Siempre soñaba en convertirse en un hombre tan bueno como su padre. Si le preguntaran, respondería sin dudar que era su ejemplo a seguir y alardearía de él, pues lo consideraba su mejor amigo.
Kim Dokja deseaba pasar cada etapa de su vida con él y, por supuesto, al lado de su madre también. No podía negar que pese a las dificultades, tuvo una infancia llena de amor, y con lo suficiente para crecer feliz.
Al menos hasta ese momento.
A los 12 años, su mundo dio un vuelco. Fue en la mañana del 11 de Noviembre del 2028 cuando el buen amigo de su padre, Lee Hyunsung apareció en la puerta de su casa con el rostro desencajado. El pequeño Dokja que abrió la puerta supo al instante que traía malas noticias, esto debido a que su padre había desaparecido desde hace 2 días, con una única nota que decía "Lo siento", escrita en una hoja arrancada y colocada en el parabrisas de su auto.
A pesar de que su madre lo había encerrado en su habitación, Dokja apoyó su cabeza en el pequeño hilo de su puerta entreabierta, logrando escuchar su conversación.
"Fue asesinado... Lo... Lo lamento mucho", fueron las palabras del policía, pronunciadas con lágrimas en los ojos.
Observó que su madre no reaccionaba y, por protocolo, Hyunsung tuvo que darle más información, así como los escalofriantes detalles de lo ocurrido. Mientras él sentía que su hermoso mundo lleno de felicidad se hundía lentamente en un agujero oscuro y sin fín.
El caso se abrió y se convirtió en titular de muchos diarios durante varios días. En la televisión, Dokja veía los reportajes y las entrevistas que le realizaban a su madre, mientras intentaban hacerle lo mismo a él. Esto fue motivo suficiente para que dejara la escuela por un tiempo.
El Estado y la Policía estaban muy entusiasmados con este caso y asignaron a los mejores detectives para resolverlo. Intentaban averiguar si había algo detrás de todo esto.
Sin embargo, solo pudieron descubrir tres puntos importantes:
Las huellas del culpable en el arma.
Hubo otro asesinato ese mismo día.
Su padre tenía una fuerte deuda.
"¿Solo eso te dijeron mamá? Debe haber más información, eso no ayudará a encontrar al culpable".
"Por ahora sí, hijo. Pero esperemos un poco más, seguro la policía podrá darnos más información. No te angusties, yo me encargaré", respondió su madre con un tono apaciguador, aunque su rostro cansado delataba su preocupación. Dokja notaba cómo su madre pasaba las noches llorando o sentada en el sofá de la sala en la madrugada, sumida en sus pensamientos sobre lo ocurrido con su esposo.
A pesar de su corta edad, Dokja estaba desesperado por ver que se hiciera justicia, que el responsable del asesinato de su padre pagara por sus acciones. Sin embargo, su madre procuraba darle poca información, temerosa de involucrarlo en un caso que se volvía cada vez más misterioso, confuso y lejos de resolverse.
A las tres semanas, finalmente salieron los resultados de las huellas.
Todo apuntaba a Yoo Junghyeok, un joven de 19 años y estudiante universitario que vivía en los suburbios de la ciudad. No interactuaba con muchas personas y las pocas, preferían no inmiscuirse en el caso.
Todos sus compañeros lo señalaban cómo alguien muy raro, de mirada hostil y poco comunicativo en las clases.
Para sorpresa de todos, se descubrió que había asesinado a su propio padre el mismo día en que también acabó con la vida del padre de Dokja, disparándole dos veces.
Tras el crimen, Yoo Junghyeok desapareció sin dejar rastro.
Se emitieron avisos de búsqueda en todo el país, y el oficial Lee Hyunsung se dedicó intensamente a la tarea de encontrar al culpable. Sin embargo, el tiempo pasaba y la investigación no avanzaba, hasta que después de un año de búsqueda infructuosa, la madre de Dokja finalmente se rindió. Decidió seguir adelante con su vida lo mejor que pudo, trabajando duro para brindarle a su hijo una vida adecuada y sin carencias.
Pero Dokja, en su creciente odio y deseo de justicia, continuó buscando a Yoo Junghyeok. Durante años, distribuyó panfletos con la información y fotografía del culpable, repitiendo incesantemente:
"Te encontraré... Te encontraré... Te encontraré".
Pero... El caso iba olvidándose hasta que lo archivaron sin poder hacer nada. La madre de Dokja, centrada en reconstruir sus vidas, le pidió a su hijo que se enfocara en sus estudios y en seguir adelante, en honor a la memoria de su padre. Le recordó que su padre no querría verlo consumido por el odio y el deseo de venganza.
Y al cabo de unos años, el caso que en algún momento fue el más nombrado, inevitablemente fue olvidado.
...
Es 2038, salía de la universidad rumbo a una ciber-cafetería, pues había quedado con algunos compañeros para realizar el trabajo grupal para su carrera de Periodismo. Fue ahí que Kim Dokja se topó con alguien repartiendo panfletos cerca de la puerta. Intrigado, aceptó el folleto y sus ojos se clavaron en el titular llamativo: "¡Llegó el futuro! Primera prueba de viaje en el tiempo en Corea".
Su mente comenzó a maquinar muchas cosas, fue corriendo a casa mientras buscaba más noticias sobre ello.
Para este tiempo la tecnología fue avanzando a pasos agigantados y viajar en el tiempo ya parecía ser una posibilidad.
La idea de los Gobiernos internacionales, era intervenir en la resolución de diversos enigmas aprovechando sus conocimientos del presente, y entre ellos, resolver casos de mafias y otros crímenes de importancia. evitando cualquier cambio que pudiera alterar el curso de la historia tal como se conoce y, por último, que el viaje estuviera autorizado por ellos mismos.
"Ya fue probado en Estados Unidos", leyó atentamente el artículo que detallaba cómo habían traído de vuelta a un animal que solo existía hasta hace 3 años y que luego fue declarado extinto. El siguiente país en realizar la prueba sería Corea, pero con un equipo científico diferente y una persona distinta que haría el viaje. A pesar de ello, estaban dispuestos a arriesgarse y llevar a cabo la prueba frente al público para demostrar su gran avance.
Con la mirada cansada, Kim Dokja levantó la vista hacia su reloj: eran las 4 de la mañana. No había parado de leer sobre el viaje en el tiempo desde las 6 de la tarde. Sus pupilas se deslizaron hacia arriba hasta que encontraron los papeles pegados en su pizarra de corcho: eran documentos que él mismo había conseguido sobre el caso de su padre.
Kim Dokja nunca perdonó que el caso de su padre fuera olvidado, y mucho menos que el culpable no hubiera recibido el castigo merecido por sus acciones.
Con determinación, juró en silencio que haría lo que fuera necesario para viajar al pasado y ejercer la justicia con sus propias manos por la muerte de su padre.
«Juro que te haré pagar, Yoo Junghyeok».
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¡Hola!
Estuve pensando mucho en colgar este fanfic por aquí o no jaja, también lo haré por Ao3 pero no tengo el usuario por el momento, así que Wattpad será mi lugar elegido por ahora.
Espero que les guste esta historia, es un Universo Alternativo y la trama la tenía en la punta de los dedos desde hace un par de años, aún no la termino de escribir, así que vamos viendo como evoluciona.
Aquí el padre de Dokja era alguien que le dio mucho amor al parecer (no como en el canon cofcof), lamentablemente se nos fue ╥_╥. Pero Kim Dokja quiere vengarse, así que veremos como resulta esto.
Nos encontrarémos de nuevo el 10/08/2024, que será cuando suba el primer capítulo. ❤
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𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐬𝐨 𝐎𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐨 || ORV Fanfic AU
FanfictionKim Dokja perdió a su padre a los 12 años, asesinado a sangre fría. Su caso fue investigado hasta identificar el nombre y rostro de su asesino, sin embargo, al no encontrarlo por ningún lado, lo archivaron por el tiempo transcurrido sin aplicar la...