Prólogo.

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Las familias chaebol eran importantes en todo corea, todos sabían de las familias Lee, Kang, y demás pero entre ellas estaban los Dae la familia que venía de linaje de los emperadores la familia tenía sangre azul en todos, realmente muchos dudaban esto, la familia Dae no se dejaba ver, y cuando se dejaban ver era tan raro, su elegancia y su educación era igual a la de una familia de la realeza, sobre todo la belleza celestial que tenía su único hijo.

Dae SeokJin el omega precioso, más hermoso, con tan solo verlo era ver a un ángel en la tierra, un omega de cabello castaño claro con pequeños rulos en él algunos hacían corazones, piel blanca y suave, sobre todo sus labios, sus labios lo hacían resaltar más sus labios parecían dos ponquecitos sumamente suaves y deliciosos siempre estaban brillosos como un moffin más suave del planeta.

Para la desgracia de los chaebol, se unió una familia más, apenas eran chaebol, unos sucios nuevos ricos, la familia Kim, no les gustaba esa familia tan ordinaria y llena de conformidad, además no usaban ropa de marca, si tenían empresas un poco grandes pero todavía faltaba que les llegara a sus talones, la familia Kim había llegado hasta ahí por grandes sacrificios; entre ellos la alianza de empresas con los Dae pues al parecer estaban apuntó de entrar a bancarrota. Sobre todo al matrimonio Dae le atrajo su hijo de los Kim, era un alfa extremadamente inteligente e intelectual, sus grandes dotes de saber tantos idiomas le dio la oportunidad de volver a la cima y ser la grandiosa familia Dae por ello les dieron la oportunidad a los Kim.

Un matrimonio entre sus hijos.

Kim NamJoon y Dae SeokJin.

Sus hijos eran preciosos y juntarlos sería doblemente hermosos, los más buscados, obtener cachorros de ellos serían preciosos solamente imaginaban a una pequeña copia de SeokJin uno lindo o de NamJoon sin duda alguna sería perfecto. Fue una tentación para los Kim si se unían a los Dae entonces dejarían de ser pueblerinos mugrosos entonces entrarían al lugar más alto a los elite.

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NamJoon después de subir su estatus lo cambiaron de escuela a una más prestigiosas y privilegiada, llena de conocimientos que una escuela pública no tiene, era el estudiante más inteligente, pero eso no era todo, se entero que SeokJin estaba ahí, no era por nada pero NamJoon era un admirador de SeokJin, el alfa veía a SeokJin estar solo ese omega no tenía amigos, el omega solía estar en la biblioteca, siempre cargaba libros de economía y fianzas.

SeokJin era muy buleado por sus otros compañeros omegas otra cosa por la cual se escondía en los baños y la biblioteca, la primera vez que quedaron solos fue la salida del colegio estaba lloviendo horrible los truenos, y la lluvia iba con todo, el omega estaba ahí esperando a que parara, el olor del omega era completamente inquieto estaba inquieto; si NamJoon se iba se quedaría solo y entonces los de año más grande saldrian y nada saldría bien. NamJoon agarró un paraguas amarrillo para entregárselo al omega.

— ¿Uh? — SeokJin soltó un pequeño sonido cuando el alfa le ofreció su paraguas, miró al dueño de dicho paraguas SeokJin se quedó paralizado con sus mejillas rojas. NamJoon lo miraba directamente, sus ojos eran afilados como un dragón.

— Ten, tengo otro en mi mochila, si tus padres no vienen o tu chofer no viene enseguida entonces los omegas de quinto año saldrán a molestarte.— SeokJin aceptó rozando sus manos.— Ve con cuidado y no te desvíes del camino.

— Gracias…— Hablo de manera baja mientras guardaba sus cosas en su mochila para abrir el paraguas.— Te lo devolveré mañana.— Y finalmente se fue justamente cuando escuchó la campana, los de último año salieron, NamJoon sonrió finalmente, realmente él no tenía otro paraguas, por lo tanto al volver a su hogar volvió mojado pero con una sonrisa en sus labios por haber ayudado a quien amaba, ojala haya llegado a su casa sin tener que mojarse.

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La mañana empezaba ruda con SeokJin pues el omega por más que intentó correr a su salón esas omegas de quinto año lo seguían antes de poder dar un pasó a su salón fue agarrado con brusquedad por la líder está le sonrió tan horrible.

— Dicen que los príncipes no pueden tomar el trono si tienen una marca en el rostro, veamos qué tan cierto es esto.— SeokJin puso fuerza pero ella era más fuerte, nadie iba a defenderlo porque todos lo odiaban, era peste negra en todo el instituto.

— ¿No creen que son muy grandecitas como para molestar a un omega de tercer año? — Una voz profunda se escuchó, era el profesor de música Siwon.

Durante el día y parte de la tarde se había escondido hasta que fue la salida, no había llovido solamente estaba nublado durante la salida estuvo buscando al alfa que le prestó su paraguas pero no estaba, solamente esperaba que ese alfa existiera y no fuera un alma en pena que estaba ahí.

Matrimonio, Amor Y Dinero.| NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora