Capitulo 3

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El fuego llamará más la atención que cualquier otro grito de ayuda

-Jean Michel Basquiat

El crepitar del fuego siempre había sido uno de los sonidos más irritantes que Nadia pudo haber escuchado, aunque para los demás pueda llegar a ser un sonido agradable, en su interior nunca supo porque, quizá no lo recordaba, o quizá simplemente no quería recordarlo, eso haces cuando eres pequeño, usualmente decides que quieres recordar, ¿no?

Sin embargo, en ese momento Nadia daría todo por remplazar los gritos agonizantes de dolor que oía por todas partes, por aquel sonido de la madera quemándose ,dando estallidos y chirridos, sin embargo, Nadia no pudo decidir no recordar ni tampoco ignorar aquellos gritos incomprensibles, otros pidiendo ayuda y el sonido de espadas siendo desenfundadas, poco a poco aquellos gritos de agonía se detuvieron y lo remplazo un sonido de pisadas cerca de ella, agradeció a Dios por estar escondida en una cabaña, la cual se había consumido en fuego y solo quedaban sus ruinas como prueba de que alguna vez aquella cabaña existió.

Sin embargo, Nadia no podía escucharlos, un ruido sordo casi pareciendo la estática de una vieja radio descompuesta hacia su cabeza vibrar y ocasionaba que su vista estuviera difusa aún con sus lentes, los cuales ya no servían mucho al estar casi completamente rotos con solo un lente en el ojo izquierdo el cual estaba partido por la mitad. Aquel ruido parecía sofocar en un silencio abrumador, acompañado por un desagradable olor a ceniza y carbón de su ambiente envuelto en llamas que se reproducía en su cabeza.

Nadia no sabía dónde estaba, no sabía dónde estaban...quienes? ¿Quiénes estaban? No podía recordar quienes eran, tampoco recordaba sus voces, ella debía saber, ella no quería olvidar, no debía, pero no pudo recordar. Intento esforzarse,

intento levantarse, pero unos escombros de la misma casa habían aprisionado una de sus piernas, quizá dolería más tarde?, no lo sabía. Por ahora no sentía nada gracias a la adrenalina presente en su cuerpo, su respiración era inquieta y su corazón daba vueltas de angustia, no recordaba porque se sentía así, el sonido sordo apagaba sus sentidos y sentía su cabeza palpitar al ritmo de su acelerado corazón.

Ante su condición pensó que, con suerte, si esperaba, todo pasaría y quizá sería solo una mala noche, inocente intento descansar, pero el dolor en su pierna se estaba empezando a hacerse notar, primero con un ligero hormigueo, luego con un dolor punzante que la niña de tan solo 7 años no pudo soportar, lanzando varios quejidos y gemidos a causa del dolor, se esforzaba por no gritar, aunque estaba segura que si lo intentaba su garganta se rompería a la mitad.

Nadia vio como último recuerdo de aquel tormento, una capa, roja carmesí, aunque con los bordes blancos, completamente impoluta sin mancha o arruga de humo o ceniza, también con una rápida mirada, vio una corona difusa, por supuesto no recordaba cómo era, seguramente si estuviera tirada en el suelo la confundirá por un trozo de oro borroso y sin forma alguna, sin saber diferenciarla, o divisar a su portador. La falta de sangre a causa de su pierna cobro factura dejando inconsciente a la niña.

-Duerme... demonio...duerme ...

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-Nadia...Nadia...hey! ¡despierta!

La voz de Louis resonó mientras la sacudía, estaba en su cama, con sus cobijas, mirando a su mejor amigo, pero su corazón estaba confundido, mirándolo con una expresión indescifrable le pregunto, con la voz aun siendo arrastrada por el sueño

- ¿Qué pasa?

-Estabas quejándote y sudando, ¿acaso tenías una pesadilla?

-Ah...sí, creo...creo que si

Nadia, quien ignoraba la mirada preocupada de Louis, solo podía pensar en aquel sueño, no se sintió como su anterior pesadilla, ella no había podido despertar sola y una pequeña duda se plantó en su corazón, ¿Qué pasaría si eso no era un sueño?

Un movimiento algo brusco del pelirrojo en su hombro la saco de sus pensamientos.

-Eh?

-Oye...estas bien? - Louis hablo con preocupación, solía verla feliz y decidida, verla tan confundida y de cierta manera consternada le removía su corazón

-Si...si, no te preocupes...tu ¿qué haces aquí? Usualmente me despierta Leonora.

Nadia hablo una con voz baja y un poco ronca a causa de que seguía somnolienta.

-Debemos irnos recuerdas?

-ah...es cierto hoy debemos ir a Phanfrey...

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⏰ Última actualización: Aug 02 ⏰

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