Me encanta.

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Por un instante sintió que su núcleo latía mucho más rápido de lo normal en su mente savia que el no podría lograr llegar a tiempo para proteger a su planeta del terrible peligro que se acercaba horrorosamente para arancele la vida que tanto se avía esforzando por cuidar tan meticulosamente.

Una pequeño jadeo de alivio salió de entre sus labios al ver que su planeta no fue golpeado por los asteroides siendo este protegido por quien había comenzado un plan para destrozarlo.

Apenas la luna de Saturno se aparto de su planeta él rápidamente tomó su lugar convirtiéndose en un escudo evitando que algún asteroide le agá un daño permanente.

Se sintió verdaderamente aliviado cuando todo terminó. Las lunas de todos los planetas tomaron comino en dirección a su orbita asignada y
el tampoco fue la acepción.

¿Tal vez si lo era?

A diferencia de las demás lunas el regresaba a su orbita acompañado de su ¡planeta!, En todo el camino de regreso se sentía bien y una pequeña pepita de orgullo creía dentro de su ser.

En cuanto llegaron a la zona ricitos de oro el sentimiento de calma y tranquilidad inundó todo su cuerpo después de tanto revuelo por fin podría pasar tiempo de caridad con si mismo y su único planeta dotado de belleza sin igualdad alguna. Cerró sus ojos con tranquilidad respirando relajadamente.

“Perdón.”

Sorprendido por lo que acaba de escuchar he izo que sus ojos se volvieron abrir y se posaran en dirección de donde provenía aquella voz.

“Se que he sido un mal planeta para ti.”

La mirada de su planeta se encontraba cabizbaja sin levantarle la mirada sin embargo no dijo nada savia perfectamente que Tierra no había terminado allí.

“Are el intento de cambiar para no ser como he sido todo el tiempo en especial con Tigo. Mi luna. Te pido por favor... se paciente con migo, no puedo cambiar de un momento a otro, tomará mucho esfuerzo de mi parte dejar de ser mi yo tan egoísta y egocéntrico. Si en algún momento te dejo de lado, te ignoró o palabras hirientes salen de mi boca deja que esa palabras se te resbalen como un río sobre una roca no permitas que te afecten mis comentarios o mis acciones. Hasta eso tratare de cambiar para que nuestra relación sea mucho mejor y más sana.”

Tierra levantó la mirada para dedicarle una calidad sonrisa que tocaba su núcleo con suave dulzura. El sentimiento que lo acariciaba era indescriptible pero de algo es que estaba seguro era que lo hacía sentir querido y amado. “Esta bien, confío en tu palabra al igual que yo solo te pido que confíes en mi.”

“Lo are.”

Los dos se dedicaron un mirada que transmitía sus sinceras palabras y sin más se relajaron dejando que todo a su alrededor corriese como siempre lo había echo.

Se sintió mucho mejor cuando su planeta cerró sus ojos y se dejó llevar por su propia rumbo manteniéndose así por un tiempo indeterminado.

El siempre ha amado a su planeta, lo quiere demasiado, sin él su planeta no podría mantenerse estable y por otro lado sin Tierra no sabría que hacer, estaría perdido. Adora a su niño dorado y todo relacionado en torno a el.

El universo entero puede que hable mal de su planeta por su forma de ser y de pensar pero eso no le importa, lo más importante es que los dos estén unidos y si están solos mucho mejor no existía necesidad de otros. Nunca le a gustado que otros cuerpos celestes estén cerca de su planeta los celos hervían fervientemente en su interior sin embargo mantenía un semblante tranquilo comportándose como alguien simpático y agradable.

Su pequeña fachada aún seguía en pie, nadie ni siquiera su propio planeta adorado podía ver quien era en realidad a su otro lado tampoco le importaba, eran uno mismo muy en el fondo y el sentimiento era compartido.

El mismo se sorprende de lo bien de su comportamiento durante toda la revolución lunar y lo arrastrado con ella.

