Uff mi amor

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Era una calurosa noche de verano en el estadio Santiago Bernabéu. Después de una intensa sesión de entrenamiento, Yamine Yamal, joven promesa del fútbol español, se dirigía hacia los vestuarios. Allí, se encontró con Daniel Carvajal, el veterano defensa del Real Madrid.

"Gran entrenamiento hoy," dijo Yamine, acercándose a Daniel con una sonrisa radiante.

"Gracias, Yamine," respondió Daniel, secándose el sudor de la frente. "Tú tampoco lo hiciste nada mal. Se nota que tienes pasión en el campo."

Yamine fijó su mirada en la de Daniel, con una intensidad que hizo que el defensa se sonrojara. "Sabes, Daniel, hay algo en ti que encuentro irresistible," dijo Yamine con una voz baja y seductora.

Daniel levantó una ceja, sorprendido por la audacia del joven. "¿Ah sí? ¿Y qué es eso?"

"Tu determinación, tu fuerza... y la forma en que te mueves en el campo. Es... hipnotizante," continuó Yamine, acercándose aún más, haciendo que Daniel se sintiera ligeramente incómodo pero también intrigado.

Daniel suspiró y dio un paso atrás. "Yamine, realmente aprecio tus cumplidos," comenzó con voz firme pero amable, "pero hay algo que debes entender. Soy mucho mayor que tú. Tengo una carrera establecida, responsabilidades, y creo que tú aún tienes muchas experiencias por vivir."

"¿Edad? ¿Responsabilidades?" Yamine negó con la cabeza, decidido. "No me importa nuestra diferencia de edad. Lo que importa es lo que sentimos, ¿no?"

Daniel sonrió con tristeza. "Lo entiendo, y tu pasión es admirable. Pero debes comprender que hay dinámicas complejas en juego. No quiero que te hagas ilusiones. Tienes un futuro brillante por delante, y no quiero complicarlo."

"Pero Daniel," insistió Yamine, colocando una mano en el brazo del defensa. "No es justo rechazar algo que podría ser especial solo por la diferencia de edad."

Daniel respiró hondo, quitando suavemente la mano de Yamine de su brazo. "Tal vez algún día lo entiendas, Yamine. Ahora, concéntrate en tu carrera y disfruta de cada momento. Estás destinado a grandes cosas."

Yamine bajó la mirada, decepcionado pero respetuoso de la decisión de Daniel. "Está bien, entiendo. Gracias por ser honesto conmigo."

Daniel asintió, tratando de ocultar su propia tristeza. "No es fácil, pero es lo correcto. Ahora vamos, tenemos una carrera que construir."

Mientras se alejaban de los vestuarios, Yamine reflexionaba sobre las palabras de Daniel. Quizás tenía razón, quizás había sabiduría en sus palabras. Pero una cosa era segura: ese momento marcaría un punto de inflexión en su vida, tanto dentro como fuera del campo.

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