El alfa

Asi comenzó todo

Queridos lectores, e estado muy creativa debo admitir que leer me a abierto el apetito a crear, apenas termine la novela o al menos los capítulos de una historia de hombres lobo y los capítulos de La gran Keily y debo admitir que fueron la fuente de mis inspiración para crear una nueva historia con esos dos temas, honestamente no se que saldrá ya que no planeo las cosas sólo las escribo, sabes que me encanta ser sádica con mis historias, romaica y porque no....oscura... Espero que disfrutéis esta obra, y prometo actualizar mis demás historias!!.

COMENZAMOS!!

Mel era una jovencita de aproximadamente 30 años, era gordita con curvas, una cara dulce, ojos profundos color marrón, tenía el cabello pintado de rosa. Siempre usaba ropa rosada con holanes, algunos accesorios infantiles y peluches como decoración. Tenía una tendencia a la moda tierna considerada como kawaii, bastante extraño para muchos en cuestión a su edad pero muy normal para quienes conocían dicha moda. Su rizado cabello caía alborotado dándole un aspecto a algodón de azúcar, contrastaba con lo pálido de su piel. Mel era muy tímida; le costaba trabajo socializar debido a las inseguridades que se presentaban con su cuerpo, los apodos no bajaban de "ballena, vaca, obesa, gorda asquerosa, pelota" entre muchos otros que tuviesen que ver con el aspecto de su cuerpo. Había ganado una beca a USA en algún en Ilinois, la zona era bastante acomoda y ella pertenecía a la clase media por lo que relacionarse con gente de alto estatus aumentaba su ansiedad sin mencionar la discriminación que sufría su gente por ser de procedencia latina. Estaba en el aeropuerto esperando su vuelo, sabía que su vida cambiaría por completo unas ves que llegara a tierras lejanas, una tierra que sería su nuevo hogar. Era optimista y n se conformaba con ver el lago negativo de las cosas. Cuando abordo su avión, saco una dona glaseada de fresas con crema y comenzó a comerla, le encantaban las cosas dulces sobre todo las rellenas con mermelada, no ayudaba nada a sus sobre peso. Cuando termino decidió dormir un póco, parecía que el tiempo pasaba rápido ya que en ese momento unas horas después el vuelo anunciaba su descenso hacia su destino. Despertó suavemente bostezando, acomodo sus cosas, su despeinado cabello rosado caía graciosamente en su redondeada cara dulce.

- Vaya , eso fue rápido, me pregunto si la agencia de intercambio sabrá que hoy iba a venir

Una vez que el avión aterrizo y se dieron las instrucciones de bajar, ella camino con cuidado, su trasero grande golpeaba a de vez en cuando los asientos de otros pasajeros, sus pechos abultados apenas le permitían ver correctamente.

- Hay , siento, de verdad discúlpeme

La gente solo hacia muecas de disgusto, una vez que logro bajar tomo su equipaje, eran las 11;00 am por lo que le daría tiempo de instalarse en la escuela de intercambio, una vez que tomo su maleta, se dirigió a la salida, sabía bien el inglés por lo que no le costaba comunicarse, saco la dirección y se dirigió a la asistencia de ayuda del aeropuerto quien de inmediato la ayudo a localizar un taxi para que la llevaran a aquel citio. Mel miraba por la ventana, no parecía tan diferente a su país pero de todos modos no podía confiarse, las costumbres de otros lugares siempre variaban incluso si eran dentro del mismo país. Se perdió en sus pensamientos sin darse cuenta que ya había llegado a su destino

- Listo señorita hemos llegado

- Oh muchas gracias, cuánto es?

- Descuide ya ha sido pagada la cuenta

- A...pero como

- No se preocupe, disfrute su estadía hasta pronto

Mel bajo su equipaje mientras miraba la puerta de la enorme cazona, parecía sacada de algún cuento