Beware The Moth

Se lo que hiciste

Lawrence Crock se encuentra bebiendo en un bar de mala muerte donde los demás renegados de Gotham se reúnen para ignorar su mala vida por unos instantes.

Desde hace ya unos años que cuenta con una reservada, la cual se encuentra bastante apartada de las demás debido al desprecio que sus compañeros criminales sentían hacia el.

-Tsk.. nuevamente llega a romper el ambiente – comenta un ya ebrio condimente King.

- Guarda silencio, es un territorio neutro y no quiero generar conflicto con un hombre de Black Mask. – respondió Ten eye man quien funge como el barman del local tras su retiro como supervillano.

- Pero tu sabes lo que él hizo.

- Si, y mientras pague sus bebidas para autoflagelarse puedo seguir lucrándome de el – tras eso el barman se apartó del Condiment King para atender a otro cliente.

Unas luces con colores primarios iluminaban a Sportsmaster, privándolo de su bebida por tener que cubrir su vista.

- Hey, Sportsmaster ¿supiste de lo sucedido con el sobrino de Moth? – Crazy Quilt sonrió de oreja a oreja-

- No, y apaga tus putas luces tus putas luces sino quieres que te las arruine yo.

Quilt obedeció y retira su casco para dejarlo sobre la mesa a la par que toma asiento.

- El niño Sunny Serkis, su madre pensó que Moth nunca lo encontraría tras usar su apellido de casada, pero...

- Ve al grano

- Ejem, está bien, el chico aceptó ser el nuevo Killer Moth pero cometió un error fatal.

- ¿y eso fue? – dijo Sportsmaster con mucho desinterés-

- Robarse la temática de otro.

Sportsmaster levantó la ceja derecha.

- Si, y peor aún, intentar robarle a Firefly solo por estar en prisión, pero de alguna parece que Lynns se enteró y contrató a alguien para matarlo.

- O eso dicen los rumores – bebía otro sorbo de su cerveza en lo que escuchaba con bastante desinterés.

- Es lo más lógico, el cuerpo está desaparecido, pero hay rastros de sangre y pelea.

- Jum... Crazy Quilt, gracias por hacerme perder el tiempo con algo que no importa – tras decirlo se levanta camino a la salida no sin antes chocar hombros con otra persona.

- ¡HEY! Atiende por donde vas Malone.

- Oh lo siento, estaba distraído – Matches Malone baja sus gafas de sol para ver cara a cara al sujeto con quien se cruzó.

- Tsk.. Signalman no vino hoy, seguramente lo volvió a agarrar algún vigilante.

- Espero que no.

Ambos prosiguen con sus caminos una vez que Malone se reacomoda las gafas.

Para Lawrence Crock el lapso entre su salida del bar y el momento en que chocó contra la puerta del auto había transcurrido más rápido de lo que su mente podía captar en aquel estado y probablemente no se hubiese dado cuenta de no ser por una vibración proveniente de uno de los bolsillos de su pantalón.

Lawrence toma el teléfono y contesta luego de fallar tres veces con la pantalla táctil.

- Señor, ¡tiene a Casas!

- ¿Eh?, ¿Quién tiene a Erick? - casi de inmediato se recuesta contra el auto por la perdida del balance.

- No sé dónde mierda salió, es un enmascarado nuevo, pero no teme a matar, William está muerto y yo recibí un impacto en la balacera...

Otra llamada suena. Esta vez desde el número de Erick Casas.

- Es Erick debo contestar.

- Jefe espere, es una tramp...

Aceptó la llamada entrante sin tomarle mucha importancia.

- ¿Teniendo poca empatía por Zeb? No me sorprende – La voz que se oía correspondía al mismo sujeto de hace unas horas.

- ¿Quieres torturarlo? Bien por ti, solo contesto para dejarte en claro que no me puedes extorsionar con unos imbéciles.

- Esto lo hago por ella no por ti, "Crusher"

- Repítelo

- Ya has tenido tu pista.

La llamada se cuelga dejándolo anonado y con la vista en dirección al poste de luz.

- Ella...

Lawrence intentaba descifrar algo que se le hacia tan familiar pero los efectos del licor le jugaban en contra, provocando que poco a poco perdiese el conocimiento en medio de la calle sin siquiera darse cuenta.