Hola, junio 8, soy yo otra vez,
ya sé, te vuelvo a escribir una y otra vez.
Supongo que todavía no te olvidé,
me pregunto qué será.
Mirando la luna, las estrellas y el mar,
no logro encontrar todo aquello que dejé atrás.
Y ahora que no soy capaz de confiar,
me pregunto cómo la pasarás.
Si nadie que no fuera yo te podía escuchar,
¿encontraste mi reemplazo sin más?
O supongo que, como yo, también me pensarás,
cuando las cosas vayan mal.
