valores de un buen lanzador.

Luego le di una rutina de ejercicio, una que reforzara sus habilidades físicas establecidas, como lo era la fuerza y la velocidad, cuando ya estaba acostumbrado a ella le di una rutina que le ayudara a mejorar su flexibilidad y resistencia, sus habilidades más débiles. Con los meses él tuvo disciplina, que era lo que yo quería.

Era raro entrenar alguien que no fuera mi hijo, nunca me aventure a tomar a un alumno antes de Billy. Antes de que Eli naciera, estaba acostumbrada a ser solo yo en el mundo, yo aprendía sola, vivía y sobrevivía sola, luchaba sola, y aunque mis babosas me acompañaban todo el tiempo, no era lo que yo deseaba tener, entonces sí, es raro compartir mi conocimiento con alguien que no era parte de la familia, se sentía...bien.

Al equipo no le agrado mucho que yo empezara a entrenar a Billy, y no los culpo, en su momento se alió con Blakk e intento pisar a Doc. No pretendo defenderlo, pero...los niños a veces son estúpidos y crueles, eso bien lo sabía Eli, él había sufrido bullying en su infancia por su cabello azul y pecas, rasgos que heredo de mí y que luego me culpe por ello. Al final, la culpa lo tiene los padres de los niños, por no enséñales empatía y amabilidad, Billy nunca aprendió eso y ahora me tocaba a enseñarle.

Sin duda, extrañaba mucho a mi hijo, como deseaba poder verlo más que un par de horas cada mes...

En estos meses también estuve visitando a Thaddeus, el hombre ha mantenido su postura firme y autoritaria por más tiempo de lo que había pensado, no se aburría gracias a mis regalos que le daba en cada visita. Curiosamente, me habla más y más cada vez que voy, me arriesgaría a decir que es agradable...a veces.

Pero dejando de lado todo, actualmente estábamos yendo de compras a la caverna comercial, Billy nos acompañaba en esta ocasión por la falta de semillas y flores para plantar. Él iba a mi izquierda y los demás a mi derecha o detrás, seguramente él sentía la hostilidad de la banda.