𝐓 𝐑 𝐀 𝐓 𝐀 𝐌 𝐄 𝐒 𝐔 𝐀 𝐕 𝐄 𝐌 𝐄 𝐍 𝐓𝐄

04

"𝓢𝓲 𝓪𝓵 𝓱𝓪𝓬𝓮𝓻𝓵𝓸 𝓶𝓮 𝓭𝓮𝓼𝓰𝓪𝓻𝓻𝓪𝓼".

—Narra Blas—

Después de habernos comido en ese baño, salimos del Bar agarrados de mano mientras sonaba en mi cabeza "En La Ciudad De La Furia", de Soda Stereo, la cual, era una de mis bandas favoritas, la que he escuchado la mayoría de mi vida. Cande me miró a los ojos, logrando que hagamos contacto visual.

—¿Pasó algo?— Pregunté eso y me quedé parado al frente suyo mientras le tomaba las manos.

—No, no, nada, no te preocupes.
Me acarició la mandibula y seguimos cami-nando, hasta llegar a la cabaña, en la cual se encontraban todos los chicos, y por suer-te, no se encontraba Delfina, la arruina vidas, o por lo menos para Cande.

Nos fuimos a acostar, y ella se quedó dormida en mi pecho con su mano encima de mi abdomen, y yo dormí con mis dos manos en su espalda.

Alguien tocó la puerta a las 6:30 a.m. aprox, Cande se paró y abrió la puerta despacio.

—Narra Candela—

Cuando abrí la puerta estaba Pipe, y como todo chusma, empezó a ver toda la habita-ción.

—¿Qué querés ahora Felipe? ¿A decirme que sos novio de esa tipa? Te creo...
Le cerré la puerta en toda la cara y me fuí a acostar.

—Candela, ¡abríme ahora mismo! dale, par-
tiste.— Chasqueó los dedos y golpeó la puerta 3 veces.

—Che, para ya, molestas. Andate ahora vos.
Abrí la puerta y lo eché.

—No, vos no me mandas. ¿Que mierda hicieron con Blas ayer? No creas que tus fansitas y las de el no los vieron, son boludos ustedes.— Negó con la cabeza y se fue.

—¡¿Entonces para qué preguntas si ya sabes!? Inútil.— Grité para que me escuchara, ya que ya estaba bajando al primer piso.

Me puse: un vestido pegado con falda corta, hawaianas, una florecita blanca con celeste en el pelo; todo celeste y blanco.

—Blas, a despertar.— Lo moví un poco para que se despertara.

—¡Mamá basta, 5 minutos más!
Alegó mientras de tapaba.

—¿Me viste cara de tu vieja? Estas loco vos. Soy Candela, Blas.— Lo destapé y lo volví a mover.

—Uh, perdón.— Dijo con una voz ronca. Me tomó de las manos y se paró de la cama peinandose los rulos con los dedos.

Sonreí y me sonrojé a esa acción.

Se veía tan lindo con ese pijama de cuadros en el short de pijama y su remera negra, mientras se peinaba dichos rulos con los desos y bostezaba mientras se tapaba la boca con la mano y se dirigía al baño.

—Narra Blas—

Entré al baño y me lavé la cara para después lavarme los dientes e irme a bañar.

Ví como Can se iba dirigiendo al baño para lavarse los dientes mientras yo estaba en la ducha.

—Can, Can, espera.— Agarré la toalla y me la pusé en mi torso mientras la miraba.