A los 18 maduran

96 7 11
                                    


No es de sorprenderse que cuando llegó el día de su cumpleaños, toda la familia lo despertó, le dejaron todo preparado esperando a que eevevolucion se convertiría, tras unos minutos esperando, horas, la tarde y la noche, no pareciera que él quisiese evolucionar, cuando su familia se le acercó se notaron que él se estaba esforzando hasta un punto que estaba al punto del colapso por la tanta fuerza ejecutada.

Lo dejaron pasar hasta la mañana siguiente, tras despertar estuvo intentándolo nuevamente, al principio propuso ser un umbreon, al final con menos optimismo a un sylveon, cada vez se iba restando al peor optimismo posible, hasta que se rindió esa misma tarde.

Cansado y agotado se revolcaba en su cama con frustración, esperando que esto solo fuera una mala jugada, hasta incluso pensó en que la fecha de su nacimiento había sido alterada, que la fecha que siempre habían celebrado era una farsa, una mentira para hacerlo ver mayor, ¿La razon? Quien sabrá, no dudó en preguntárselo a su madre que esta misma no parecía darle bolas, no le interesó ni siquiera verlo a los ojos.

A las semanas la tension familiar comenzaba a ser notable, no era raro que sus padres se pelearan y sus familiares se alejaran poco a poco, comenzaban a verlo como un bicho raro, incluso sus propios padres.

No era solo ideas suyas por aquello sucedido, una de esas noches, en la madrugada sus padres se enojaron de tal forma que decidieron decir que desearían nunca haberlo tenido, obviamente se lo tomó mal el cuándo lo escucho. En la noche, empacó sus cosas más importantes y con el rencor todavía, fue al cuarto de sus padres y tomó todo el dinero que podia, se sentía mal al principio sabiendo que le estaba robando a sus propios padres, pero el arrepentimiento dejó de ser algo importante cuando las palabras se repetían en su cabeza una y otra vez.

Salió de su casa a un nuevo mundo, sin amigos, sin nadie quien lo apoyara, solo, con el suficiente dinero como para tener meses sin alguna crisis económica, avanzó y fue a la terminal de la ciudad, al llegar miró primero algunas cosas que empeñar, lo primero fue las cosas de oro que tenían sus padres, le dieron 300 poké dólares por ellas, vendió su teléfono que le dieron 70 dólares, su laptop que le dieron 150 por ellas, al final vendió casi todo a buen precio. No había vuelta atrás, cubrió su rastro de toda manera, ahora era un nuevo Pokémon, sin una historia, como si hubiera nacido de nuevo. 

Con el dinero en su bolso y un poco en su mando, se dirigió a cada mostrador esperando encontrar el lugar más alejado de su ciudad, le tenía miedo las camaras ya que estas rastrearían su ubicación, dejaría evidencia de que él estuvo ahí, las autoridades lo perseguirían y cuando lo encontrase, se volviera a encontrar un infierno en el cual ahora no podría escapar.

Eligió un pueblo, uno casi desconocido para el, el bus partía a las 3 am, se sentó en una de las sillas de espera y no dudó en quedarse dormido, estaba cansado, había pasado más de tres meses desde el accidente de su cumpleaños, se sentía mal incluso deseaba que ese día nunca hubiese llegado a su vida o nunca haber llegado a vivir hasta ese momento.

Dos horas luego se levantó cuando la locutora, con una voz automatizada avisaba de que el bus con destino hacia el pueblo "Mantequilla". Él ni se había fijado el nombre tan raro que tenía aquel pueblo, solo había preguntado el precio y a cuantas horas quedaba de la ubicación, según lo mencionado por la señora, el viaje duraba más de veintisiete horas de viaje, buen tiempo, lo pero eso no era bueno, lo mejor fue que le salió baratísimo, no le había costado más de 20 poké dólares.

Entró al bus y miró nuevamente su mochila con todas sus pertenencias, con miedo de que faltara algo, lo bueno fue que todas esas alertas fueron más sustos que realidades, el viaje comenzó y así fue por las siguientes horas.

Pararon en un pueblo cercano a la ciudad, él comió algo rápido y prosiguió a irse, el bus paraba cierto tiempo en lugares para que los pasajeros no sufrieran agotamiento y estrés de estar sentado por horas sin poderse mover.

Conoció algunos pueblos hermosos que ni tenía la idea que existiesen, hasta incluso pensó en dejar la idea de ir al pueblo "Mantequilla" para quedarse en esos pueblos, pero recordó que seguía estando cerca por lo que esas ideas quedaron en el olvido. Esta situación se repitió varias veces.

No era raro que alguno de los pasajeros le pusiera conversa, siempre le preguntaban "de donde venia" y "la razon de querer ir al pueblo", el solo respondía con palabras vagas y con una explicación torpe, le costaba mentir, pero pasaba a convencer de vez en cuando, de todas formas, ellos tomarían sus caminos luego de llegar. Escuchar más que decir era lo que le entretuvo, algunas historias eran simples como "personas que venían a conocer la ciudad y ya querían regresar" como otros que simplemente "decidieron abandonar la ciudad a vivir" como el, a diferencia que ellos si tenían lazos buenos con su familia y amigos, el, él no tenía nada de eso.

Veintisiete horas luego llegó a la terminal, cuando el letrero de la ciudad lo "Invitó" a pasar, le sorprendió que el pueblo tenía buen desarrolló, había departamentos por todos lados, edificios, centros comerciales, incluso parecía una ciudad y eso era demasiado para sus limitados veinte mil habitantes.

Salio del bus al llegar a la terminal del pueblo, pidió un taxi y le pidió que por favor lo guiase al hotel más barato que conociera el. El taxista aceptó y lo llevó a uno de los lugares más alejados de la ciudad.

Lo dejó en un hotel simple, se notaba que sera viejo, su arquitectura era de los años cincuenta, pero parecía haberse sido remodelado recientemente, los colores eran blanco para sus muros mientras que su techo era azulado apagado. Pagó al taxista y entró, pidió la habitación más barata, el hombre que atendía era un blastoise, con algo de viejez notable, cansado de la vida mientras este leía revistas para adultos de "colegianas calientes".

Le entregó con mala gana la llave de su cuarto, al entrar notó una cama en el centro mientras tenía mesita de dormir en cada lado, con lamparas encima, arriba del cuarto se encontraba un ventilado con una lampara que se prendía jalando una cuerda, guardó sus cosas debajo de la cama y se tiró a esta mima, se acomodo y espero a quedar dormido, esperando que todo lo sufrido hubiera sido una pesadilla


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 30 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un intento másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora