Ella giró para encontrarse con él. Le dedicó una tímida sonrisa y sus mejillas se enrojecieron. Siempre se enrojecía cuando él estaba cerca. Sentía aquel cosquilleo lindo en el estómago y sentía aquellas molestas ganas de tomarle la mano y no soltarlo.
- ¿Qué haces aquí? - le preguntó y se armó de valor para mirarle los ojos
Su amiga Nayeon, siempre le decía que un niño se da cuenta de que una niña gusta del cuándo esta no lo mira a los ojos. Tenía que mirarlo sí o sí.
-Te estaba buscando. Mañana te vas a la capital, y no sé cuándo nos volveremos a ver- le dijo él
Ella sintió que las cosquillas se hacían más seguidas y algo parecido a la angustia se colocó entre sus emociones. Sabía que no iba a volver por mucho tiempo. Su padre había decidido enviarla a estudiar a Londres. Lo iba a extrañar tanto.
-No pienses en eso. Volveré-dijo dulcemente.
- ¿Cuándo? - preguntó él.
-No lo sé. Pero volveré. - dijo firmemente
-Mi madre dice que lotres...
-Londres- lo corrigió esbozando una pequeña sonrisa
-Lo que sea-continuó-Queda muy lejos...tomé prestado un mapa del señor Joon para cerciorarme. Y sí, queda muy lejos ¿y si te pasa algo? ¿y si me necesitas? -preguntó él con impaciencia
-Habrá mucha gente para cuidarme, salvaje- dijo divertida
Él no pudo evitar sonreír, dejando ver sus dos paletas separadas. Salvaje, apodo que ella le había puesto un día que ambos jugaban en los matorrales del campo y él se había comportado tal y como ella lo había llamado.
-Sé que habrá mucha gente cuidándote-continuó. Se rascó la nariz y luego el mentón. Se sentía nervioso-Pero son gente desconocida...
-Mi amiga Nayeon está allá-comentó
-Esa niña exasperante...-murmuró. Ella rio por lo bajo.
-Me gusta que utilices las palabras que te he enseñado- le dijo
-Odio esas palabras que me enseñaste- aseguró- en la escuela se ríen de mi por tu culpa...
-No conozco a tus compañeros de escuela. Nunca los has traído a casa o me has hablado de ellos. ¿Por qué? -ella caminó un poco hacía un costado acercándose, inconscientemente, al caballo.
-Porque son unos idiotas...
- ¡Eso es una palabrota! - ella lo retó divertida.
-Solo saben pelearse y buscarme pelea. Porque saben que siempre les gano.
-Porque eres un salvaje
-Exacto.
Ella comenzó a jugar con la punta de su vestido, arrugándolo y apretándolo en la palma de su mano. Las cosquillas de su estómago aún no se iban
-La señorita Kim dice que podría enseñarte en casa como a mí...
-No eso es para niñas. - dijo molesto
Ella lo contempló en silencio por unos segundos. Tenía ganas de decirle muchas cosas. Sabía que dentro de un par de horas ya no se las podría decir.
- ¿Vas a extrañarme? - le preguntó ella
Volvió a caminar hasta el caballo, y entonces chocó con él. El inmenso animal chillo e hizo un relinche. Ella lo miró asustada, pero de pronto sintió una mano que tomaba la suya y la apartaba un poco de la fiera.
-Es un potro salvaje como yo-le dijo él riendo
Ella giró la cabeza para observarlo. Ahora estaba a su lado y sostenía su mano. Al parecer no tenía ninguna intención de alejarse o soltarla.
En eso Nayeon se había equivocado. Él no era como los demás niños...A él no le molestaba tomarla de la mano, tampoco que ella lo hiciera tomar el té o que le enseñara como hablar apropiadamente.
-No sé porque papá lo compro ahora que me voy- se lamentó mirando hacia el suelo.
-Lo hizo para que no le tomaras cariño y no te doliera tanto dejarlo... ¿Cómo quieres llamarlo? -dijo cambiando de tema.
- ¿Es niño verdad? - inquirió
-Macho... se dice macho. Dijo él corrigiéndola.
-Lo que sea-dijo ella tratando de imitar la expresión de él cuando le decía así. El rio quedamente-Quiero que se llame White.
- ¿Quieres tocarlo? - le preguntó
Miró nerviosa al caballo y volvió la mirada a los azules ojos que estaban frente a ella.
-No lo sé...tengo miedo. -dijo insegura
Él tomó con más firmeza la mano de ella, para acercarla más al caballo.
-White-lo llamó él, por su nuevo nombre. El caballo levanto un poca la cabeza mirándolos-Así es como te llamas ahora, potro.
Se acercaron más. El animal parecía tranquilo, pero a ella no le convencía. Él estaba detrás de ella y todavía sostenía su mano. Estiró sus manos hasta que la de ella se apoyó primero en el hocico de White. El caballo se quedó quieto, recibiendo la caricia. Él hizo que ella moviera al amo un poco más.
- ¿Lo ves? él no te hará daño sabe que eres su dueña-le dijo
Lo miró a los ojos parecí ese príncipe del cuento que ella siempre leía. Un príncipe un poco particular, ya que siempre estaba jugando en el lodo o con los animales. Pero era tan lindo, lo iba a extrañar, de todo esto a él era lo que más iba a extrañar.
- ¿Lo vas a cuidar por mí? -le preguntó. Él se alejó para que ella continuara acariciando a su nuevo caballo por sí sola.
-Claro que sí, cuando vuelvas no lo vas a reconocer de lo lindo que va a estar-dijo con una sonrisa
Ella sonrió y se alejó del caballo para acercarse a él. Vio que algo brillaba colgando de su pecho. Semi sonrió. Hacía casi dos meses que él había cumplido trece.
- ¿Aún tienes mi regalo? -le preguntó. Él asintió y lo buscó. Alzó a la vista una pequeña medallita de oro. Ella la tomó para mirarla-Siempre la vas a cuidar ¿verdad?
-Siempre voy a cuidarla, siempre voy a cuidar todo lo que tenga que ver contigo. Porque...porque...-dejó de hablar.
- ¿Por qué? - quiso saber ella.
Él sintió aquel tonto cosquilleo en la boca del estómago. Parecía que se acababa de comer un enjambre de mariposas.
-Porque yo te quiero, enana- se animó a decir al fin.
Ella sintió una felicidad que nunca había sentido.
Él sacó algo de su bolsillo del pantalón y se lo tendió. Ella lo tomó apresuradamente y sin dudarlo abrió la pequeña cajita. Sus ojos no podían creer lo que estaba viendo ...
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Caballo Salvaje. (Yoongi y Tu)
FanfictionEsta es una historia adaptada, todos los créditos a la autora:zacharynesa Prólogo Que nervioso se sentía, la temblaban las piernas. No recordaba, o eso creía, haber pasado un día tan emocionante como ese. Su cumpleaños número doce. No podía dejar su...