Advertencia: este fic contiene escenas explícitas de sexo y ligero bdsm. Leer bajo su propio criterio.
Si era sincero consigo mismo, Minho no tenía muy claro cómo había llegado hasta aquí.
Aunque bueno, digamos que había estado buscándolo de manera inconsciente desde hacía meses. ¿Años tal vez? No lo sabe.
Su naturaleza siempre le había obligado a estar a la altura, a ser un alfa comprometido y diligente. A no presentar debilidades ni dejarse amedrentar por nada ni por nadie. A seguir adelante a pesar de las dificultades y a llevar el peso sobre sus hombros de comportarse como tal.
Su padre le había nombrado CEO de uno de los hoteles de su cadena cuando estuvo preparado. El señor y la señora Lee siempre habían tenido ese futuro en pie para su hijo, y él lo sabía. Aceptó, incapaz de llevar la contraria a su familia.
El problema aparecía al caer la noche. A sus veintiséis años aún no había encontrado a su destinado, incluso había llegado a pensar que ni siquiera existía. Minho era tan raro, que pensó que sus anomalías acarreaban la consecuencia de que estuviera solo para siempre.
Practicó sexo con varias personas omegas y algunos betas. Pero nada le complacía, ya que siempre se establecían unos roles que no terminaban de encajar con él, llegando incluso a recibir quejas al respecto. Tampoco es que tuviera demasiado contacto con su alfa. Honestamente, no le había escuchado hablar nunca, incapaz de pronunciar palabra por miedo al rechazo. El mismo que él sentía.
Le costaba tanto llegar al orgasmo, que no se había anudado con nadie nunca. Sabía que algo no estaba bien con él desde que debutó como alfa, pero últimamente había alcanzado otros aspectos fuera de lo sexual. Se encontraba apático, triste. Su mejor amigo Christopher, otro alfa, le había comentado varias veces que su olor se sentía algo apagado, como si hubiera perdido fuerza.
El limón se volvía más ácido cuando su mente vagaba por los pensamientos más intrusivos y despiadados del fondo de su cabeza.
Entonces, Christopher le recomendó un lugar.
Un lugar en el que hacían terapia sexual, por llamarlo de alguna manera.
Nadie mejor que él sabía por lo que Minho estaba pasando, así que cuando escuchó a dos betas tener una conversación al respecto en su bar, no dudó en decírselo.
Y allí estaba Minho, en la entrada de algo que estaba muy lejos de ser una "clínica". Las grandes puertas de caoba oscura tenían un letrero dorado a la izquierda: "Insolitum".
Había llamado la semana anterior preguntando por las posibles terapias. Le habían enviado por correo un formulario para que lo rellenara según sus gustos, además de dar su consentimiento para lo que podía o no pasa. Alguno de los apartados le hizo sonrojar hasta la raíz del cabello.
Cogió una bocanada de aire antes de entrar, asegurándose de que sus nervios no le hicieran apestar a limón podrido. Empujó las puertas, que cedieron fácil ante su fuerza, y encontró una recepción bastante discreta. La joven beta detrás de la barra le sonrió cuando él la miró.
–Buenas noches, ¿su nombre por favor?
–Lee Minho –respondió él devolviéndole la sonrisa.
Ella tecleó rápido su nombre en el ordenador, y con un asentimiento se giró para indicarle el número de habitación.
–Señor Lee, vaya a la habitación número 7. En seguida estará con usted su especialista, el señor Han –señaló el pasillo a su derecha–. Esperemos que disfrute de su experiencia con nosotros.
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Isolitum ~ Minsung
Fanfiction"En un mundo donde los alfas, omegas y betas tienen que cumplir su función en la sociedad, hay quien no siente que encaje en lo que se supone es su deber. Es así como Minho encuentra a Jisung". · OneShot Minsung · Omegaverse · +18 Es mi primera vez...