Reencuentro

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El oscuro manto del firmamento dio paso al espectáculo de focos luminosos que atravesaban el cosmos. En el último piso de Gummi Corporation, el salón social parecía tener su propia noche condensada en sus cuatro paredes mientras luces de colores adornaban y recorrían todo el lugar.

Chip y Dale, el dúo de hermanos celebraba la apertura de su nuevo edificio y con ello el lanzamiento oficial de su último invento, el Gummiphone.

Terra desde luego fue uno de los invitados más esperados por los hermanos. Él fue de los primeros en probar los resultados del esfuerzo de ambos ingenieros, Earthshaker, su moto insignia y con la cual ha logrado hacerse un nombre entre las grandes ligas de motociclismo.

— Entonces caballeros, ¿Cuándo me honrarán con una carrera? —Mortimer Mouse se dejó entrever entre Terra y Lightning, con quien el moreno llevaba una agradable charla. Dejó caer sus brazos sobre los hombros de ambos deportistas en un fallido gesto familiar que resultó ser incómodo.

— No creo que sea posible, está temporada me tiene bastante ocupado.

— Y por lo pronto, yo estaré en mi luna de miel. Tendrás que encontrar a alguien más para subir el rating de tu show, viejo.

Lightning dio un sorbo a su bebida antes de casi atragantarse con la misma debido al fuerte golpe que el empresario dio sobre sus hombros. Mortimer se alejó refunfuñando del par. En tanto, una mujer morena se acercaba pavoneándose en un vestido de una tonalidad azul cielo, que evocaba en Terra un sentimiento de remembranza a cierta figura del pasado.

— ¿Sucedió algo?

— Nada, cariño —McQueen envolvió un brazo alrededor de la cintura de su esposa y la acercó a su cuerpo dejando un suave beso en su cabeza— Mortimer quería una carrera.

— En tanto no se entere que la habilidad de McQueen en una moto se equipara a mi habilidad frente al volante, sobreviviremos —esta vez Terra dio un sorbo a su propio trago.

— Al menos tú si sabes manejar un auto —soltó Sally con burla a su marido, quien hizo pucheros ante tal revelación de su debilidad.

Terra y Lightning eran equivalentes, tanto como lo es el motociclismo del automovilismo. Ambos eran campeones y casi considerados unos prodigios en sus respectivos mundos, fuera de ellos eran como cualquier otra persona, omitiendo el hecho que el rubio se negaba a subir a una moto.

Y el que Mortimer insistiera en verlos competir no ayudaba, a ambos les gustaría estar en igualdad de condiciones y si cedieran al vehículo del otro, sus dignidades no estarían muy agraciadas.

La noche tan solo estaba iniciando, caras conocidas, saludos, charlas y risas, un mar de murmullos se extendía en la velada. Terra logró reunirse con su joven amigo y futuro sucesor, Riku. El chico venía acompañado de sus tutores, sabía que el joven perdió a sus padres a inicios de su adolescencia y Mickey Mouse, magnate y dueño de la ciudad lo acogió en su hogar para encargarse de él.

— Mickey —saludó con efusión al hombre quien correspondió acompañado de su característica risa— siempre es un placer verla, señora Minnie.

— Terra, te he dicho que dejes el "señora".

— Disculpe, aún trato de acostumbrarme.

Saludo a su pupilo bajo la atenta mirada de los adultos, desde luego no se limitó a sí mismo de soltar comentarios sobre su progreso para que prontamente fueran acompañados de la adulación vergonzosa de sus figuras paternas. El pobre Riku escapó de la conversación con la sangre en sus mejillas y bajas maldiciones por la vergüenza causada.

— Oh, tendré que hablar con él luego por su vocabulario —expresó Minnie con preocupación a lo que Terra y Mickey compartieron una mirada cómplice y una sonrisa oculta tras el vaso de Whisky que llevaron a sus labios— por cierto, Terra ¿recuerdas a Aqua?

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