introducción

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Crowley y Aziraphale se sentaron en el tejado de la librería, rodeados de botellas de whisky y mirando las estrellas. Habían sobrevivido al Apocalipsis... de nuevo.

"¿Sabes, Ángel?", dijo Crowley, "a veces pienso que somos los únicos que realmente entienden el universo".

Aziraphale sonrió. "O tal vez somos los únicos que lo han vuelto loco".

Crowley rió. "Posiblemente. Pero ¿quién más podría apreciar la ironía de un ángel y un demonio bebiendo whisky juntos?"

Aziraphale alzó su copa. "A la amistad... y al caos".

Crowley brindó con él. "A la amistad... y a la eterna confusión del Cielo y el Infierno".

Mientras bebían, las estrellas parecían brillar un poco más, como si celebraran la extraña y hermosa amistad entre un ángel y un demonio.

Después de un rato, Aziraphale se levantó y se acercó al borde del tejado. Crowley lo siguió, apoyándose en la barandilla junto a él.

"¿Sabes, Crowley?", dijo Aziraphale, mirando hacia la ciudad, "a veces me pregunto qué hubiera pasado si no nos hubiéramos conocido".

Crowley se encogió de hombros. "Probablemente el mundo habría terminado en un apocalipsis aburrido y predecible".

Aziraphale sonrió. "Eso es cierto. Pero creo que habría sido más triste sin ti".

Crowley se sorprendió. Nadie, ni siquiera él mismo, esperaba escuchar algo tan sentimental de un ángel. Pero antes de que pudiera responder, Aziraphale continuó:

"Me refiero a que... has sido un amigo, Crowley. Un amigo muy extraño, pero un amigo al fin".

Crowley se rió, intentando ocultar su emoción. "Y tú has sido un ángel muy... interesante, Aziraphale".

Se quedaron en silencio un momento, mirando las luces de la ciudad. Luego, Crowley habló:

"¿Sabes? Creo que deberíamos hacer algo más para evitar el próximo Apocalipsis".

Aziraphale se volvió hacia él, sonriendo. "Estoy seguro de que se nos ocurrirá algo. Después de todo, somos un ángel y un demonio. ¿Qué podríamos hacer mal?"

Crowley se rió. "Buen punto".

Y así, bajo las estrellas, el ángel y el demonio continuaron planeando su próxima aventura, lista para enfrentar cualquier cosa que el universo les deparara.

Unos días después, Crowley y Aziraphale se reunieron en un pequeño café en el Soho. Crowley llegó con una gran sonrisa en su rostro.

"¿Qué pasa?", preguntó Aziraphale, levantando una ceja.

"Descubrí algo", dijo Crowley, acercándose. "Un antiguo texto que habla de un poder capaz de prevenir cualquier Apocalipsis".

Aziraphale se interesó. "¿Qué tipo de poder?"

Crowley se inclinó hacia adelante. "Un poder que requiere la unión de un ángel y un demonio en un ritual antiguo".

Aziraphale frunció el ceño. "Suena peligroso".

Crowley se encogió de hombros. "Puede ser. Pero ¿no crees que vale la pena intentarlo?"

Aziraphale pensó por un momento antes de asentir. "Sí. Hagámoslo".

Así que comenzaron a reunir los materiales necesarios para el ritual, viajando por el mundo en busca de objetos antiguos y conocimientos olvidados. A medida que se acercaba el día del ritual, la tensión entre ellos crecía.

Finalmente, llegó la noche del ritual. Crowley y Aziraphale se encontraron en un antiguo templo, rodeados de velas y símbolos mágicos. Se miraron, y sin decir una palabra, comenzaron el ritual.

La energía en el aire era palpable. Los dos amigos se tomaron de la mano, y en ese momento, el tiempo pareció detenerse. La unión de su amistad y su determinación creó un poder que resonó a través del universo.

Y así, Crowley y Aziraphale sellaron el destino del mundo, asegurando que el Apocalipsis nunca llegaría. O al menos, no mientras ellos estuvieran juntos.

Después del ritual, Crowley y Aziraphale se miraron, exhaustos pero satisfechos. Habían logrado algo increíble, algo que nadie creía posible.

"¿Sabes?", dijo Crowley, sonriendo, "creo que hemos cambiado el curso de la historia".

Aziraphale asintió. "Y hemos demostrado que incluso un ángel y un demonio pueden trabajar juntos".

Crowley se rió. "Y quién sabe, tal vez hayamos empezado una nueva era de cooperación entre el Cielo y el Infierno".

Aziraphale sonrió. "Eso sería algo, ¿verdad?"

Justo entonces, un rayo de luz iluminó el templo, y una figura se materializó frente a ellos. Era Gabriel, el arcángel.

"¿Qué habéis hecho?", preguntó Gabriel, con una mezcla de sorpresa y preocupación.

Crowley se encogió de hombros. "Solo hemos evitado el Apocalipsis, Gabriel. Nada importante".

Gabriel los miró fijamente. "No sabéis lo que habéis desencadenado. El equilibrio del universo ha cambiado. Deberéis enfrentar las consecuencias".

Y con eso, Gabriel desapareció, dejando a Crowley y Aziraphale con más preguntas que respuestas.

"¿Qué crees que quiso decir?", preguntó Aziraphale.

Crowley se encogió de hombros. "No lo sé, pero estoy seguro de que lo descubriremos pronto".

.....

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⏰ Última actualización: Jul 24 ⏰

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crowley x azipaphel (las luces de noche)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora