Naruto - Heredero de Hashirama

3 - Genin

Salto temporal- 3 años después, Naruto tiene 13 años, casi 14)

Hoy era el día, Naruto finalmente se convertiría en un shinobi de Konoha. Un Naruto preparado estaba listo para el examen de genin de hoy. Había sido un viaje que empezó con él llorando en la túnica del Hokage cuando tenía seis años hasta este preciso momento. Y vaya si Naruto se sentía bien.

Naruto había crecido hasta alcanzar una bonita estatura de 1,70 m. Incluso había cambiado su vestuario porque hoy se había convertido en un verdadero shinobi. Naruto llevaba un chándal negro, sin cremallera, con tres rayas naranjas en cada manga y una camiseta de malla debajo. Para rematar su atuendo, llevaba pantalones negros y sandalias negras. Su pelo seguía siendo idéntico al del Yondaime y su rostro había madurado más para mostrar su edad.

A estas alturas, Naruto tenía muchas cosas buenas a su favor. Era guapo, inteligente y bastante poderoso para su edad. Su entrenamiento seguía progresando a un gran ritmo. Naruto obtuvo resultados increíbles a lo largo de los años bajo la tutela de Tora, su Anbu sensei. Naruto se sentía en la cima del mundo y estaba preparado para lo que el mundo shinobi le tuviera reservado.

Las reservas de chakra de Naruto no hicieron más que aumentar en este momento. Podía lanzar fácilmente un jutsu tras otro sin sentir los efectos habituales del agotamiento como otros ninjas. Naruto era un monstruo de chakra y no ayudaba que su control del chakra sólo hubiera mejorado. No era lo bastante elevado como para utilizar algo como el Iryo Ninjutsu (Técnicas Ninja Médicas), que requieren un control preciso del chakra, pero tampoco estaba muy lejos de ello.

Naruto también encontró tiempo para profundizar en el Fuinjutsu (Técnicas de Sellado). El Sandaime se metía con Naruto después de que éste afirmara querer superar al Yondaime. Hiruzen le dijo que, puesto que el Yondaime era un maestro del sellado y si Naruto quería superarle de verdad, él también tendría que convertirse en uno. No esperaba que Naruto le pidiera clases inmediatamente después, pero se alegró de que lo hiciera. Se reunían dos veces al mes, ya que el Hokage era un hombre ocupado, pero a Naruto le había ido bien. Su escritura se había vuelto perfecta, bueno, al menos lo bastante buena para los estándares del Fuinjutsu. Había diez niveles de Fuinjutsu y Naruto estaba en el nivel dos, que se ocupaba de los sellos de almacenamiento, y de la eficacia de hacerlos, ya que un sello de almacenamiento era uno de los sellos más sencillos. Lo había conseguido en 45 segundos al hacer uno y no podía avanzar al siguiente nivel hasta que lo consiguiera en menos de 30 segundos.

Gracias al régimen de entrenamiento de su sensei, Naruto perfeccionó los fundamentos shinobi hasta que los alcanzó casi a la perfección. Su precisión al usar y lanzar shuriken/kunai se convirtió en algo natural para él. Ahora era tan preciso corriendo, con los ojos vendados o en el aire como estando quieto. Era un perfecto 10 de 10 en la diana.

El Taijutsu de Naruto floreció bien junto con sus habilidades con el shuriken. A pesar de seguir utilizando sólo su estilo modificado de la Academia, seguía siendo formidable en él. Su velocidad casi se duplicó con todos los ejercicios que hacía y los pesos de entrenamiento más pesados que utilizaba ahora. Naruto aprendió incluso a añadir chakra a sus golpes para hacerlos ligeramente más poderosos. Ahora no llegaba al extremo de uno de los famosos golpes de Tsunade Senju, pero reforzaba su fuerza de ataque. Tora había dicho que en un combate de Taijutsu sin cuartel, Naruto podría superar a la mayoría de los chunin de su nivel actual.

El Genjutsu también progresó bien para Naruto. Por fin consiguió dominar los dos Genjutsu que le enseñó su sensei. Uno de ellos es el Magen: Jigoku Koka no Jutsu (Ilusión demoníaca: Técnica del Infierno Descendente), que crea la ilusión de una enorme bola de fuego que cae del cielo hacia el objetivo. Es sólo de rango C y bastante fácil de detectar y disipar. Su segundo Genjutsu era más eficaz que el primero, el Nehan Shoja no Jutsu (Técnica del Templo del Nirvana), que genera plumas blancas imaginarias que inducen al sueño y que, al ser vistas, hacen que el objetivo caiga en un tranquilo estado de letargo. Cuando se trataba de detectar Genjutsu, Naruto había mejorado y su habilidad para romperlos había subido a unos cuantos rangos A. Por el momento, le parecía bien.