-¡Ey, Hola! -dijo Yeonjun cuando su madre contestó al teléfono.
-¿Cómo te las estás arreglando tú solo por ahí?
-Bien. El entrenador me invitó a una barbacoa ayer en su casa y conseguí conocer a Choi Soobin. ¡Oh, mamá, él es genial! Es el nuevo preparador físico de la universidad y me ha dicho que va a trabajar conmigo para aumentar mi masa muscular. Incluso piensa que el año que viene, tendría la oportunidad de ser quarterback titular. ¡Que bueno sería! - Yeonjun prácticamente vibraba de entusiasmo.
-Es agradable que este muchacho, Soobin, piense que tienes esa clase de talento -dijo su madre secamente.
-Realmente tengo esa clase de talento - su madre siempre le quitaba importancia a su capacidad.-Hablaremos más tarde.
-Ahora no pongas mala cara, es sólo que Jungsik realmente podría emplearte aquí en el rancho. El por qué crees que necesitas practicar deporte todo el tiempo es algo que no entiendo. Sabes que nunca serás lo bastante bueno para ser profesional, así que no veo razón para que desaproveches tu vida en un juego.
-Por supuesto que no lo entiendes, nunca lo has hecho -Yeonjun inspiró profundamente y se pasó los dedos a través de su cabello.
-Mira, de verdad me tengo que ir. Puedes intentar llamarme la semana que viene, si quieres.
-Te quiero.
-Sí, claro. Hablaremos después.- Yeonjun colgó el teléfono y lo puso de vuelta en su escritorio. Miró alrededor a la habitación demasiado abarrotada. Ya sentía claustrofobia, ¿cómo sería con un compañero de habitación?
Decidiendo que necesitaba algo de ejercicio para mejorar su humor, tomó una banda elástica y se recogió el pelo en media una cola. Agarrando las llaves del escritorio y deslizándolas en un bolsillo, cogió su bolsa de deporte y abandonó la minúscula habitación.
Corriendo escaleras abajo, pensó en la conversación con su madre. Dios, ¿cómo serían las cosas si tuviera unos padres que lo apoyaran? Su madre estaba demasiado absorta en su padrastro, y su verdadero padre estaba demasiado ocupado con su profesión y una larga fila de novias guapas y tontas.
No, pensó, ninguno de sus padres se interesaba por su carrera futbolística. Los fans en el estadio habían sido los únicos que lo aclamaban, y nunca hubo un miembro de su familia entre ellos. Por ellos Yeonjun jugaba al fútbol, los fans, completos extraños que pensaban que era más especial de lo que pensaban sus propios padres. Este año jugaría en la Universidad Central del Este, pero la escuela no le importaba tanto como los fans. Aquí, eran fanáticos del fútbol y Yeonjun no podía esperar a oírlos gritar su nombre.
Entrando en el vestuario vacío, se cambió de ropa y salió a la pista que rodeaba el campo de entrenamiento. Haciendo estiramientos, pensó en lo que Soobin le había dicho el día anterior.
Sabía que era lo suficientemente bueno como para quitarle el puesto al actual quarterback, Hajoon, pero Soobin tenía razón, necesitaba estar en mejor forma.
Cuando comenzó a correr alrededor de la pista, decidió que pasaría cada segundo de tiempo disponible en mejorar su condición física. Demostraría a su familia que era lo suficientemente bueno, aunque eso lo matara.
Después de que sus músculos comenzaron a aflojarse, cogió ritmo, concentrándose en ese lugar tranquilo dentro de su cabeza. Utilizaba esa técnica a menudo, cuando la vida en casa era más de lo que podía soportar. Cuando estaba en su zona, nada podía afectarlo.
Aprendió a hacerlo por primera vez cuando sólo tenía catorce años. Justo después de oír a su madre discutiendo por teléfono con su padre sobre su custodia. A diferencia de la mayoría de los chicos, ninguno de sus padres lo quería... Realmente tenían una batalla con la custodia, sobre quién tendría que cargar con el chico de catorce años.
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𝑻𝒂𝒄𝒌𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒆 𝒒𝒖𝒂𝒓𝒕𝒆𝒓𝒃𝒂𝒄𝒌 || ✧ ꜱᴏᴏᴊᴜɴ ✧
Fanfictionˏˋ°•*⁀➷ˏˋ°•*⁀➷ˏˋ°•*⁀➷ˏˋ°•*⁀➷ Choi Soobin ama su trabajo como preparador físico del equipo de fútbol universitario. Cuando se encuentra con el novato quarterback, Choi Yeonjun, se siente inmediatamente atraído y se ofrece a ayudarlo en su preparación...