6

188 23 1
                                    

Suspiro* Ya es viernes. ¿Por qué no ha vuelto todavía?", pensó la ayudante del Hokage. Hace tres días, Iruka irrumpió en el despacho gritando que el jinchūriki residente de Konoha había desaparecido, lo que conmocionó al anciano Sarutobi, porque cuando le transmitió el mensaje del joven sobre que iba a comprar ropa no ató cabos. En definitiva, se decidió que si no volvía hasta el domingo, entonces y sólo entonces se consideraría un problema. "¿Dónde estás Naruto-kun?"

"Estoy aquí dattebayo" dijo el chico en cuestión distrayéndola de sus pensamientos. Cuando lo vio, lo abrazó rápidamente.

"Has vuelto" le dijo con la voz llena de alivio.

"Sí, ya te dije que volvería. Llego un poco tarde porque me he metido en un pequeño lío. Vamos al despacho de Jiji, tengo algunas preguntas y una historia que contar-tebayo" dijo el chico mientras ya estaba cogiendo la manilla.

"Yo Jiji, ¿cómo estás?" preguntó al entrar en el despacho

"Naruto-kun, bienvenido de nuevo. Preocupaste a mucha gente, cuando no volviste a tiempo".

"Sí, pasaron algunas cosas, pero antes de contároslas tengo una pregunta. ¿Qué es una violación?" preguntaron y los dos mayores jadearon

"¿Por qué quieres saberlo Naruto-kun?" preguntó el ayudante del Hokage

"Bueno..." empezó mientras miraba al suelo y se rascaba el brazo derecho con la mano izquierda" ...cuando llegué a esta ciudad detuve a un tipo, un nin desaparecido, cuando intentaba hacerle algo a una chica de mi edad. Más tarde me enteré de que intentaba violarla".

"¿Qué quieres decir con detenerlo, muchacho?" preguntó el Profesor

"Le detuve... permanentemente... pero, cuando vi sus ojos... no pude dejarle marchar... Creo en las segundas oportunidades, pero no después de algo tan... tan... inhumano" dijo el chico sin apartar la vista del suelo, perdiéndose las dos miradas de tristeza y orgullo que le dirigían los adultos.

"No pasa nada", dijo la joven abrazando al chico, "has hecho lo correcto, estoy orgullosa de ti", ante lo cual el rubio, con los ojos muy abiertos, levantó por fin la vista del suelo sólo para ver que ambos adultos le sonreían suavemente. Tras un par de segundos, algo hizo clic en la mente de la mujer: "Naruto-kun, ¿acabas de decir que mataste a un nin desaparecido mientras estabas ahí fuera?".

"En realidad, maté a dos, el primero era de Kumo, quería matar a gente inocente y quemar la palabra y el segundo, el que intentó violar a la chica era de Konoha. Se llamaba Aoi Rokusho" esto despertó el interés del anciano.

"¿Aoi Rokusho? Dime Naruto-kun ¿él...?"

"Si preguntas por Raijin no ken, sí, pero ahora es mío, ya que según las leyes tanto de Konoha como internacionales relativas a los nins desaparecidos lo que mata es tuyo, lo que significa que todo lo que dicho nin desaparecido llevara encima en sus últimos momentos, así como en su lugar de vida, debe ser entregado al que cometió el acto, sin importar si originalmente lo poseía el clan, la aldea o incluso un daimyo. Raijin no ken es mío ahora y sólo mío", dijo el rubio con rostro serio pensando que el anciano líder intentaría convencerle de que renunciara al derecho sobre el arma, pero una vez más el hombre parecía orgulloso.

"Has aprendido las leyes... Jejeje bien, muy bien".

"Sí... ¿pero podrías responder ahora a mi pregunta, Jiji?", preguntó el chico algo confuso.

"Ahhhh... sí, siéntate muchacho. Ya es hora de que tengamos esa charla"

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

Bueno, lo de ayer fue incómodo" pensó Naruto mientras caminaba por la calle. Después de su "charla" con el Hokage y su ayudante pudo entender bastante bien el tema y ahora podía comprender muchas cosas, especialmente el henjutsu. Incluso intentó disculparse por los masajes que le había dado cuando salieron del despacho del Hokage, pero al parecer ella estaba disfrutando demasiado como para dejarle parar, lo que aún le hizo sonrojarse un poco, pero aunque se avergonzaba de ello, aún le hacía feliz poder hacerla feliz.

Naruto - la voluntad de protegerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora