Error Perfecto//bospa

The day after

Pedro Pablo
Desperté tarde esa mañana y me sentía muy mal, la cabeza me daba vueltas y no recordaba nada, cuando pude levantarme un poco me senté en la cama y fue cuando descubrí que no estaba en mi cuarto y peor aún, no tenía nada de ropa, no esto no puede ser, no me puede estar pasando a mí, okay respira, tranquilo seguro que esto es una broma me dispuse a levantarme pero al jalar la sábana pude verlo, pude ver a él alfa perfecto que cree en mi imaginación, ¿esto significa que es real?, ¿qué todo lo que soñé ayer en realidad pasó?, tenía ganas de vomitar, me dirigí rápidamente al baño y saqué todo lo de la noche anterior, me sentía la peor basura del mundo, abrí la regadera y me metí con el agua helada, todos esos flashbacks de ayer lo tenían en una especie de shock, no quería salir ni enfrentar nada, lo único que quería en ese momento es morirse, salió rápidamente del cuarto pero el alfa ya no estaba ahí, en su lugar solo se encontraba una nota con un número telefónico donde se podía leer.

Normalmente no repito, pero me encantó estar junto a ti, por favor llámame, hermoso.

Jamás me había sentido más estúpido y usado, ese horrible alfa era real, no era ninguna fantasía y ahora se había entregado a un desconocido, esperaba no volverse a encontrar a ese idiota jamás. Rompió la estúpida nota y se vistió para salir de allí huyendo, pensaba llevarse ese secreto a la tumba, nadie iba a saber que lo habían usado por una noche de diversión, pero no podía evitar sentirse terrible.

Llego a su casa y actuó como si nada hubiera pasado.

-¿qué onda hijo cómo te fue en tu fiesta?.- dijo Mireya mirándolo con ternura mientras se acercaba a abrazarlo.

-bien mamá, me quedé en casa de Gema, pero estoy muy cansado voy a subir a dormir un rato.

Pepa subió a su cuarto y se recostó miles de pensamientos lo atormentaban, además que tenía mucho miedo de todo lo que podría pasar.

Estaba muy sumido en sus pensamientos hasta que se dio cuenta que ya había anochecido y tenía como 30 mensajes de Jero ¿ahora cómo iba siquiera a poder verlo a la cara?, comenzó a llorar de nueva cuenta y finalmente se durmió, al siguiente día tenía que ir a la escuela y estaba sumamente cansado y aún que le diera mucha vergüenza admitirlo también estaba adolorido.

Al siguiente día se paró muy temprano y llegó a la universidad a las siete en punto, no quería ver a nadie, el solo pensar que alguien se fijo en cómo se encerró en el cuarto con ese tipo le daba un malestar en el pecho.

Transcurrió su clase normal y al salir para recoger sus libros casi se muere de la impresión, Gema se encontraba con una pequeña pelirroja besándose en el pasillo pero atrás de ellas se encontraba el, tuvo ganas de vomitar otra vez. Quería correr pero sus piernas no se lo permitieron.

-¿Pepa?.- Gema rompió el beso y al verlo le sonrío efusivamente.

Los tres caminaron hacia el, seguía sin poder moverse.

-mira ella es mi novia de la que te hablé ayer ¿verdad que es más bonita en persona?

-basta Gem.- la omega me extendió la mano.- soy Gala y él es mi hermano Bosco.

Tome su mano y la sacudí un poco nervioso, pero no me atrevía a mirarlos a diferencia del tal Bosco que podía sentir sus ojos atravesándome.

-¿Pepa estás bien?- dijo Gema tomándome del hombro para que pudiera alzar la mirada

-si, es solo que ya comienza mi clase, te veré después, mucho gusto.

Por fin sus piernas reaccionaron y salió corriendo para encerrarse rápidamente en los baños.

Bosco

No podía creer que nos habíamos mudado a mitad de curso, me sentía enojado por eso, lo único bueno de ese pueblo al parecer era el hermoso rizado con el que se había topado ayer y bueno otras cosas. Mi hermana tenía una novia por internet y estoy seguro que ella tuvo mucha influencia para que nos mudáramos precisamente aquí, para que ella pudiera estar con su noviecita, de nuevo todo era tan aburrido, solo hubo una porrista con la cual coqueteo por puro óseo, pero sin duda todo se volvió interesante cuando Gema le habló a Pepa, qué raro nombre, supuso que no podía haber alguien tan perfecto.

Era el omega de ayer y se veía más hermoso si eso fuera posible, se veía pálido pero sonrojado y tenía los labios rojos de tanto mordérselos, dios ahora sí que le interesaba el lugar, pero este ni siquiera lo miró una sola vez. Eso está bien, me encantan los retos y lo que más deseaba era volver a hacerlo suyo como cuando se conocieron.

Así que después de que el omega saliera repentinamente hacia los baños, él le comento a su hermana que iría por su horario aún que en realidad solo fue al baño, para poder estar a solas con el omega.

Al entrar cerró la puerta de los baños y le toco suavemente.

-está ocupado.

-¿y no quieres compartirlo?

Al reconocer mi voz este quedó estático y abrió la puerta rápidamente. Para pasarme de largo y hecharse un poco de agua en la cara. Lo seguí nuevamente hasta estar detrás de él. Seguía oliendo delicioso y estaba en completo trance.

-¿por qué no hablas conmigo?- me acerqué mucho más hasta poder susurrarle al oído-¿te comió la lengua el alfa?

Pedro Pablo
Empuje a ese idiota lejos de mí pero al voltearme para enfrentarlo me seguía mirando como si toda la situación lo divirtiera, eso me hacía enfurecer aún más.

-mira no sé por qué estas siguiéndome, pero no quiero tener que ver nada contigo.- le dije con tono neutro mientras me secaba las manos.

-eso no fue lo que me decías ayer.- se acercó un poco más a mí mientras me acariciaba la espalda.

Me sonroje y lo empujé lejos.

-escúchame muy bien Mosco o como te llames, deja de molestarme, por qué lo de ayer fue solo un error, así que no te acerques a mí ni me hables por qué nunca se va a volver a repetir además tengo novio y soy muy feliz con el.

-pues al parecer tu novio te tenía un poco descuidado, dijiste que yo soy el alfa más maravilloso y con gusto podemos repetirlo.

Pepa le soltó una cachetada.

-aléjate de mí y no me vuelvas a hablar

Pedro Pablo salió del baño y lo dejó ahí, pero a Bosco eso le había gustado más que nunca y no iba a ceder.

Wait necesito una playlist para inspirarme. 😔