Tanto el como su lado oscuro sentíamos un gran enojo y odio indescriptible hacia Titán pero supieron controlarse perfectamente manteniéndose en un estado neutral y comprensivo.

Ho Tierra…su amor por el iba más allá de algo de fraternal o de hermandad, no, su amor era mucho más, esta enamorado, enamorado de su planeta, desde en el momento en que despertó de su nacimiento, su enamoramiento solo florecía aún mucho más, haciéndose más hermoso he intenso.

Hace un tiempo atrás algo lo perturbó haciéndolo sobre pensar demasiado, Venus y Marte eran los responsables de su perturbación y angustia en ese momento pues ellos dijeron que de donde Tierra, y él salieron era de la colisión de otros dos planetas, aquello lo dejó estupefacto. ¡Su amado muy bien podría ser su propio hermano!. Los hermanos no pueden estar enamorados entre si…

La posibilidad de que Tierra podría ser su hermano hizo que su núcleo se hundiera en un agujero que parecía no tener fondo alguno sin embargo su enamoramiento por su planeta hermoso era mucho más grande que cualquier otra cosa.

¡Al diablo con todo!

Que importa si son o no son hermanos nada de eso le aria cambiar de opinión ni su sentir por su planeta. Lo ama no como amigo, hermano o algún sentimiento que tenga que ver con algo familiar su nivel de amor era muy fuerte por su añorado planeta. Lo quería como su pareja y nada más.

El no podía tenerlo para si mismo en este momento. Ardía, anhelaba su cuerpo, su todo lo que lo hacía Tierra, él nunca estaría satisfecho hasta que él fuera suyo en todos los sentidos existentes.

A su amado planeta no le permitía ser un misterio ante sus ojos, no para él su Luna, lo conocía y todos sus secretos, y con ese fin lo vigilaría. Después de los acontecimientos relacionados con la revolución lunar llevando a su planeta a una crisis haciendo que casi lo pierda para siempre, lo miro constantemente, sin querer dejar que nada lo pusiera en peligro.

Solo reafirmo su deseo de que en algún momento tomaría a su preciado planeta como suyo y su obsesión por el, le dijo que tenia razón al quererlo.

Esta más que convencido de que su Tierra debería pertenecerle.

“Luna.”

La acaramelada voz de su amado lo sacó de sus pensamientos haciéndole sentir satisfacción de tan solo escucharlo, sin siquiera una sobresaltacion salió de sus cuerpo, dirigió su atención hacia su Tierra, fue tan natural su actuación que no tenía huecos. “¿Que sucede, te sientes mal?”

Su planeta negó un par de veces. “No, nada de eso.”

“¿He?”

“¿Luna siempre estarás a mi lado verdad?” Podía ver la inseguridad creciente reflejado en su rostro.

“Por su puesto que si. Yo te cuido. No importa que tenga que entregar yo al final te estaré protegiendo.”

Tierra lo miro ligeramente sorprendido por sus palabras pero rápidamente le sonrió y corto distancia entre ellos casi estando muy juntos.

“Gracias lunita.”

  “ De nada Tierra.” Su núcleo latía rápidamente por lo que acaba de pasar, se sentía como una doncella emocionada por el regreso de su marido de un largo viaje pero a pesar de todo puedo mantenerse firme y mostrarle una sonrisa cálida, todo aquel mágico momento termino en aquel instante en que el planeta azul se giro en dirección a la estrella y que bueno que lo hizo. Por que de no hacerlo habría visto la mirada maníaca cuando hizo esta promesa.

“Nadie volverá a separarnos, Tierra, nadie.”

Susurro en un tono de voz tan posesivo he irrefutable que casi parecía un juramento, un juramento dicho en el vasto espacio, seguro que, sin importar lo que otros intenten, el tendrá lo que desea y en este momento lo que más desea era a Tierra.

Encantado. ( Luna x Tierra. )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora