"¿Puedes dejar de abrazarme, por favor?"
"No."
"Max, no me gusta."
"Yo sé que sí."
Checo intentó sacarle los brazos de encima sin éxito y solo suspiró. Ambos estaban acostados en una mediana cama, estaban en una pijamada en la casa de su amigo Oscar al comenzar las vacaciones de verano en la universidad. Querían celebrar y decidieron hacer una noche de juegos y alcohol.
Checo suspiró y dejó de luchar, sabía que Max nunca lo soltaría, nada funcionaba cuando Max se ponía de esa forma.
A la mañana siguiente, Max ya no lo tenía abrazado por lo que Checo se levantó a prepararse un café. Unos minutos después llegó Oscar con Charles y finalmente Max, quien fue directamente a Checo a darle un abrazo pesado, tenía su cabeza apoyada en su hombro y sus brazos colgando.
"¿Me haces un café también?"
"No puedo hacerlo si no te sales de encima."
Con una sonrisa, Max se separó y se sentó en el sillón junto a Charles para ver alguna serie o película. Oscar se quedó en la cocina con Checo.
"¿Alguna vez parará?"
Checo suspiró mientras movía sus manos rápidamente haciendo el café.
"Espero que sí, me agota."
Oscar preguntó, "¿Y él lo sabe?"
"Lo sabe perfectamente, se lo he dicho mil veces pero no entiende, lo curioso es que es así de pegote solo conmigo, es un maldito sticker."
"Quizás le gustas."
Checo negó con la cabeza. "Me ha dicho que no, solo que soy muy "adorable"."
Oscar soltó una pequeña risa y luego se fueron a sentar en el sillón con los otros dos chicos, Max de inmediato hizo un espacio a su lado para que Checo se sentara pero lo ignoró y se sentó al lado de Charles después de entregarle su café.
Todos vieron una película antes de irse, Checo se mantuvo lo más alejado de Max que pudo. Estaba agradecido de no verlo tan seguido en estas vacaciones de verano, no tenía planeado juntarse con él y si es que se juntaban tenía que ser con alguien más. Checo ya ha salido a solas con él y lo odiaba, Max era imposible. Al inicio no era así.
Cuando Checo conoció a Max fue en el primer año de universidad, es decir que se conocen hace 10 meses. Checo siempre fue una persona bastante seria, perfeccionista y directa, dudaba que consiguiera amigos porque normalmente la gente se alejaba y estaba bien, aunque sea un poco solitario.
El primer día de clases, Checo, Oscar y Charles se sentaron juntos aleatoriamente y comenzaron a hablar. Checo hablaba lo justo y necesario pero le había agradado mucho la personalidad de ambos y esperaba juntarse más con ellos. Fue en esa misma clase cuando un chico alto, rubio y de ojos azules llegó tarde y disculpándose se sentó al lado de Checo.
"Hola."
Max saludó alegremente al grupo de compañeros y todos lo saludaron de vuelta. Checo y Max hicieron contacto visual por un segundo y continuaron la clase. Al terminar los cuatro salieron y Oscar ofreció ir a almorzar juntos y así fue. En el casino de la universidad, Checo y Max se sentaron al lado del otro y los cuatro conversaban, Checo de vez en cuando compartía unas palabras pero no era muy sociable.
Era verdad que Max era un poco empalagoso, normalmente si se reía se tiraba al lado tuyo, solía tomar o tocar las manos, saludaba con un abrazo, reposaba su mano en tu pierna, era parte de su esencia y era así con los tres. Un día, Max y Checo terminaron en casa de Oscar hablando de cosas profundas, Max se abrió con Checo, le dijo cosas que no le decía a todos y al recibir tan buena respuesta del otro, las cosas comenzaron a cambiar.
