El Reale Arena estaba lleno hasta los topes. La expectación era palpable, no solo porque era un día de partido, sino porque se celebraba el último encuentro de Robin Le Normand como futbolista profesional. Había decidido retirarse para disfrutar de la infancia de sus hijos más pequeños y pasar más tiempo con su familia. La Real Sociedad, el equipo de su vida, había preparado una gran celebración en su honor.Robin estaba arropado por sus compañeros en el túnel de vestuarios. Entre ellos se encontraba su hijo Leo, quien ya había comenzado a dejar su huella en el primer equipo. Ambos compartían una conexión especial en el campo, una combinación de experiencia y juventud que había inspirado a muchos aficionados.
Mientras esperaba la salida al campo, Robin no podía evitar sentir una mezcla de emociones. Había pasado la mayor parte de su vida en ese club, y ahora estaba a punto de dar un paso hacia una nueva etapa.
El partido transcurrió con la intensidad habitual, pero el momento más esperado llegó al final. Con el pitido final, los aficionados se levantaron de sus asientos y ovacionaron a Robin. Los jugadores formaron un pasillo de honor, y Robin, visiblemente emocionado, caminó hacia el centro del campo, donde lo esperaban su familia.
Alicia, con Matteo, Luka y Alex a su lado, bajó al campo. Los niños corrieron hacia su padre y lo abrazaron con fuerza. Leo, también emocionado, se unió al abrazo familiar, mientras Alicia miraba a Robin con lágrimas en los ojos.
— Te queremos mucho, papá —dijo Leo, abrazando a su padre con fuerza.
En el gran monitor del estadio, comenzó a proyectarse un video con los mejores momentos de Robin en la Real Sociedad. Las imágenes mostraban goles memorables, jugadas impresionantes y celebraciones con sus compañeros. Varios jugadores dieron palabras de agradecimiento y admiración, y al final, sus hijos también aparecieron en el video, expresando lo orgullosos que estaban de su padre.
— Papá, eres nuestro héroe —dijo Matteo en el video, con una gran sonrisa.
— Gracias por ser el mejor papá del mundo —añadió Luka.
— Te queremos mucho —concluyó Alex, con su pequeña voz.
—gracias por apoyarnos en todo - concluyó Leo -
Después del video, Robin tomó el micrófono para dirigirse al público.
— Gracias a todos por estos años maravillosos —dijo, su voz quebrada por la emoción—. He vivido momentos increíbles en este estadio, pero ahora es el momento de dedicarme a mi familia. Les agradezco a todos por su apoyo incondicional y por permitirme vivir este sueño. Sé que el legado continuará con Leo y, ¿por qué no?, también con Matteo en el futuro. Y aunque Luka ha elegido el camino del karting, siempre será un Le Normand. Gracias, Real Sociedad, por ser mi hogar.
Las lágrimas corrían por el rostro de muchos en el estadio, sabiendo que era el final de una era. Pero también había una sensación de esperanza, ya que el legado de Robin continuaría con sus hijos.
Al día siguiente, Robin se enfrentó a su primer día sin ser futbolista profesional. La casa estaba tranquila, con Alicia preparando el desayuno y los niños correteando por ahí. Leo se preparaba rápidamente para ir al entrenamiento del primer equipo, emocionado por seguir los pasos de su padre.
— ¿Estás listo, hijo? —preguntó Robin, ayudando a Leo a ajustarse las espinilleras.
— Sí, papá. Gracias por todo —respondió Leo, con una sonrisa.
Robin lo despidió en la puerta, viendo cómo Leo se dirigía al estadio. Sentía una punzada de tristeza al no acompañarlo, pero también una inmensa felicidad al saber que su hijo estaba cumpliendo su sueño.
— ¿Y ahora qué, papá? —preguntó Matteo, mientras jugaba con una pelota en el jardín.
— Ahora, hijo, disfrutamos del tiempo juntos —respondió Robin, sonriendo mientras abrazaba a Matteo—. Y quién sabe, tal vez te entrene a ti pronto.
Con Alicia a su lado y sus hijos alrededor, Robin sabía que había tomado la decisión correcta. La vida como futbolista profesional había sido increíble, pero la vida con su familia era aún mejor. El legado de los Le Normand continuaría, y Robin estaba emocionado por ver lo que el futuro les depararía.
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Mañana subo el ULTIMO caputulo de la historia 😞
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El gol del corazón: La historia de Robin y Alicia
Historia CortaEn el vibrante mundo del fútbol, donde el césped y el brillo de los focos definen el día a día, es fácil olvidar que detrás de cada figura pública hay historias de amor, sacrificio y esperanza. Este es el relato de Robin Le Normand, un talentoso def...