Era un día soleado un lindo día para salir un rato al jardín, el príncipe Katsuki amaba ir al jardín a desestresarse de sus labores reales. Además dentro de poco tenía que elegir a alguien para casarse.
A pesar de que sus padres nunca lo habían forzado a encontrar pareja desde temprana edad como era costumbre, lo habían dejado ser libre hasta los 17 años.
Ese era el trato, al cumplir los 17 debía escoger a alguien con la cual se casaría y comprometería el resto de su vida.
Faltaban pocos días para que su cumpleaños llegara y el mero hecho de tener que casarse le estaba colmando la paciencia. No quería hacerlo, quería ser un hombre libre sin ataduras ni compromisos.
Y bueno, esa era la situación del cenizo Pero si nos dirigimos a la estadía de los pueblerinos unas pocas horas antes encontraríamos a un rizado peliverde conocido por trabajar con pociones mágicas.
Y hoy no era la excepción, su amiga Uraraka le había pedido de favor que le fabricará algunas pociones un tanto específicas, sin embargo tenia poco tiempo y aún que la castaña le dijo que se tomara su tiempo, el pecoso siempre parecía impaciente por terminar.
Tanto había Sido su descuido que al tratar de tomar un frasco de muy arriba subiendo por las escaleras, torpemente su equilibrio se perdió por unos segundos provocando que la escalera se desestabilice.
Este intento como pudo sostenerse de la estantería, pero solo ocasionó que varias de sus pociones ya hechas cayeran; finalmente la fuerza en sus manos lo traicionó y cayó al suelo.
— Auch Auch Auch — se quejaba, aún que la altura no había Sido mucho caer de espaldas desde cualquier altura era doloroso —
Sobó su espalda baja con dificultad y volteo a ver el desperdicio de ingredientes vertidos en todas partes.
— me lleva la- — un muy fuerte golpe de lo que parecía ser uno de los frascos que Uraraka le pidió, había caído directamente en su cabeza —
Termino cayendo inconsciente sintiendo como el líquido del frasco se vertía sobre él.
...
Deku..
Deku!..
IZUKU!!
— WUA — abrió sus ojos con sorpresa, se sentía mareado y no se sentía igual —
Miro hacia arriba y pudo ver a su amiga castaña frente a él, aquí la cuestión es que para los ojos de Midoriya ella era sumamente gigante.
— ay Nono, rayos, y ahora que hago, Deku estás bien? No te duele nada? —
— Uraraka.. por qué eres tan alta!?? — preguntaba atónito, sin embargo su amiga solo lo miraba con preocupación y no contestaba su pregunta —
— ay no ay no ay no, que voy a hacer, no hay poción que lo revierta. Oh emm, asiente con la cabeza si me entiendes —
— que es lo que.. ahh como sea — asintió y la pelicafe suspiro aliviada —
— okey, no te espantes okey, puede que te hayas dado cuentas que eres un poco más bajito y bueno... Esponjoso —
— esponjoso? — volteo a mirarse y salto al ver como sus extremidades habían cambiado a un color verde además de que no eras brazos, eran más bien patas, esponjosas y suaves — SOY UN CONEJO
Este empezó a saltar alarmado, no entendía lo que estaba pasando, y como era de deducirse la castaña no lo entendía por lo que no podría comunicarle nada.
— cálmate Deku, te diré como terminar con el efecto de la poción — el ahora conejo verde paro en seco y volteo a ver a su amiga — escucha, está poción es algo específica, bueno no sé si conozcas el cuento de ya sabes la princesa y el sapo..
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One Shots Dekubaku
FanfictionMini historias basadas en dibujos/comics que me encuentro por ahí solo que más extensas y al español, créditos a sus respectivos autores 😸.