Naruto ni Kengan Ashura me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.
Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capitulo de mierda.
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Suoh Mihono quería llorar.
Pensaba que había echo mal para merecer esta racha, ella lo admitía, en su secundaria había sido una basura completa, debido a que su familia tenía dinero ella trató a todos como basuras inferiores.
Pero ella había cambiado.
-Que haré, que haré...-Murmuraba Suoh mientras se mordía su dedo pulgar apretando su vestido con la otra mano.
Bancarrota.
Ella nunca penso que llegarían a esto, nunca lo espero ni tampoco que fuera tan rapido, nunca espero que incluso miles de millones se quemarían tan rapido y tan fácilmente.
Esto era una mierda.
Desde que su padre murió la empresa comenzó a atravesar tiempos difíciles ya que el resto al ver la debilidad de la misma, como tiburones al oler sangre se lanzaron en un frenesí sangriento para depedazar el legado de su padre.
No feliz el destino con esto se dio una crisis con uno de los materiales que eran esenciales para su empresa haciendo que el costo de producción aumentara drásticamente sin ellos estar preparados para afrontar tal gasto.
Colapso.
Su empresa estaba en el colapso total, ya nadie siquiera la tomaba en cuenta, ella espero que todo se recuperara invirtiendo dinero y dinero que su padre había dejado para ella, en cuestión de un año había invertido más de 15 mil millones de yens sin embargo aquello no había servido salvia para arrasar lo inevitable.
Hasta que no quedó nada.
Su empresa se había convertido en una máquina de fundir dinero, ella ahora solo contaba con apenas 20 millones de yens de los miles que dejó su padre antes de morir para ella.
-Por favor padre, perdona a tu estúpida hija-Suoh se dijo mientras que lágrimas salían de su rostro, ella por más que intentó no pudo salvar nada.
Ella era una inútil.
Era culpa de Hayami Katsumasa.
Ella nunca fue de echar las culpas a nadie, su padre le había inculcado aquello, cada quien era dueño de sus propias acciones.
Pero esta era de Hayami.
Ella lo sabía, su empresa era el músculo y la de Hayami que era Toyo Electric Power Co era la energía, considerando que Hayami desde hace cinco años según su padre quería tener un monopolio energético sin lugar a dudas necesitaría una empresa constructora metalúrgica para ello, una que le diera todo a precio se costo.
Y nadie quería vender.
Los últimos 10 partidos Kengan que ella había tenido en un intento desesperado por tomar un contrato habían resultado en un maldito fracaso en todo los sentidos y una humillación, elloa antes se mantenían en las 100 primeras empresas de los combates Kengan pero ahora ello eran los 142 de las 147 compañías y las 10 últimas siempre se reservaban para las empresas jovenes que apenas venían ingresando lo cual decía mucho de su estado.
Misteriosamente todos sus contrincante contrataron peleadores de alto nivel, el último incluso que se hacía llamar Rihito había asesinado a su último peleador cortandole el cuello.
Ya no había más que hacer.
El banco Banco Dainippon se había negado a girarle un préstamo ya que en palabras de ellos era "Tirar dinero al cielo" por lo que ahora solo quedaba esperar la muerte en silencio.
