O M NISCIENTE
LA NOCHE caía rápidamente,la luna iluminaba cada parte de Westeros y los pueblerinos no le daban tanta importancia pero a Castelia le fascinaba.
Desde su pequeña ventana Admiraba la luna después de una gran pelea con su padre,este le había comentado sobre qué pasaría si la reina Aemma muriera.
—Hija—dijo alguien detrás de ella—me iré de urgencia al consejo—expresó Otto Hightower—tu hermana duerme y tu hermano está en su habitación durmiendo seguramente.
Castelia asintió sin poder verlo a los ojos,detestaba pelear con su querido padre pero había veces que la sacaba de sus casillas.
—Fui un tonto—Expresó Otto acercándose a su hija—no debí decir que podrías visitar al rey...Lo siento—Otto le dio un abrazo.
La peliroja se sintió mejor,tal vez su padre había comprendido la gravedad de sus palabras y haya reflexionado de aquella falta de respeto a la reina.
—Esta bien padre—contestó la mayor abrazando al hombre mayor—se que ya estoy en edad de casarme,y que intentas hacer lo posible para buscarme un prometido pero no al rey.
—Entiendo—Otto dijo con la mirada perdida en el fuego de la chimenea.
—Ten cuidado y que los dioses hagan que el rey te escuche con tus opiniones—dijo Castelia.
—Que así sea—respondió su padre—descansa,hija—La mano del rey se retiro de la habitación de su hija.
Castelia estaba sumida en sus pensamientos mientras se sentaba en el borde de su cama, el ruido del viento arrastrándose contra la ventana como una melodía de fondo.Pero ahora el silencio de la habitación le ofrecía un breve respiro.
De repente, un golpeteo suave en la puerta la sacó de su trance.
—Adelante— dijo, sin levantar la vista de sus manos.
La puerta se abrió lentamente y su hermano Gwayne apareció en el umbral. La luz del pasillo iluminaba su rostro, creando un contraste con la penumbra de la habitación. Gwayne tenía una expresión pensativa, sus ojos se movieron con suavidad hacia Castelia, buscando su atención.
—¿Puedo hablar contigo un momento?—preguntó él, su voz suave pero cargada de preocupación.
Castelia levantó la vista, sorprendida.
—Claro, Gwayne. ¿Qué sucede?—pregunto Cass confundida.
Gwayne cruzó la habitación y se sentó en el borde de la cama, al lado de su hermana. La atmósfera en la habitación cambió sutilmente, pasando de un silencio solitario a una sensación de cercanía y complicidad
—Te he visto un poco agobiada últimamente—dijo él, su tono lleno de una mezcla de cariño y inquietud.—Solo quería asegurarme de que estés bien.
Castelia lo miró a los ojos, apreciando el gesto.
—Gracias, Gwayne. Ha sido un período difícil, pero estoy manejándolo. Es solo... que hay tanto en mi mente.—expresó.
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Nuestro Gran Pecado⎯⎯Gwayne Hightower.
FanfictionEn Westeros donde el poder y las alianzas lo son todo, los hermanos Gwayne y Castelia Hightower, hijos de la Mano del Rey, se ven atrapados en una peligrosa telaraña de traiciones, secretos y deseos prohibidos. Cuando Castelia es forzada a seducir y...