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Narrador

-Nos vemos, papá -se despide Charlie, incluyendo un ligero gesto con la cabeza. Intento sonreír, verse más alegre para mejorar el ambiente entre ambos, aunque por ser una tarde nublada y fresca para ser verano solo aumentaba la atmosfera seria.

Sabía que su padre dudaba de esta pijamada, su rostro fruncido con inquietud lo demostraba. Sus ojos no dejaban de vagar por el escenario entre el auto y la casa en la que se iba a quedar esta noche Charlie, parecía querer expresar sus temores, sin embargo solo se le podía ver como abría y cerraba la boca, soltando pequeños suspiros. La comunicación nunca fue el fuerte en la familia Springs, es algo que intentaban mejorar en terapia familiar.

-Cuídate, por favor -fue lo único que expreso el señor. Sus manos volvieron al volante, moviendo los dedos con nervios y ahora enfocando su vista al frente, como si temiera ver a su hijo bajar del vehículo, como si eso fuera a cambiar o eliminar sus nervios.

-Lo haré -con velocidad salió del auto, antes de que su padre se arrepintiera.

Caminar hasta la casa fue como ver la vida en cámara lenta, el aire fresco desordenaba su pelo, ver a su padre en el auto esperando a que entrara, era un momento tenso y eso se podía reflejar en los músculos del adolescente que solo pudo agarrar su mochila con fuerza.

 Fue esperada la pelea que ocurrió en casa al momento de preguntar "si podía asistir con sus amigos a casa de Tao", y si ir a pasar una tarde ahí era un problema, pedir permiso para "quedarse a dormir" fue peor, sabía que la típica frase de que todos van a ir no era suficiente para su familia, hasta su hermana le pidió que mejor durmiera en casa esa noche. Su madre grito, acuso a su hijo de tener ideas de aprovechar la situación para cosas no debidas, y aun cuando desistió, aceptando que se quedara a dormir, amenazo con que si se enteraba de cualquier actuar raro no volvería a dejar su hogar hasta que fuera a la universidad. 

Solo logro asistir por la ayuda de la psicóloga, que recomendaba la introducción a la vida social con normalidad para mantener una red de apoyo de gente acorde a su edad; además de la madre de Tao que sabiendo lo delicado del tema sugirió hacerse cargo de la comida y supervisión del adolescente esa noche.

Charlie estaba nervioso, sabía que era un momento importante para recuperar su autonomía a mirada de los demás, no podía arruinarla o que lo atrapen arruinándolo.

Sus pensamientos volaban con ideas de posibles escenarios desastrosos siguieron hasta que toco la puerta, dejando ver al frente suyo a la madre de Tao, que con su aura pacifica que parecía reflejarse en su hogar de luces amarillas, paredes de colores cálidos que resaltaban los adornos que tenía.

-Hola, lamento llegar tarde -saludo con más tranquilidad el adolescente, aun sostenía con fuerza su bolso, pero las ideas de una desastrosa noche no parecían tan posibles.

-Hola Charlie, los chicos te están esperando en la sala, entra -con un gesto amistoso se apartó, dejando espacio suficiente para que el pasara.

El adolescente paso con nervios, como temiendo ser demasiado grande para el espacio que le dieron, además de estar pendiente de lo inusual que era que su padre no se haya retirado al verlo entrar.

-Voy a saludar a tu padre, pasa tranquilo -con esa explicación pudo ver a la señora acercarse al auto.

No quiso empeorar su humor al verlos hablar mientras adivinaba que podían decir. En su lugar llego a la sala donde se tiro encima de su amiga, Elle, para abrazarla con emoción.

-¡Charlie! Ya estábamos planeando como secuestrarte, es imposible obligarte a llegar temprano -dijo Tao entre risas mientras se unía al abrazo en la suave alfombra de peluche negro artificial.

🌪Terribles Caídas🌪 [Heartstopper] {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora