Catarsis

Inalcanzable

Siento el aire salir de mi boca, un suspiro se me ha sido arrebatado.

Otra vez tú, ahí apareces tan lejana, tan cerca como para apreciarte y tan alta que no podría besarte.
Quisiera estar a la par, estrecharte entre mis brazos, ser júbilo de tu interior, amor expandido como mi pupila.

No logro entender cuanto mi cabeza puede llevarte al terreno de la imaginación, donde observo con impotencia la vida en la que no te acompaño, me guardo, desespero por no incomodar ante las miles de miradas juzgadoras, lo siento, soy tuyo gran luna, diosa en vida que me hace saber que la belleza existe.

Dame propiedad, déjame expresar la intimidad de una plática basta ¿No ves el respirar agitado de mi pecho? el latir desesperado de una persona acostumbrada adorarte desde el otro lado de la calle, caminas entre nubes de perfección, cantando a los pajarillos con los cuales me mareo.

Dulce es el amargo café que pienso, soñando que me compañas en estas frías formas de soledad que me impone la falta de escalones, permíteme abrir la silla, ser quien pida tu bebida favorita, la conozco, observarte, como pieza de arte y volverte magna con mi escritura.

Luna, amada que no alcanzo, no puedo tomarte, ya no al menos, estuviste a mi lado y ahora te veo lejana en verdes prados, tiemblo, de saber que en mi vida jamás podre llenarme, condenado a verte brillar en los cielos junto a los tuyos, yo me quedo, como una montaña, me desgasto mientras desesperado intento escapar malformado por el inclemente viento que me erosiona.

Como trofeo colgaría en mi cabeza el que me observaras ¡Aquí estoy! Solo dime algo, acariciaré con gran cuidado las palabras con las que decidas despedirme, aquí estoy amor encarnado, dame alas para viajar hasta ti, pero se tu quien las arranque, permíteme elevarme, aunque la consecuencia sea la caída, será merecida, por querer rosar tu alma, dejar huella de forma apresurada.

Soy la montaña, que envidia a luna, inmóvil, expectante, vida crece en mi y las olas que golpean mis pies por tu suave danza que comienza con jugueteos en el cielo, te lleva la vida lejos cuando me quemo ante el inclemente día, pero refrescante es tu luz cuando la noche aparece, y me muevo, cimbrando lo que esta debajo y a mi lado, inclemente con lo obtenido, con tal de que me mires, me muevo una y otra vez con esperanza, soy tuyo gran amada mía, soy polvo de tu ser, la marca eterna de un deforme enamorado.

Una piedra enterrada adorando a una que no se detiene, soy aquel que observa, el espectador principal de tus logros, de tus vueltas, de tus aciertos, de tus fracasos, pero ahora te han vuelto a acompañar, muchos brillos en el cielo que no te dejarán estar sola, por que has nacido para ser estrella de alguien más, no te preocupes aquí estaré contigo, aunque no me necesites, pues el amor no se detiene por la negativa, te otorgo el corazón que no aceptarás, adiós pues, viaja lejos, yo te observaré y disfrutaré de ser tu mejor espectador, adiós mi luna, mi mujer perfecta, mi amor.