^Maldigo haberte conocido^

Cap 1 - El libro

–Que?– No podía creer lo que estaba escuchando del clérigo

Mi padre estaba muerto?, acaso murió cuando yo fui al bosque, estaba en el bosque mientras el sufría?

–Mis mayores condolencias– Dijo el clérigo dejándome sola en mi casa

No respondi, la casa se sentía vacía, sola, nisiquiera pude despedirme, que clase de hija era yo?

Me senté en la cama que era de mi padre, todavía tenía su olor, me acurruque y me dormí llorando

[...]

Al despertar, me senté en la cama, su olor se desvanecía poco a poco, necesitaba su presencia.

Cuando me levante pise mal y me caí, pero vi un libro debajo de la cama, me sorprendió, nunca había visto ese libro antes.

Lo saque de debajo de la cama, el libro se titulaba "Los Elfos mágicos"

Un libro de Pasta gruesa con portada color verde, las letras grabadas en dorado, con un Rubí en uno de sus costados

Se veía algo viejo, tenía un poco de polvo pero, ¿por que mi padre tenía este libro oculto?

Lo abri, sus hojas eran algo amarillas y tenía polvo, hojie unas cuantas páginas, hasta que llegue a uno, en esas hojas, no había tanto polvo como los otros, parecía recien visto.

–La Elfa...Diana?– Revise un poco más hasta llegar a una parte importante

–"La elfa diana, viaja por todo el país de Lytheria, suele descansar en los bosques, puede curar cualquier enfermedad"– me quedé sorprendida, acaso eso era posible?

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4 años habia pasado desde la muerte de mi padre, en esos cuatro años estuve investigando el libro que encontré aquella vez.

Poco a poco iba aprendiendo más sobre el mundo mágico, ese mundo que no había explorado a fondo.

Si quería llegar al Fondo de esto, tendría que ir al bosque otra vez, también quería buscar el collar que había perdido aquella vez, tenía que encontrarlo.

Ese collar fue la última cosa que tengo de mi padre, lo encontraré como de lugar, por más que me cueste, tengo que encontrarlo...

Suspire y cerré el libro, ya era hora, tenía que ir al bosque, tome una mochila de tela, meti algunas cosas, Agua, comida, algunas telas para el frío, velas, y lo más importante, el libro.

Termine de acomodar mi mochila, saldría de viaje, y dudaba regresar, me puse un chal de tela cosido y tome mi mochila para salir de casa.

Voltie por última vez a lo que era mi hogar, el hogar donde creci y donde estaban mis recuerdos más preciados...

–Volveré pronto– susurre para mi misma.

Finalmente estaba lista para salir en busca de mi collar.