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—Señorita Yvonne, el emperador ha sufrido un accidente de regreso al palacio.

Hablo un sirviente, mientras miraba a la joven pelinegra que estaba mirando la ventana mientras bebía té, la joven volteó preocupada.

—Dios mío no puede ser cierto.

Dijo y bajo corriendo, el sirviente estaba detrás de ella indicándole dónde ir, al llegar al accidente vio la peor de sus escenas, su amado prometido en el suelo sangrando, junto a los demás guerreros, se acercó corriendo mientras lloraba desconsolada.

—Theo mi amor despierta, quédate conmigo.

Algunos guardias vinieron y se llevaron a el emperador a su habitación real, el doctor hizo su trabajo, gracias a dios el estaba con vida.

—Gracias doctor, no se que hubiera echó si mi Theo hubiera muerto

Dijo Yvonne con lágrimas en los ojos, todos se fueron de la habitación solo estaban Yvonne y Theo.

—Cariño despierta pronto

Yvonne beso su mano y se fue.

–durante unos meses el emperador no despertó, pero Yvonne siempre estuvo para el, pero a pesar de todo Yvonne era una guerrera y tuvo que irse a el campo de batalla, sin darse cuenta que su amado despertaría unos días después, pero Theo no recordaba quien era, el tenía AMNESIA.
Todo recuerdo que el tenía, no lo recordaba,  para la mala suerte de Yvonne, el no la recordaba, la noticia corrió por todo el palacio y el pueblo, así que miles de mujeres pretendían ser Yvonne, pero ninguna coincidía con lo poco que Theo recordaba.

Un día Yvonne regreso de la batalla victoriosa, lo primero que hizo fue ir corriendo a ver a su amado Theo, pero oh sorpresa, el estaba con una mujer, la mujer era de estatura baja, ojos color rojo y el cabello del mismo color que sus ojos, piel pálida, ella estaba abrazando a Theo, aquella chica se hizo pasar por Yvonne, pero ¿Cómo?, acaso al servidumbre no recordaba a Yvonne, pero la realidad era otra, aquella chica de cabello rojo amenazó a todos con matarlos si no cooperaban en su plan

La joven pelinegra solo se quedó quieta tratando de no llorar, Theo ni siquiera la miro, el estaba tan embobado en su "prometida" que no fue capaz de ver quién se presentó en su puerta.