CAPITULO 1

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-eh ma, ya llegamo'?- me pregunta Ari, mientras caminamos.

-ari te dije que hables inglés, los yankees son re forros con los extranjeros. Y no, todavía no llegamos, porque nose a donde mierda vamos- le dije mirando a todos lados revisando que no allá caminantes.

Nos mudamos a Atlanta ya que quería dejar todo mi pasado atrás, y luego de un año de estar aqui inicio esto, tuve que salir de mi casa ya que los caminantes la invarieron, re conchudos los caminantes.Y ahora ando caminando con Ari.

Por cierto se las presento, Ariana es mi hija, tiene 6 años y es un encanto, y re bilingüe.

Yo soy mica, tengo 24 años, también soy re bilingüe. Jijiji.

-me alsas a upa-me dijo Ari sonriendo.

-bue dale- la alse y seguí caminado.

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-como la flor con tanto amor me diste tuuuu y se marchitoooo- estabamos cantando con ari al uni sonido mientras caminabamos.

Hasta que escuchamos ruidos, frenamos de golpe y bajé a Ari de mis brazos mientras levantaba mi arma.

-has silencio ari- le dije mientras apuntaba a todos lados.

-baja el arma- dijo una voz a mis espaldas y rápidamente sentí como Ari se agarraba más a mi pierna.

-esta bien bajare el arma, pero por favor no le hagas nada a ella- bajé mi arma dejándola en el suelo dándome la vuelta.

-¿quienes son?- dijo un hombre vestido de sheriff.

-soy Micaela Diaz y ella es Ariana- le dije mientras le señalaba a Ari.

Aparecio detrás del sheriff un hombre que sostenía una ballesta el cual también me apunto con su ballesta.

-soy Rick Grimes, el es Daryl Dixon, las oímos pero no era inglés, son extranjeras?- mierda el sheriff nos descubrio.

-si, somos extranjeras, de argentina, algún problema?- como toda argentina me encanta el quilombo.

-no, no hay problemas, solo son ustedes dos?- bue re curioso el ricardo.

-si, solo nosotras y los caminante, pero esos no te van a agradar- dios me van a matar si me hago la graciosa.

-que graciosa- dijo sarcástico el arquero.

-podrian dejar de apuntarnos, si quisiera hacerles daño ya lo hubiera hecho- un miedo me deben tener para seguir apuntando me.

Ellos bajaron las armas y se alejaron para hablar entre susurros.

-ma, vos crees que estén con más gente?- ari estaba sosteniendose de mi campera.

-ni idea Ari pero ese sería el menor de nuestros problemas- tenia miedo? Obvio que tengo miedo.

-estamos con más gente- terminaron de susurrar y se acercaron a nosotras -pueden estar en nuestro grupo, ellos no tendrán problemas en aceptar a dos personas más- estaba por agradecerle a Ricardo pero Ari interrumpió.

-somos tres- le dijo al sheriff.

-como que son tres- dijo desconcertado el sheriff.

-mamá no lo contó a el- dijo eso y saco de su bolsillo a su raton -se llama Pepito.

La expresión de ambos hombres se suavizó -entonces mi grupo estará encantado de recibirlas a ustedes y a Pepito- el sheriff le sonrió a mi cria.

-entonces andando que no tenemos todo el día- bue re amargado el arquero.

-entonces andando- levante mi arma y la puse en mi cinturón, tome la mano de Ari y ella guardo a su raton en el bolsillo.

Llegamos a una parte de la carretera donde había un grupo, pero algo me sorprendió había una mujer embarazada. Todos se pusieron alertas al vernos llegar.

-ellas son Micaela Diaz y Ariana- el sheriff nos presento y apunto a cada una -Micaela, ellos son: lori mi esposa, carl mi hijo, Glenn, t-dog, Carol, hershel y sus hijas maggie y beth- el sheriff apunto a todos y alto lio se armo en mi cabeza una banda de nombres.

-un gusto conocerlos a todos- dije tímida, y Ari la cual era más tímida que yo se escondió atrás mío.

-el gusto es nuestro, cariño- Carol se acercó a mi - ella es Ari, o no? Es tu hija?- me pregunto mientras acariciaba el pelo de Ari.

-si es mi hija tiene 6 años ahora se hace la tímida después de que agarre confianza no se salva nadie- dije mientras miraba a Ari que me sonrió maliciosa.

-¿son extranjeras?- dijo beth.

-si somos de argentinas, pero nos mudamos a Atlanta hace un año- ojalá no pregunten por qué.

-con razón, siempre escuché que las argentinas son hermosas- no sé equivocaron carolsita.

• • •

Al final después de un rato de hablar descubrí que el grupo no tiene dónde quedarse, tenían una granja pero se llenó de caminantes, claro andan invitando gente y no tienen techo. Al final me agradaron todos, menos el Ballestero creo que el me odia ya que no me habla, pero debe ser por qué no me conoce así que ni da para preocuparme.

-ma, me das mis chocolates- me dijo al oído Ari, los saque de mi bolsillo y se los di, eran 3 chocolates que encontramos en una tienda.

Descubrí que el grupo no tenía comida, y le di las latas de comida que teníamos.

Ari se acercó al niño Carl y le dió un chocolate, después se acerco a lori y le dio uno tambien y se sento al lado de esta para comer de su propio chocolate. Le dió el chocolate a Lori ya que yo siempre le contaba que cuando estaba embarazada de ella me gustaba comer mucho chocolate.

-escuchen, Daryl encontró una prisión la ví y podemos con esto, que dicen?- yo aceptaba mientras sea un buen lugar para las crías.

Todos aceptamos y nos pusimos en marcha.

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-todos entendieron el plan?- asentimos.

-debes quedarte con Lori- yo iría con Rick, debíamos despejar el área, lori nos abriria el porton nada peligroso por eso es que decidi que se quede con ella-prometeme que no te alejaras de ella, ari-

-te lo prometo ma, cuidado ahí adentro- asenti le di un beso en la frente y me pare junto a Rick.

-tranquila yo la cuido- me dijo Lori, seguramente dedujo lo que le dije.

Le sonreí y con el Ricardo nos pusimos en marcha.

Solo deseo que esto funcione, y podamos estar en un lugar seguro al menos una noche. Con Ari no hemos tenido un lugar apropiado desde que empezó esto, estuvimos solas desde el principio, asi que creo que es bueno que estemos con mas gente.

Nota de la escritora: que onda gentuza, bueno este es el primer capítulo pero ni idea si está bueno. Todavía la historia se está definiendo, no esperen que de la noche a la mañana Daryl y Mica se re amen.
Van a ver muchos personajes con los que la prota se va a encariñar, así que va ver llanto.

Besos en dónde se les plazca.

D.B

Hasta El Fuego -Daryl Dixon-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora