El aroma a óleo y trementina llenaba el aire, mientras los estudiantes organizaban sus caballetes y preparaban sus herramientas. Lucas y Valentina se sentaron juntos, la tensión entre ellos aún palpable después de su encuentro en el jardín.
El profesor, un hombre de mediana edad con un aire bohemio, entró al aula con una energía contagiosa. Su voz resonó mientras explicaba el tema del día: la figura humana y la belleza del desnudo. Los estudiantes escuchaban atentamente, algunos con entusiasmo y otros con cierta incomodidad.
-Hoy vamos a hacer algo diferente -anunció el profesor, sonriendo de manera traviesa-. Quiero que se sientan libres y creativos. Así que he decidido que algunos de ustedes serán los modelos.
Un murmullo recorrió el aula. Lucas sintió que su corazón se aceleraba. La idea de desnudarse frente a sus compañeros era inquietante, pero también provocadora. Valentina lo miró con una mezcla de sorpresa y emoción.
-¿Te imaginas? -dijo ella, su voz un susurro lleno de picardía-. Ser modelo sería... interesante.
El profesor continuó, sin perder la energía.
-Quiero que cada uno de ustedes considere la belleza del cuerpo humano sin prejuicios. Así que, si alguien se siente cómodo, puede levantarse y ser un modelo para la clase. No hay presión, pero creo que sería una experiencia única.
Lucas sintió cómo una mezcla de nerviosismo y emoción invadía su cuerpo. Miró a Valentina, quien parecía estar contemplando la idea con interés.
-¿Tú lo harías? -preguntó Lucas, su voz apenas un susurro.
Valentina sonrió, su mirada chispeante.
-Tal vez... si tú lo haces primero.
El desafío estaba planteado. Sin pensarlo dos veces, Lucas se levantó de su asiento, sintiendo todas las miradas sobre él. Caminó hacia el centro del aula, su corazón latiendo con fuerza. El profesor le indicó que se posicionara en una pose que mostrara la forma del cuerpo humano.
Lucas eligió una postura que resaltaba sus músculos y su confianza, sintiendo cómo la adrenalina corría por sus venas. Mientras se acomodaba, sintió el calor de las miradas de sus compañeros sobre él. Era una sensación extraña pero electrizante.
Valentina lo observaba desde su lugar, su expresión llena de admiración y deseo. Lucas podía ver cómo su respiración se aceleraba mientras ella lo miraba con intensidad. La conexión entre ellos se hacía más fuerte en ese momento.
-Excelente, Lucas -dijo el profesor, tomando su pincel-. Ahora, quiero que todos los demás comiencen a dibujar. Recuerden capturar no solo la forma, sino también la esencia del modelo.
Mientras los estudiantes comenzaban a pintar, Lucas sintió que la tensión en el aire aumentaba. Las miradas eran intensas, y él no podía evitar sentirse expuesto pero también poderoso. En ese instante, se dio cuenta de que no solo estaba mostrando su cuerpo; estaba mostrando su vulnerabilidad y su arte.
Valentina fue la primera en comenzar a dibujar. Sus ojos estaban fijos en Lucas mientras trazaba líneas suaves en su lienzo. Cada vez que sus ojos se encontraban, una chispa pasaba entre ellos, como si compartieran un secreto.
El tiempo parecía detenerse mientras Lucas mantenía la pose. Las risas y murmullos de sus compañeros se desvanecieron; solo existían él y Valentina en ese momento cargado de tensión sexual.
A medida que la clase avanzaba, Lucas comenzó a notar cómo Valentina lo miraba con más intensidad. Su expresión era una mezcla de deseo y admiración; eso lo excitaba aún más. La forma en que sostenía el pincel y movía su mano con destreza solo aumentaba el fuego dentro de él.
ESTÁS LEYENDO
Dulce & Seducción
RomanceDulce Seducción es mucho más que una simple historia. Es un viaje sensorial a través de los laberintos del deseo, un canto a la pasión desenfrenada y un tributo a la magia que se esconde en lo erótico. En estas páginas, el lector encontrará no solo...