Reescribiendonos - Bospa

1. Encantado de haberte conocido

     Por fin la había terminado, no había quedado perfecta, pero sabía que a papá le encantaría. Una escultura de un ángel que representaba a mi madre. Se la había enseñado a Eder una noche antes y no podía esperar para regalarla.

     Quería entregarla a primera hora, pero papá nos hizo conocer a una familia de quien yo tenía cero idea qué hacían ahí, la verdad no recuerdo los nombres de todos y no me interesa mucho aprenderlos. Solo vi que uno de ellos se sentó cual vil sanguijuela al lado de mi hermana Gala, supongo que quien estaba al lado de él era su hermano, que maleducado por no haberse presentado, ni siquiera me regresaba a ver, quién se cree.

     Me despedí de mis hermanos y fui directo a la oficina de mi padre.

     — Hola Adri, traigo un regalito para mi papá, ¿se lo puedo dejar en su oficina?

     — El licenciado está muy ocupado en una llamada, pero se lo puedes pasar más al rato— contestó

     — Va, me late, entonces voy por Eder y regresó — coloqué el regalo en la esquina del escritorio de recepción antes de ir en busca de mi hermano.

***

     No puede ser, descuido un segundo a Salomón y ya se está besando a una empleada de esta empresa, intento cubrir la computadora, con un cartel que tenía en mis manos, para tapar las cámaras de seguridad. Eso salió bien, lo que pasó después no. Sin querer tiré y se quebró una cosa parecido a una mini estatua de un ángel, la tía Paz iba a matarme, ni hablar de mi madre. Este no era el tipo de situación en las que normalmente me veía involucrado. No tuve mucho tiempo para pensar en qué hacer con los restos del desastre cuando una voz interrumpió mis posibles soluciones.

     — ¡Mira lo que hiciste, idiota! — gritó, alcé la vista y lo reconocí, era uno de los hijos del presidente de la empresa—¿Cómo pudiste romper mi escultura?

     Para acabarla, con quién me fui a meter en problemas. Pero nada que las palabras y el raciocinio no pudieran solucionar.

     — Por favor perdóname, fue un accidente, no tienes porque insultarme.

     — A ver, te insulto todo lo que quiera porque rompiste algo que simboliza a mi mamá— en cada palabra invadía más mi espacio personal, sentía que en cualquier momento iba a golpearme —¿estás ciego o tarado?

     Tan sencillo que era comprar otra cosa o pedirle a su mami que le regalara algo más.

     — Ya te ofrecí disculpas y si no se puede remediar, pídele a tu mamá que te compré otra cosa, de seguro ella es más madura que tú— no debí haber dicho eso porque lo siguiente que pasó fue el chico empujándome al piso y sosteniendo mi camisa con sus manos mientras me gritaba que su mamá estaba muerta.

     Eso lo cambiaba todo, ahora me sentía horrible por haberle dicho lo que le dije, quise remediarlo, pero el tenerlo encima de mí a punto de golpearme solo hizo que me enfadara y comencé a gritarle que me soltara.

     — ¿Qué pasa aquí y por qué se están peleando? — don Esteban gritaba mientras quitaba a su hijo de mí.

     — Esa escultura la hice para ti, Papá — señalaba los restos del suelo con lágrimas en los ojos— era un ángel que representaba a mi mamá, pero este tarado la rompió— ahora me señalaba a mí.

     — Ya te ofrecí disculpas y lo volveré a hacer. Perdóneme fue un accidente — estaba muy arrepentido de lo que pasó, no sabía cómo remediarlo.

     — ¡Tus disculpas no me sirven de nada! los accidentes pasan por andar de tontos como tú.

     — Hijo, cálmate, entiendo tu dolor y agradezco muchísimo que hayas preparado esta sorpresa para mí.

     — Bos, cálmate. Yo te ayudo a hacer otra igualita, pero por favor cálmate.

     — ¡No! Todo se rompió a nuestro alrededor cuando mamá murió y este tipo me lo vino a recordar— quiso abalanzarse sobre mí otra vez, pero su padre lo detuvo.

     — ¿Sabes qué Bosco? — don Esteban seguía en su intento por calmar a su hijo— creo que deberías hablar las cosas con Pedro Pablo en privado para que puedan solucionar esto.

     No me parecía la mejor idea, si nos dejaban solos era claro que ese sujeto iba a golpearme.

     En ese momento llegó mi mamá, mi abuela y mi tía Paz y les expliqué la situación.

     — Por favor Don Esteban, perdone a mi sobrino Pedro Pablo, él es un buen muchacho.

     — Tú eres su tía, obvio lo vas a defender— su hijo seguía con una furia en sus ojos que yo nunca había visto en nadie.

     — Bosco, tú no eres así, pídele disculpas a Paz.

     — ¡Yo no le voy a pedir disculpas a nadie!

     — No, Don Esteban, yo no quiero que obligue a su hijo a hacer algo que no quiere — mi tía Paz y mi mamá solo me abrazaron y llevaron a otra oficina con ellas.

***

     Quería desquitarme con quién sea, con lo que sea, quería gritar, llorar; pero también quería un abrazo. Quería un poco de aire así que salí solo a caminar por la empresa cuando vi que en una oficina estaba la tal Paz, su sobrino, su madre y hermano, en un momento éstos tres salieron y lo dejaron solo. Entré rápido antes de que él saliera y vi algo en su cara que no supe descifrar.

     — Perdón, por favor perdón — habló antes que yo pudiera siquiera chistar— no me gusta tener broncas con las personas. Te juro que lo que hice fue un accidente, no era mi intención romper tu escultura. Dime por favor qué puedo hacer para remediarlo.

     — Nada, no puedes hacer nada, ya está roto todo

     Y no mentía, parecía que mi familia vivía en una utopía, pero desde hace seis años que mamá murió, todo lo que se había construido era sobre una base inestable, en cualquier momento colapsaríamos.

     — Mira... — su repentino silencio solo indicaba una cosa

     — Bosco, me llamo Bosco, encantado de conocerte, supongo.

     — Pedro Pablo — giró los ojos, que maleducado — no busco que seamos amigos, ni siquiera caerte bien, solo quiero llevar la fiesta en paz contigo, sobre todo por mi tía Paz.

     — Tu tía a mí no me importa, se ve que solo es una interesada

     — No hables así de ella, no la conoces

     — Yo hablo como se me da la gana de las personas como ella

     — Muy bien —sonrió de lado y después soltó— entonces hazlo por Don Esteban, mi tía va a trabajar con él y por respeto a tu padre, respeta tú a sus empleados .

      Di media vuelta y salí de la oficina, no sé porqué pensé que sería buena idea entrar.