La manzana prohibida (RomanxLeo)

Capítulo 3

Así que, efectivamente, habían mensajes de Leonel allí.

Las mejillas de Román se pintaron de un color rosa muy suave. Rápidamente entro al chat nombrado "love of my life💗".

"Román"
"Discúlpame por ignorarte el resto del día ayer"
"¿Estás ocupado?"
"¿Podemos hablar?"

El de pelo corto leyó los mensajes mentalmente, con un pequeño brillo en sus ojos y un color rosa claro pintado en sus mejillas.

aquellos mensajes mandados hace horas, estaban a punto de ser respondidos ¿Cuál era el problema de todo este asunto? Que Román realmente no sabía que hacer o que decir, el sentía miedo -muchísimo miedo- no había pensado en como arreglar las cosas para ser honesto.

Con todo el miedo del mundo Román entró al chat de Leo y responde con lo siguiente:

"Hola Leo, si no se te hace muy tarde podemos hablar ahora"

En el caso de Leo, el estaba jugando honkai como diariamente lo hacía, de repente sintió su celular vibrar, y puso la pelea en automático, para poder tomar su teléfono y ver qué sucedía.

"¿Habrán funado a otra persona en Twitter?" Dijo de manera irónica y acto siguiente se río.

Entro a WhatsApp y vió todos sus chats.
"Román Omega"
"Homosexuales" (grupo del colegio)
"Lara"

Sus ojos brillaron al ver el primer nombre de todos los chats en su teléfono.

Entro rápidamente y respondió.
"Ah, sí, no hay problema." Contestó de manera tranquila.

Román llamó a Leo y este a los pocos segundos contesta.

Leo: Román, gracias por querer hablar.
Román: No tranqui, la verdad quiero que  aclaremos las cosas lo más pronto posible.
Leo: Yo también quiero que aclaremos las cosas

Los chicos se quedaron unos segundos en silencio hasta que Román vuelve a hablar:

Román: La verdad Leo, me quería disculpar por lo que pasó en la biblioteca, era un reto.

"Un reto" esas palabras se repiten en la cabeza de Leo, se ilusionó y ¿Pará qué? Era obvio que Román no iba a sentir nada por él.

Román se sentía horrible por mentirle al amor de su vida, pero simplemente no sabía que más hacer,no podía simplemente decir "te tengo ganas" o alguna cosa así.

Leonel se entristeció y apagó su teléfono, lo tiró a algún lado de su habitación, para su suerte a una silla gamer recién comprada, por lo que su teléfono no sufrió ningún tipo de quiebre en su vidrio templado.

Román se mantuvo impaciente, queria una respuesta ahora mismo pero Leonel lo había dejado en visto y ni siquiera había respondido.