{Narrador: panafresco}
Noche estrellada, luces cálidas y el relajante sonido de las olas del mar.
Un vaso lleno de líquido era todo en lo que mi vista estaba enfocada, concentrado tan solo en el leve movimiento que el crucero provocaba en aquella bebida.De pronto, una luz encandiló mis ojos, como si hubiera mirado directamente al sol.
Levante la vista con una sonrisa, sabiendo a que.. o quien se debía tanta iluminación.
Ahí estaba, esa persona de luz blanca que solo podía contemplar de vez en cuando, en una esquina del navío "observando" tímida a todas las demás parejas.Me acerqué con confianza y ofrecí mi mano a aquel ser, su luz empezó a variar, pasando de completo blanco a un tono leve de rojo, que interpreté como un sonrojo por mi atrevimiento.
Reí, con la mano todavía extendida, esperando a que aquel ser la tomara. No tardó mucho en hacerlo y caminamos juntos hacia el centro del lugar.Juntamos nuestros cuerpos y tome sus manos, antes de hacer cualquier cosa, la música cambió totalmente a una balada más romántica. Llegándose a distinguir violines y guitarras, tomé su cintura y empezé a guiarla con cuidado. Tratando de no pisar sus pies.
-Te ves muy divina esta noche~
-Aquí, entre estas luces vibrantes~
-Puras delicias nos rodean mientras navegamos~
Canté, estaba tan concentrado en los sentimientos cálidos que esa luz me brindaba, que me dejé llevar.
-El reino del espejismo de la alegría ha llegado~
-No queda nadie en juego~
Levanté una de mis manos junto con la suya y la giré con cuidado, tomándola luego por la cintura y moviéndome lentamente de un lado a otro junto con ella.
-Ahora que la existencia esta en camino, veamos que podemos hacer~..
Se giro nuevamente, quedando ambos frente a frente. Le dediqué una mirada que jamás había dado a ningún ser humano, llena de paz y sobre todo, cariño.
Acercó lentamente su rostro a mi frente, apoyándo la parte baja en esta y calentandola en el proceso. Se separó y soltó mis manos para irse caminando hacia otra parte del barco.Observé como se alejaba y volví al lugar donde me encontraba antes, sabía perfectamente que nada era real, pero las buenas sensaciones que me quedaban luego de los encuentros con ese ser si lo eran.
Por el rabillo de mi ojo vi pasar un rastro raro de oscuridad.
Algo no me dio buena espina y decidí buscar al ser de luz con el que anteriormente pasé el rato... sentía que algo malo iba a pasar y yo nunca me equivoco.Caminaba a paso rápido, buscándolo con la mirada. Nisiquiera tenía cara o nombre, solo reconocía su presencia por la luz y la sensación de calidez que transmitía.
Y lo encontré.. no en el mejor momento.La oscuridad en persona, sostenía a esa luz con fuerza y parecía que la estaba lastimando.
Corrí hacia ellos, dispuesto a darle la paliza de su vida al ser oscuro que de repente había aparecido. Una especie de líquido negro que salió de mi nariz repentinamente frenó mi caminata.El color oscuro de aquel líquido fue desvaneciendo lentamente, siendo reemplazado por un rojo intenso.. sangre, sangre real.
El olor metálico me hizo reaccionar, subi la cabeza y todo había desaparecido, no había nada más que oscuridad, ni una señal del ser de luz.Todo empezó a desvanecerse a mi alrededor y por último el piso del navío, dejándome flotando en un vacío silencioso.
Sentí como si horas hubiesen pasado allí, tenía frío, no sabía si ese vacío terminaría o estaría ahí atrapado para siempre.
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AAAA NO SE QUE TITULO PONERLE (Papulince × Panafresco)
SonstigesEsta historia se me ocurrió a las 3 de la mañana mientras escuchaba el cuarteto de nos, no me pidan mucha consistencia :'v ("Capítulos cortos y sencillos" 📺)