Tn intenta escapar de lo sobrenatural mudándose con su hermana, pero se encuentra con la sorpresa de que lo sobrenatural lo sigue persiguiendo. Este se verá comprometido entre dos bandos, ¿a cuál debería apoyar?
Sentí una presión incómoda y mi cuerpo no dejaba de temblar. Delante de mí solo estaba Maki con su guadaña, pero al verla, sentí como si estuviera al frente de la misma muerte.
Maki: Te voy a matar.
Al decir eso, ella volteó. Pude ver cómo su presencia aumentó. Ella no dejaba de verme con sus ojos rojos como la sangre. En ese preciso momento, sentí miedo.
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Maki: ¿Qué pasa? ¿Por qué no te acercas?
TE: ......
Maki: ¿Acaso me tienes miedo? Bueno, ya que...
Dijo mientras tiraba la guadaña.
Sentí como algo cortaba mi pecho. Inmediatamente, generé un escudo con el cual me protegí de los cortes.
TE (pensamiento): Puedo ver cómo algo corta cada rincón del cubo.
Pensé mientras veía la guadaña girar por todo el cubo, hasta que finalmente regresó con Maki.
Mi pensamiento fue interrumpido porque sentí cómo mi cuerpo era atraído. Cuando llegué lo suficientemente cerca, ella golpeó mi escudo con la guadaña, ocasionando que este se rompiera.
TE: Tch.
Intenté darle un golpe, pero ella sujetó mi brazo y lo rompió.
TE: ¿Eh? ¿Otra vez?
Maki: No eres el único que sabe analizar. Cuando Miko te rompió ese brazo, te limitaste a correr de ella en vez de activar un escudo.
TE: ¿Qué quieres decir?
Dije con una notable mueca de dolor.
Maki: Que ya descubrí que, sin ese brazo, no puedes generar escudos.
TE (pensamiento): Mierda, me atrapó. Ya no sé qué hacer.
Maki: Te vas a arrepentir de no haber muerto en las manos de Miko, porque ella es mucho más amable que yo.
Dijo mientras me daba un golpe en el estómago, que me mandó a volar. De manera inmediata, recuperé el equilibrio y me lancé a atacarla.
Ella lanzó su guadaña, pero la esquivé. En el momento en el que iba a patear su rostro, ella desapareció y pude ver cómo mi pie se incrustó al filo de la guadaña.
TE: ¡Maldita! Otra vez te intercambiaste de lugar.
Dije mientras quitaba la guadaña de mi pie.
Maki: Ajá, eso hice.
Sentí cómo mi cuerpo se paralizó y ella se acercaba lentamente a mí.
Maki: Ahora te paralicé.
Ella tomó su guadaña y me la puso en el cuello.
Maki: Y ahora te mataré.
Antes de ser decapitado, aumenté la gravedad, ocasionando que los dos cayéramos al piso.
