Mileena x Lector.

Un equipo temporal

El Templo de los Campeones está en ruinas, con humo y llamas por doquier. Homelander, con su uniforme azul y capa roja, flota sobre los escombros, su sonrisa arrogante reflejando su victoria. Cadáveres de guerreros yacen a su alrededor.

(T/n) caminaba lentamente atraves del bosque, su camisa negra tapada con una campera con cierre, sin capucha, con un cuello alto y un tejido que imita la textura de un suéter, ofreciendo un look elegante y casual al mismo tiempo.

El lugar estaba soleado y sumamente rocoso, las rocas del lugar estaban manchadas de sangre, varios cadáveres estaban en el suelo manchados con la propia sangré que chorreaba de sus cráneos. Era como si estuviera en una escena del crimen.

Además, las pequeñas chozas dónde aquellas personas del otro mundo aparentemente guardaban sus armas también estaban manchadas con sangre y cadáveres.

(T/n) siguió caminando, hasta que un cosquilleo le lleno la espalda y un profundo terror lo inundó al escuchar una serie de pasos viniendo hacía él.

De entre las sombras detras de una roca una mujer salió saltando ferozmente de allí, parándose de forma encorvada y amenazante enfrente del humano, revelando unas garras con guantes en sus manos.

Ella llevaba un atuendo ajustado y muy revelador, que consiste en un leotardo de color púrpura oscuro, complementado con detalles en dorado y negro.

Los hombros están descubiertos, una línea deja ver parte de la piel de su pecho, su espalda está descubierta hasta la mitad. En donde empiezan sus bíceps tiene una especie de collar dorado, guantes hasta los antebrazos de color morado junto con guantes de color negro con grandes garras plateadas.

La mitad superior de sus muslos están descubiertos, el resto de sus piernas están tapadas con medias moradas.

Una máscara morada cubre la parte inferior de su rostro, ocultando su boca y revelando solo sus ojos brillando con un tono amarillento.

Su cabello es largo y oscuro, peinado hacia atrás con una coleta. Aunque su máscara cubre parte de su rostro, se puede notar su tez clara y su mirada penetrante. Su complexión era atlética.

"Ha pasado tiempo..." Dijo la mujer, poniendose de forma un poco más recta y calmada con los brazos ligeramente extendidos. "¿No estás feliz de verme, (T/n)?" Preguntó la mujer, sacando el pecho hacia adelante y mostrando un poco de su curvadesca figura. La voz de ella era un poco salvaje y como si estuviera hablando de forma forzada.

Esta no era la primera vez que ellos se encontraban.

Él humano sabía que, seguramente, esa mujer no podía esperar para arrancarle cada parte del cuerpo.

Él observo con detalle el cuerpo de la mujer, no podía negar que ella era hermosa físicamente. Sin embargo, él sentía un poco de miedo debido a la naturaleza salvaje y agresiva de la mujer.

"Mileena.. no quiero pelear, solo quiero hablar," Declaró (T/n), su voz baja y un poco temblorosa.

"¿Liu Kang te pagó para matarme?" Preguntó de forma curiosa Mileena, inclinando un poco la cabeza hacia la derecha.

"No, él... Él está muerto, Mileena." Respondió (T/n), bajando un poco la mirada hacia el suelo. "Mileena por favor, no quiero pelear," Murmuró el hombre.

"¡Ja! Uno menos al que matar." Exclamó Mileena, sus ojos y cejas mostraban un destello de alegría por la muerte de aquel guerrero. "¿Porque debería confiar en ti?" Mileena preguntó nuevamente, está vez su expresión mostraba enojo y sus puños se cerraron.