Capitulo 3 - La cena

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Cuando llego mi madre a casa le comente de la invitación y ella me dijo que le era imposible ir pero que yo debía ir.

Maria: ¡¡EEEEEEH!! ¡¡Yo no quiero ir!! Y menos sola.

Madre de Maria: No le podemos hacer ese feo al señor Park, el es el inversor más importante y ahora estamos comenzando a trabajar juntos tanto aquí como para distribuir en Korea.

Maria: Si si ya entendí mamá, iré ireeee.-dije hinchando los mofletes y volviendo a la tienda para seguir trabajando.

Salí como a las nueve de la noche con el tiempo justo para arreglarme.

Eran gente importante así que no iba a ir de cualquier manera...

Busque en mi armario y me decidí por un vestido de mangas largas negro corto con escote de pico en la espalda, tacones y bolso a juego beige.

Me ondule un poco el pelo y me maquille sencillo.

Fui a coger un taxi pero había un coche esperando por mí, la casa estaba bastante lejos por lo que tardamos unos treinta minutos en llegar.

Maria: ¡Woah! sí que es grande esto -el chofer me dijo que entrara que me estaban esperando, ande el camino delante de mí e iba a subir las escaleras cuando salió el bendito Jin.

Maria: Buenas noches.-dije y extendí la mano para estrechársela.

Jin: Buenas...-se me quedo mirando raro.

Maria: Vaya si no me gritas, que te habrá dicho tu padre.-dije mientras entraba y saludaba al señor Park.

La cena fue algo aburrida aunque me trataron genial, el señor Park entendió que mi madre no asistiera y agradeció que yo lo hiciera en su nombre. La cena se alargo más de lo que espere pero no estaba incomoda.

Señor Park: Bueno Maria ha sido un placer espero que todo haya quedado en un malentendido.-dijo y se retiró haciéndole un gesto a su hijo para que me acompañara.

Me iba yendo y Jin se puso a mi derecha.

Jin: Perdona mi comportamiento de ayer.

Maria: No hace falta que hagas esto, de todas formas la relación de tu padre con mi madre no se estropearía por un pego como ese. -comencé a andar.

Jin: ¡Espera! ¿Por qué me tratas de esa forma?

Maria: ¿Así como?

Jin: Como si no fuera nadie.

Maria: No sé como estas acostumbrado a que te traten pero yo no sé quién eres y realmente no tengo interés en hacerte la pelota ni nada por el estilo.

Le dejé con la palabra en la boca y me fui a casa.

Continué en la tienda y poco a poco fui recibiendo las flores y materiales que habíamos pedido de parte de Casa Esencia.

La semana terminó tranquila y ya en casa libre fui a correr para recuperar algo de lo que había perdido con tanto ajetreo.

Me puse los cascos y salí al ritmo de 2pm.

A los diez minutos noté que alguien me seguía, me hice la que no me daba cuenta pero al doblar la esquina me escondí y le sorprendí.

Maria: ¿Por qué me sigues?-dije mientras lo empujaba contra la pared.

Jin: ¡Tranquila soy yo!

Maria: ¡eeeh! ¿Qué haces siguiéndome?

Jin: en...no...Yo solo caminaba y te vi...

Maria: Claaaaro, vives a media hora larga de mi casa y andabas por aquí-me tapó la boca y giramos quedando el delante mía.

Maria: MMM!!!

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