Aioros entró en la habitación y encontró a Saga sentado en el borde de la cama, con una caja de pruebas de embarazo en su mano. Saga lo miró con una sonrisa nerviosa.
"¿Qué pasa?", le pregunto acercándose a el.
Saga respiró profundamente y le mostró la caja. "Estoy embarazado", dijo, con lágrimas en los ojos.
Aioros se quedó conmocionado por un momento, luego una gran sonrisa se esparció por su rostro. "¡Oh, mi amor!", exclamó, abrazándolo fuertemente.
Saga se rió y lloró al mismo tiempo, abrazándolo también. "Estoy tan feliz", dijo.
Aioros se separó un poco y lo miró a los ojos. "Yo también, mi amor. Esto es increíble. Vamos a ser padres".
Saga asintió, sonriendo. "Vamos a ser padres".
Aioros lo abrazó de nuevo, girando con el en un círculo, ambos riendo y llorando de felicidad. "Te amo, Saga", dijo.
"Te amo, Aioros", respondió el.
En ese momento, ambos sabían que su vida estaba a punto de cambiar para siempre, pero estaban listos para enfrentar ese nuevo capítulo juntos.
Un par de semanas habían pasado desde que supieron que serían Padrés, Aioros se sentó junto a Saga en el sofá, con una sonrisa emocionada en su rostro. "¿Puedo?", le preguntó, mirando su pancita.
Saga asintió, sonriendo. "Claro, mi amor".
Aioros puso su mano suavemente en la pancita de Saga, sintiendo la forma redondeada del bebé. Saga cerró los ojos, disfrutando del momento.
"Es increíble", dijo Aioros, sintiendo el bebé moverse bajo su mano. "Puedo sentirlo crecer".
Saga abrió los ojos y sonrió. "Sí, es como si estuviera bailando en mi vientre".
Aioros se rió. "Me encanta sentirlo". Se inclinó y besó la pancita de Saga. "Hola, pequeñín", dijo. "Soy tu papá".
Saga se sintió emocionado al ver a Aioros tan conectado con el bebé. "Te amo", le dijo.
Aioros se volvió hacia el y lo besó. "Te amo, mi amor. Y te amo, pequeñín".
En ese momento, ambos sintieron una conexión profunda con su futuro hijo, y sabían que su amor crecería aún más cuando naciera.
Otro día Aioros entró en la cocina y encontró a Saga sentado en la mesa, con una mirada de anhelo en su rostro.
"¿Qué pasa, mi amor?", le preguntó Aioros, acercándose a el.
Saga suspiró. "Tengo un antojo irresistible de helado de chocolate y fresas".
Aioros sonrió. "¡Voy a buscarlo ahora mismo!"
Saga sonrió, agradecido "Gracias, mi amor. Eres el mejor".
Aioros salió de la casa y regresó con un litro de helado de chocolate y una caja de fresas frescas. Saga se iluminó al verlo.
"¡Oh, gracias!", exclamó, abriendo el helado y sirviéndose una cucharada.
Aioros se sentó a su lado y lo miró disfrutar de su antojo. "¿Quieres que te acompañe?", le preguntó.
Saga asintió y Aioros se sirvió una cucharada también. Juntos, disfrutaron del helado y las fresas, riendo y hablando.
"Me encanta consentir tus antojos", le dijo Aioros, acariciándole el cabello.
Saga sonrió. "Me encanta que me consientas. Eres el mejor padre y esposo del mundo".
Aioros sonrió, sintiendo una gran felicidad. "Lo soy por ti, mi amor. Por ti y por nuestro bebé".
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Crónicas de un embarazo (AioSaga)
FanfictionLa vida cotidiana de Aioros y su doncel Saga durante el embarazo. Mpreg.