Capítulo 33

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Yan Xiao llevaba hoy un suéter rojo de cuello alto y unos pantalones largos a cuadros en blanco y negro. No llevaba abrigo para facilitarse el uso del traje de protección.

El collar que la Bestia Divina le regalo estaba oculto por el cuello alto, así que nadie podía verlo.

Cuando llegó al patio, claramente olió las feromonas de un Alfa, con un aroma a la fruta del dragón, no demasiado fuere, pero en su estado de enfermedad genética, ese olor se volvía extremadamente penetrante.

Nota: Fruta del Dragón (pitaya-✍(◔◡◔) así lo llaman en México)

Yan Xiao estaba un poco preocupado, no dudaba de las palabras de la Bestia Divina, pero, al ser su primer experimento, estaba un poco nervioso.

Sin embargo, cuando se paró en el patio y no sintió el pánico provocado por las feromonas, se dio cuenta de que el collar realmente podía ayudarle a estabilizar sus emociones.

El regalo de la Bestia Divina resultó ser un verdadero tesoro.

Por eso, no tuvo dudas al entrar a la casa.

La habitación estaba desordenada, con fragmentos de tazas rotas, sillas volcadas y varios libros tirados en el suelo, lo que mostraba cuán violento había estado el dueño de la casa recientemente.

Para Yan Xiao, esta escena era bastante normal. Los enfermos genéticos, al verse afectados por su condición, perdían el control de sus emociones y necesitaban más compresión y cariño de sus familiares.

Ellos no querían ser así, simplemente no podían controlar su comportamiento.

Yan Xiao dejó la caja de medicamentos en el suelo y dijo: "Rose, ¿puedo llamarte así?"

"¡No te permito llamarme así!", gritó Rose enfadado desde la habitación.

Yan Xiao asintió, "Está bien, Rose, ¿puedes estar en silencio unos minutos? Necesito hacer un chequeo"

"Te advierto, no te acerques a mí o morirás de una manera horrible", advirtió Rose ferozmente.

"¿Un Beta se atreve a acercarse a mí? ¿Tienes ganas de morir rápido?"

Incapaz de liberar feromonas, para todos los demás él era solo un Beta común.

Yan Xiao nunca pensó que eso fuera malo, al contrario, prefería que fuera así, para poder ocultar perfectamente su secreto de ser un Omega.

"¿Acaso le tienes miedo a las inyecciones?" Yan Xiao se detuvo y miró con sospecha hacia la puerta, ya que el paciente estaba dentro y no podía ver su apariencia.

Al oír esas palabras, la persona dentro se enfureció. "¡Hablas tonterías! ¡No le tengo miedo! ¡No le tengo miedo ni a los proyectiles de los Zerg, mucho menos a tu aguja fina!"

"No lo sé, no te he visto, ¿Quién sabe si lo que dices es verdad o no?" murmuró Yan Xiao en voz baja.

De repente, hubo un movimiento en la puerta. Un hombre alto salió corriendo y antes de llegar a él, las feromonas poderosas y amenazantes ya lo envolvieron.

Yan Xiao se sorprendió y sus piernas se debilitaron, cayendo al suelo.

El collar solo evitaba que su cuerpo se viera afectado por las feromonas, pero no lo protegía de la poderosa presión de la presencia del otro.

Sin fuerza alguna, ante un soldado fuerte, él parecía débil e indefenso.

"¡Hmph! Resulta ser un Beta inútil. ¡Ni siquiera me he movido y ya te has derrumbado!"

El alto Rose miraba a Yan Xiao con desprecio, "¿Te atreves a tratarme?"

La cabeza rapa de Rose bajó un poco, con su cabello tan corto que apenas se veía el cuero cabelludo, mostrando la densidad de su cabello.

Después de Renacer se Convirtió en el Favorito del InterestelarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora