༘ ⋆｡˚ Paisaje - Gustavo Cerati (O.S +18)

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13 de febrero, 1999.

El sol pintaba de dorado el rostro de los dos y la ruta estaba completamente vacía.
Aura y Gustavo se encontraban en camino a Córdoba, para irse de vacaciones de verano y visitar a unos viejos amigos.

-Aura...- Llamó el rizado.

Ella giro la cabeza y lo miro.

-¿Si?-

-¿No te parece un poco aburrido el viaje?- Preguntó con las manos en el volante.

-Y, la verdad que si. Encima aguantarte a vos más un día entero, me agota totalmente.- Respondió para luego soltar una risa.

-Por algo aceptaste venir conmigo, tan mal no la pasas eh.-

Aura solamente sonrió y se recostó sobre su asiento, dando un suspiro.

-Tengo una idea.- Hizo una pausa. -Juguemos a las preguntas.-

-¿Y que querés preguntar?-

-No se, cualquier cosa. Empeza vos, dale.- Insistió la rubia.

Gustavo se quedó pensando unos segundos mientras miraba la carretera, pensando en que decir.

-Bueno, ¿Cual es tu película favorita?-

-No, tonto. Haceme preguntas más interesantes, no se... algo bueno.-

-Si ya se casi todo de vos, no me hace falta preguntarte nada.- Replicaba el ojiazul.

-Agh, que mala onda sos.- Se quejó.

Por alguna razón, ella estaba sintiendo una atracción muy grande hacia su amigo desde hace un tiempo. Gustavo siempre le pareció atractivo, pero nunca lo vio con otros ojos, hasta ahora. Algo había cambiado y estaba mucho más interesada en el que antes. Quería aprovechar este viaje a solas para intentar avanzar hacia algo más que una simple amistad.

El ojiazul se río y no dijo más nada, quedándose en un silencio no tan incómodo mientras seguía manejando.
Se sentía algo cansado ya que hacía más de 5 horas que estaba viajando, asi que decidió parar un rato.

-Creo que por acá hay un lago, ¿Querés que vayamos? De paso descansamos un poco del viaje, a mi me duele la espalda.-

Aura asintió y minutos después el vehículo del rizado estacionó a un costado de la ruta. Ambos bajaron, y sacaron algunas cosas del baúl para llevar y tomar.

Se adentraron hacia el lugar, la fauna verde obstaculizaba un poco el paso así que tenían que ir rompiendo las ramas y hojas mientras avanzaban.

Finalmente, llegaron hacia la parte del lago. Habían pájaros alrededor, los rayos del sol se reflejaban en el agua, habían bastantes piedras de diferentes tamaños en el piso y el sonido de la naturaleza musicalizaba el lugar.
Ambos dejaron las cosas que llevaban a un costado y se sentaron al borde del lago, remojando sus pies y tomando un poco de sol.

Gustavo se recostó sobre la tierra mientras tenia sus descalzos pies en el agua, cerrando sus ojos. Aura se dio vuelta para mirarlo, y no pudo evitar esbozar una sonrisa. Gustavo era sumamente atractivo y no podía evitar ese sentimiento de deseo hacia él: sus rizos color castaños, sus largas pestañas y labios color rosados provocaban sensaciones en ella.

La rubia se acercó hacia el, sentándose al lado y observando el rostro de su amigo mientras el descansaba su vista.
Aunque el ojiazul sintió la cercanía de ella y decidió hablar.

-¿Te gusta lo que ves?- Bromeó.

-¿Que pasa si te digo que si?- Preguntó con un tono algo provocativo.