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"¿𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒆𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒆𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒕𝒖 ú𝒏𝒊𝒄𝒐 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒐?"

"𝑻𝒐𝒅𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒅í𝒂𝒔 𝒇𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒂 𝒎𝒊 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒆𝒔𝒆 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒑𝒆𝒍𝒐 𝒍𝒂𝒓𝒈𝒐 𝒚 𝒐𝒋𝒐𝒔 𝒓𝒂𝒔𝒈𝒂𝒅𝒐𝒔, 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒊 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒂 𝒍𝒐 ú𝒏𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒂𝒕𝒓𝒂𝒋𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆 é𝒍, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒍𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 𝒏𝒐 𝒆𝒔 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒅𝒆 é𝒍.."

Eran aproximadamente las 8 de la mañana, Satoru despertó cansado, no quería levantarse de la cama pero era su obligación hacerlo para estar puntual en su aula.

Se estiró bruscamente y se levantó, se colocó su uniforme y se alistó, como de costumbre siempre llevaba sus lentes de sol.

Al llegar al instituto se dio cuenta que no había nadie, pero sentía una presencia conocida.

- ¿Satoru?

Al darse la vuelta miro a su mejor amigo parado frente a él con una cara de confusión.

‧₊˚ 🌑⋅ ☆


- ¡¡Suguru!!, ¿por qué no a llegado nadie?

- Pfft... hoy es sábado tonto, es obvio que nadie iba a venir.

- ¿Y qué haces aquí entonces?

- Solo vine por unas cosas que deje en el aula, ¿me acompañas?

- Claro!

No podía negarme ante eso, después de todo era mi mejor amigo y me gustaba estar a su lado.

Llegamos al salón y Suguru tomó una libreta guardándola en un bolsillo que llevaba consigo, me quede con las dudas de que hay escrito en este, pero no le di importancia.

- Satoru..

- ¿Qué pasa?

Geto dio unos pasos lentos frente a mi, yo retrocedí lentamente y me me puse nervioso.

- ¿Recuerdas que mañana tenemos que ir con Nanami y Haibara?

- ¿Eh?... Ahh claro jeje.

- ¿Lo olvidaste verdad?

- Quee, por supuesto que no, aparte no se si Nanami quisiera verme, siempre que me ve pone una cara de disgusto, me da miedo..

Mi contrario soltó una leve risa, yo me quede embobado mirando su hermoso rostro, su sonrisa era muy suave y bonita, me encanta.

- Bueno, no es para exagerar tanto, después de todo Nanami siempre tiene cara de amargado.

- Si, tienes razón... ¿Y qué esperas? vamos mejor a almorzar, me muero de hambre.

- Vale, pero tú pagas.

- Ash.. Está bien.

Nos dirigimos a un local cercano y rápidamente nos atendieron, Suguru dijo que iba al baño mientras yo pedia la orden así que lo esperé.

No pasó mucho tiempo pero me di cuenta que había dejado el bolsillo en la mesa, la libreta que recogió en la mañana estaba apunto de salirse de esta, me quedé observándola con un poco de ansiedad por saber que había escrito en ella, sé que es malo tomar las pertenencias de los demás pero tenía muchas ganas de saber que era.
Antes de poder tomarla Suguru regresó y yo actué como si nada hubiera pasado.

- ¿Qué ordenaste?

- Mm, lo de siempre ya sabes.

Voltee a verlo con una sonrisa pícara y el solo me miro como si fuera un loquito del centro.

- Ay bueno, a este paso te va a dar diabetes o algo por tanto dulce, pero no te juzgo, después de todo me acostumbre a comerlo.
Solté una carcajada y me recargue en el asiento colocando mis brazos detrás de mi cabeza.

- Satoru.

Siempre que oía su voz diciendo mi nombre hacía que me sonrojara, solamente hace que me calme por que es muy tranquila.

- ¿Satoru?

Si tan solo pudiera decirle lo mucho que me...

- ¡Satoru!

- ¡¿Eh qué pasa?!

- Carajo, estás muy raro hoy, desde que estábamos en el instituto te noto así ¿estás bien?

No, no estoy bien, me traes como perra atrás de ti, simplemente me encantas Suguru no hay un día en el que no piense en ti.

- Si estoy bien, creo que solo es por que no dormí muy bien anoche.

- Ya veo, siempre tienes tu técnica activa, eso te hará sentir más cansado.

- No te preocupes, después de todo quiero saber cómo manipularlo perfectamente.

- Bueno, después no te quiero ver tirado frente a toda la escuela del cansancio que traes.
- Jaja como si me fuese a afectar tanto.
- Como sea..

Después de terminar de almorzar salimos un rato, platicamos por unos instantes para matar el aburrimiento.

- Por cierto Suguru.

- Dime.

- ¿Para que es la libreta?

- Oh.. no tiene nada en común, de echo ni siquiera debería importante, solo son apuntes de las clases.

Si claro, solo apuntes, Suguru es un mentiroso claramente se nota que no es para la escuela por las calcomanías que lleva. ( son corazones y por una extraña razón hay unas iniciales que probablemente sean de Suguru Geto o de Satoru Gojo ya que los dos tienen las mismas por eso sospecha más).

¿Qué tal si él siente lo mismo por mi? Creo que es obvio, nadie puede resistirse ante mi.

- Bueno está bien, no es como si me importara.

- Jaja que gracioso Satoru.

- Ñiñiñi

- Ush.. como sea, nos vemos mañana con Nanami y Habaira, que tengas un lindo día.

¿Ya se va? ¿Tan pronto?

No.

No puedo dejarlo ir, quiero que esté a mi lado...

Quiero que siempre lo esté.

- Mhm, ¿tan temprano te vas? ¿Me vas a dejar solo Suguru?

Hice un puchero y puse cara de niño chiquito rogando por un juguete.

- Pues si, las maldiciones no se exorcizan solas.

- Pero es sábadooo, ¿no tienes otra mejor que hacer?

- Bueno, está bien, ¿qué es lo que quieres?

- ¿Cómo?

- ¿Qué es lo que quieres hacer?

- Ahh.. No se.
- ...
- ¿¡Cómo que no sabes pedazo de imbecil?! ¿Entonces para que quieres que me quede?

- Ohh, ¿quieres ir al cine?

- ¿Enserio?

- Sii

- Ok, pero no me gustan las películas

- ...
- Y por que aceptas

- Para pasar el rato contigo.. Satoru.

Suguru me sonrió de una manera muy amable y yo simplemente me volví a embobar con su bonito rostro y con las palabras que dijo.

- B-bueno, ¿y si la vemos en mi casa?

- Que.

Wildest Dreams (STSG) ⭑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora