Todo el mundo la miraba.
La chica nueva en un nuevo puesto hecho sólo para ella.
Haruno Sakura, jefa de Recursos Humanos y la comidilla de la oficina del bufete público de Konoha. Ella tenía que trabajar principalmente con los fiscales, por alguna razón tenía una gran tasa de rotación, y ella estaba allí para arreglarlo.
Pero le encantaban los retos.
El primer día destacó por su pelo rosa, su sonrisa radiante y su vestido rojo. Era una americana rojo vino con una falda lápiz ajustada a juego, blusa verde seda con un lazo cosido alrededor del cuello a juego con sus ojos brillantes. En su antiguo trabajo, todo el mundo vestía con colores vivos y llamativos. Era como una familia. La animaron a ir más allá del bufete privado especializado en derecho de responsabilidad civil (principalmente negligencias en medicina). Su jefa y mentora, Lady Tsunade, vio un mayor potencial en Sakura, alegando que no estaba aprovechando todo su potencial como líder y gestora en Senju Law y que necesitaba ascender en el mundo.
Y así fue como terminó aquí.
Un lugar donde todos tenían caras miserables y un traje negro o gris. Ella era un toque de color en esta aburrida y deprimente oficina. Y estaba decidida a que siguiera siendo así.
Pero...
Intentó que no le afectara, pero como nunca había trabajado en RR.HH. (estudiaba todo lo que podía por las noches y terminaba su curso de RR.HH. en un año), se sentía un poco -bueno, no un poco- intimidada por este bufete de abogados de primera categoría. A medida que transcurría la primera semana, sintió que su confianza disminuía y que su vida empezaba a volverse monocromática.
Empezó a entender por qué este lugar tenía una tasa de rotación masiva. El trabajo era interminable y estresante, pero las relaciones eran aún peores. Nadie trabajaba en equipo ni tenía motivación para avanzar. Y los dos nombres principales en su buzón de quejas eran el exigente Uchiha Sasuke y el demasiado entusiasta Uzumaki Naruto.
Sasuke y Naruto eran los mejores abogados del bufete. Naruto estaba especializado en víctimas, mientras que Sasuke lo estaba en acusados. Al conocer por primera vez al entusiasta rubio, nunca habrías adivinado que era abogado, nunca se estresaba y hablaba como un tonto de trece años. Pero cuando exponía su caso, enamoraba al público con sus apasionados discursos sobre la justicia y el fin del ciclo de dolor y violencia "¡En la cárcel puedes expiar tus pecados y salir como un hombre mejor!". Sasuke, en cambio, se mostró más estoico, cortante, recitando su caso con pura lógica y genialidad "Está claro que el acusado no estaba en el estado mental adecuado, fue el sistema quien le obligó a hacerlo". Sakura no podía imaginarse un tribunal con ambos enfrentándose, sería un campo de batalla, menos mal que eran socios en el mismo bufete.
Aunque los dos eran unos abogados increíbles, era terrible trabajar con ellos. Naruto era excesivamente apasionado, hacía trabajar a la gente hasta la extenuación sin darse cuenta de que nadie tenía su inagotable resistencia. Mientras que Sasuke era mortal, felizmente (bueno, nunca nadie ha visto a Sasuke mostrar un atisbo de felicidad) criticando a cualquiera sobre todo lo que hacías, destruyendo la energía y la confianza con cualquiera que 'ayudara' en sus casos.
Sakura ya conocía bien a Naruto, apareciendo en su oficina casi cada hora preguntándole si quería ramen o una cita, pero ni una sola vez ha hablado con Sasuke. Sólo recibía alguna que otra mirada o una dura mirada. Cada vez que él estaba cerca o incluso la miraba, su cuerpo hormigueaba, era increíblemente guapo y mil por ciento intimidante.
Bueno, no parecía intimidante cuando dormía...
Sakura estaba inundada de papeleo tras su segunda semana allí, sobre todo de formularios de dimisión, y necesitaba contratar rápidamente a un nuevo grupo de empleados o convencerles de que no se fueran hasta que acabara el caso Zabuza.
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Queja Nº1: Sasuke Uchiha - SasuSaku
FanfictionModern AU. Haruno Sakura decidió cambiar un poco de carrera, de abogada a gerente de recursos humanos en el estresante bufete de abogados públicos de Konoha. Pero hizo lo que todos los empleados de recursos humanos no deberían hacer... acostarse con...